⨝ Capítulo 11 ⨝

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Jin cerró la puerta de su dormitorio y lentamente se acercó a su cama

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Jin cerró la puerta de su dormitorio y lentamente se acercó a su cama. Dejándose caer sobre ella, miró sus elegantes botas Saint Laurent, pero se sentía como un estúpido, iluso de dieciséis años, de nuevo.

Cuando tenía dieciséis, había tenido un enamoramiento enorme con el capitán del equipo de fútbol de la escuela, Ok TaecYeon. Dios, esto era tan cliché: el raro, geek marica local (y ellos nunca se preocuparon cuando Jin dijo que era bi) suspirando por el chico más popular de la escuela, que era recto como una flecha en lo que concernía a todos. Ok TaecYeon no había sido recto como una flecha... al menos era lo suficientemente gay como para permitir que Jin lo chupe cuando no lo estaba llamando maricón en los pasillos de la escuela. TaecYeon nunca le había correspondido, no lo tocó, porque, según él, no era puto. TaecYeon nunca lo había besado, pero el Jin de dieciséis años era lo suficientemente ingenuo e iluso como para pensar que TaecYeon estaba sólo negando sus sentimientos... él no dejaría que Jin chupara su polla si no tuviera sentimientos genuinos por él. Fue mucho más tarde que Jin se había dado cuenta de que lo que él y TaecYeon tenían ni siquiera era sexo; era una devoción incondicional, unilateral. Cuando Jin le dijo a TaecYeon que estaba enamorado de él y quería más de su relación, TaecYeon se rió en su cara y dijo:

—¿Qué relación?

Habían pasado años, pero Jin todavía recordaba la inflexión en la voz de TaecYeon y la burla en su cara, cuando se lo había dicho. Y como si no hubiera sido suficiente para TaecYeon pisotear el corazón de Jin, él y sus amigos, literalmente, patearon sus sentimientos fuera de él más tarde ese día. TaecYeon rió mientras sus amigos lo usaban como saco de boxeo.

Después de eso, Jin había hecho todo lo posible para permanecer lejos de Ok TaecYeon, pero este no lo dejaría en paz. Casi un año más tarde, TaecYeon fue el que atrapó a Jin dándole una mamada a su primer novio, Kwang. TaecYeon tomó una foto de ellos, y el resto, como dicen, es historia. Kwang, que no había estado fuera, fue obligado a salir del armario y condenado al ostracismo por su propia familia. Un mes más tarde, de pie justo frente a la tumba de Kwang y sintiendo las miradas de juicio de la gente sobre él, Jin se prometió a sí mismo: nunca otra vez.

Ya no se involucraría con tipos que intimidaban a otros para ocultar su propia sexualidad. Los tipos como TaecYeon nunca cambiaban. Eran del tipo de casarse jóvenes, producir dos puntocinco niños, y joderse a algún maricón ingenuo a un costado antes de regresar con su esposa perfecta. Nunca otra vez.

Y ahora, casi diez años más tarde, Jin se sentía enfermo del estómago, ardiendo de vergüenza, porque era Ok TaecYeon una vez más, ¿verdad? Aparentemente, seguía siendo tan estúpido y débil como lo había sido en aquel entonces.

Jesús, ¿cómo pudo hacerlo? ¿Cómo pudo ir en contra de sus propios principios y dejar que otro homofóbico, imbécil en el armario lo follara? En Pekín no había tenido vergüenza, porque sentía que estaba enseñando al burro homofóbico una lección. Lo que había estado haciendo en los últimos días —burlándose de JungKook y provocándolo— estaba peligrosamente cerca del flirteo. Lo que había pasado en el club no fue una lección. Sólo había estado ausente, con ganas de rascarse la picazón y follar, profundo y duro.

Evil - [KookJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora