Capítulo 8: Querida feminista, te odio.

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(N/A) En el transcurso del capítulo encontrarán una canción. Escúchenla para que la experiencia leyendo el capítulo sea aún mejor. ¡Disfruten! :D


Nils

Observé su cuerpo mojado con deseo, analizando cada parte del mismo sin perder mi sonrisa; el lunar en su ceno derecho, sus pequeñas y hábiles manos sobre mis pectorales cuando me dedicó una sonrisa juguetona. No perdí más el tiempo y estrujé su culo entre mis manos, apoderándome de él, de cada una de sus curvas, de cada retazo de piel en ella, porque realmente la deseaba. 

Había pensado tanto en este momento que ahora me sentía como en un sueño y de ser así, no querría despertar jamás.

Nunca en mi puta vida había besado tanto a una chica... hasta que probé los labios de Darya. Sus labios gruesos con un toque de rojo hermoso, la forma en que me besaba y en como me hacía sentir. Besar a Darya, desde la primera vez, fue más como un impulso, como si algo me rogara que la besara y cuando lo hacía, no podía parar y empezaba a temer por la razón de esto; y el sexo... era como si el sexo con ella fuese único, algo incomparable y delicioso. Así que la besé como la primera vez, en el set de la empresa.

Sus labios abandonaron los míos cuando empezó a agacharse lentamente, le dediqué una mirada curiosa cuando se arrodilló frente a mí, verde con verde observándose mutuamente al tiempo que elevó una mano hasta posicionarla sobre mi miembro y el simple gesto me puso los vellos de punta. Cerró su mano en torno a mi falo y empezó a estimularlo; mi corazón empezó a latir con fuerza cuando acercó su boca al glande. La jodida odiosa solo sonrió y no hizo nada.

La mataría si seguía torturándome.

Mi polla palpitaba con anticipación y necesidad porque la enterrara en su bonita boca.

Si seguía así, terminaría por masturbarme frente a ella.

Dejó caer un hilillo de saliva sobre el glande y empezó a masturbarme. Me ponía el echo de sentir lo raro entre nosotros a lo que esperaba jamás saber a qué se debía; a sus manos hábiles en tomar mi polla. No perdí oportunidad en mostrarle como me gustaba mientras la observaba con el deseo puro en mis ojos.

Se pasó la lengua por los labios y los abrió ligeramente para probar el glande.

Cerré los ojos, regodeándome en la sensación que me provocó la rugosa textura de su lengua sobre el glande, acariciándolo, pero en ningún maldito momento lo introdujo y cuando estuve por tomar sus mechones oscuros entre mis manos para guiarla, negó con la cabeza y una sonrisa en sus labios.

Solté una pequeña risita irónica al darme por vencido; jamás lo tomaría si yo insistía. La jodida odiosa disfrutaba provocarme.

Trague fuerte cuando lo introdujo en su boca y acarició mis huevos con una mano mientras me observaba. Empezó a tomarlo y la visión de ella arrodillada, observándome a los ojos mientras me masturbaba me hicieron sentir fuera de este mundo.

Por fín enterré mis dedos entre sus oscuros mechones sin que rechistara y la ayudé a encontrar el ritmo perfecto mientras me exitaba con los sonidos húmedos que su boca emitía mientras me la chupaba con decisión.

Supe que debía aprovechar y disfrutar todo esto, porque no tenía idea de cuando tendríamos otro encuentro como este... si es que llegábamos a tener otro.

Gemí cuando sentí el orgasmo a unos cuantos embates más y por más que le dije a Darya que se alejara porque no quería correrme en su boca; se mantuvo firme y continuó estimulandome hasta hacerme acabar en su boca.

°°°

—¿Puedo quedarme a dormir contigo?— cuestioné deseando que aceptara.

Amor de Un Viaje [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora