Capítulo 2.

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—Y con esto finaliza la clase de hoy, tengan un buen día, alumnos, y recuerden que mañana es el examen trimestral. —Y tras esto, nuestro profesor de Ética salió de clase.

Estábamos sentados en mesas separadas y por ello Marie tuvo que levantarse para venir a hablar conmigo.

—¿Vamos fuera?

—Tengo sueño... —Balbuceé bostezando.

—Pero quizá el chico de antes haya vuelto a salir para verte. —Me susurró.

La miré, mantenía una sonrisa maliciosa en sus labios.

—No estaba allí para verme. —Reí, reincorporándome en la silla.

—Quizá no, pero ahora que sabe que estás en esta clase igual sale para verte.

—¿Por qué iba a hacerlo?

—No sé, te ha sonreído, ¿no? —Volvió a sonreír con malicia.

—Claro, por educación.

—Yo no voy sonriendo a la gente sin más.

—Quizá él sí.

—O quizá no... —Canturreo y comenzó a caminar para salir de clase.

—¡Marie! —Me levanté deprisa de mi asiento y fui a su lado, y ella sonreía triunfante.

Al salir el mismo chico de antes volvía a estar allí, pero no estaba solo. Un muchacho de ojos verdes y pelo rizado y castaño oscuro le acompañaba, y reía por algo que el otro chico le había contado.

—Dios, esa clase debe estar llena de buenorros. —Dijo por lo bajo mi amiga.

—Ya te digo... La baba, Marie.

Noté un suave puñetazo en mi hombro por su parte y empezamos a reír, y eso hizo que el de los ojos marrones volviese a mirarme, y de nuevo sonrió.

Marie saludó con la mano, sonriendo con amplitud, y él le devolvió el gesto. Yo simplemente estaba muerta de la vergüenza y no hice más que agachar la mirada.

Otro chico salió de la clase "llena de buenorros", él era rubio y aparentemente muy inquieto.

—¡Hola! —Saludó el rubio alegremente mirando hacia nosotras.

—¿Qué hay? —Respondió Marie, dándome un codazo "discreto".

—Ho-hola... —Tartamudeé levantando la vista del suelo para mirarle un momento, ¿por qué me tenía que poner siempre tan nerviosa?

Por el pasillo vimos al señor Rogers, nuestro profesor de arte. Me extrañé porque hoy no teníamos clase con él, pero mis dudas se resolvieron cuando entró a la clase de los muchachos, cerrando la puerta tras ellos.

—¡Ey, nos han saludado! —Mi amiga casi daba saltitos de alegría. —¿Has visto al chico de los rizos?

—Te ha gustado, ¿eh? Ya tenemos una excusa para salir al pasillo.

—¿"Una" excusa? OTRA excusa.

—¿Otra?

—Claro, ese pivonazo de la chaqueta de cuero es otro de los motivos que tenemos para salir. Bueno, tienes.

No pude evitar reír al ver su entusiasmo y negué con la cabeza para restarle importancia, y volví a entrar a clase. Ella siguió mis pasos.

—Y dime, Bel...

—¿Hm?

—Si no consideras que él sea un motivo para estar fuera, ¿por qué has vuelto a clase ahora que él ya no está? —Y de nuevo me miraba con su típica sonrisa socarrona.

WARRIOR. || Liam Payne. ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora