Capítulo 4: La famosa invitación.

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Darya

Mis zancadas eran cada vez más largas pero mis cortas piernas no parecían ser suficientes. Mi estómago rugía por mi maldito antojo que sin duda no me iría a otro lugar sin obtenerlo.

Sonreí cuando finalmente estuve frente al McDonald's y entre decidida, empujando la puerta y entrando al segundo siguiente. Mis ojos se abrieron como platos cuando escuché que la puerta, qué un segundo atrás había atravesado, se había estrellado contra la persona que entraba detrás de mí, haciendo que las personas que hacían fila para pedir su orden de comida voltearan hacia la entrada.

Puse mi mejor cara de impasibilidad  y me voltee lentamente para ver a la persona, aunque por dentro moría de nervios, pero bueno... se fueron a la mierda cuando reparé de quién se trataba y es que ahora sí lo mandaría a la mierda. Esta vez, no resistí el impulso y frente a él, puse los ojos en blanco. Su rostro se desfiguró antes de que su pecho subiera y bajara con furia total. Sus ojos verdes me taladraban y los míos lo descuartizaban.

¿Porque mierda me seguía, si tanto me odiaba?.

Ahhh, es que no lo soporto.

Y entonces, lentamente, la puerta de la entrada se abrió rebelando a Isack quien sostenía su helado con una mano mientras la otra, la mantenía sobre su estómago mientras soltaba profundas carcajadas y en sus ojos habían pequeñas lágrimas a causa de su risa. Apreté los labios en un intento por no sonreír cuando recargo un brazo sobre el hombro de Nils en su patético intento por recuperar su respiración normal.

—Joder, esto ha sido lo mejor que he visto en el día. —se cortó cuando otra ola de risa lo rebasó antes de intentar continuar —¿Te dolió? Literalmente la puerta se estrelló en tu cara.

Fue su turno de ser taladrado con la mirada cuando Nils lo observó y sin poder aguantarlo un segundo más, estallé en carcajadas uniéndome a Isack. Tal vez ese fue un pequeño error porque todos en el lugar empezaron a reír pero no me importaba, en absoluto.

—Hola, Bienvenida a McDonald's. Tenemos los menús del día y unas promociones ¿Decea algo en especial?.

Me voltee hacia la señorita que atendía quien me observaba con los labios apretados intentado no reírse, le dediqué una sonrisa burlona y al fin soltó una risita cuando me posicioné frente a ella.

—Buenas tardes! Quiero un helado de cono sabor vainilla y una porción agrandada de papas, por favor.

—Estas de broma, ¿no?— escuché su voz y lo ignoré olímpicamente.

—Numero de Nit o Consumidor Final.

—CF está bien, gracias.

Le dí el dinero y camine hacia donde entregaban las órdenes. Noté unas miradas sobre mí pero no me importó, en absoluto.

Un hombre de unos veintitantos de ojos claros me recibió con una sonrisa al tiempo que me tendía el helado junto a las papas. Cuando lo recibí, me guiñó un ojo y bueno, para que negar que enarqué una ceja y le dediqué una sonrisa, segundos antes de sentir unos brazos al rededor de mi cuello y mis sentidos se agudizaron junto a la alerta, pero se fueron cuando me dió un beso en la mejilla y entonces voltee a ver para encontrarme con los ojos brillantes de Isack antes que escondiera su rostro en mi cuello para darme un beso húmedo.

Lo recibí de buena gana ladeando un poco la cabeza para que tuviera mejor acceso pero me retracté solo un poco cuando retiró un brazo de mi cuello para posicionarlo en mi vientre y fue entonces cuando observé de nuevo al hombre que tenía enfrente y le sonreía inocente al tiempo que me volteaba con la cara roja para caminar fuera del lugar y pasé a un lado de Nils, quién puso los ojos ojos blanco porque claro, Isack aún me tenía agarrada y caminaba pegado a mi espalda antes de alejarse para abrir la puerta y pude regresar a mi estado normal y ver los dos helados que tenia en una mano y la porción agrandada de papas.

Amor de Un Viaje [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora