Evil - [KookJin]

⨝ Capítulo 24 ⨝

JungKook volvió al apartamento de JiMin en las primeras horas de la mañana.

Se tensó al darse cuenta de que el sistema de seguridad estaba apagado... desconectado por alguien que no fue él.

JungKook sacó la pistola de su funda, tratando de observar detalles en la sala de estar a oscuras. El pent-house estaba tranquilo. Esperaba que JiMin estuviera profundamente dormido en su habitación, esta solo podía ser abierta desde el interior si alguien no autorizado lograba apagar el sistema de seguridad externo, que parecía ser el caso. Interiormente, se reprendió a sí mismo por abandonar a JiMin. Estrictamente hablando, no estaba obligado a ser guardaespaldas de JiMin 24/7... tenía cuatro horas libres cada día, y JiMin tenía seguridad permanente para su ascensor privado. Pero aún había formas de conseguir entrar al departamento, si uno se abocaba lo suficiente. Aunque NamJoon le hubiera dicho hace unos días que Charves era poco probable que tuviera a JiMin como objetivo en este punto, NamJoon tenía muchos enemigos. Uno de ellos podría haber averiguado sobre el chico de NamJoon.

No debería haber salido, o al menos no debería haber pasado más de una hora besando a Jin después del sexo, reacio a marcharse, mientras que Jin se veía tan suave, sonrojado, y bien jodido. Patético. Sus propias acciones lo hacían temblar últimamente.

No lo suficiente para detenerte, dijo con sarcasmo su voz interior.

Sacudiéndose un poco, JungKook se centró en su entorno, moviéndose en silencio y conteniendo la respiración.

El piso estaba absolutamente silencioso, lo que significaba que el intruso lo había oído y estaba bien oculto o moviéndose en silencio hacia él. La oscuridad extrema le hacía imposible decir cuál era el caso, pero JungKook estaba en calma, su mente limpia de todo lo irrelevante y centrada exclusivamente en el peligro.

Ahí. Una respiración apenas audible desde la izquierda. JungKook se movió incluso antes de registrarlo completamente. Chocó con el intruso, enviando a ambos a estrellarse contra el suelo. El otro hombre era alto y grande, sobre el tamaño de JungKook, y luchó en silencio, tratando de conseguir la ventaja. Estaban bastante parejos, JungKook observó con sorpresa mientras trataba de fijar al hombre debajo de él e incapacitarlo. Había algo muy familiar en la forma en que el intruso peleaba.

—JungKook, bájate de mí —dijo el hombre.

Jurando, JungKook soltó al hombre y se puso de pie. Encontrando el interruptor, encendió las luces.

La cara no muy feliz de su jefe, le dio la bienvenida. NamJoon se levantó, también.

—¿Dónde infiernos has estado y por qué estás regresando a las tres de la mañana? —dijo con frialdad. Lo no dicho, en vez de proteger a JiMin, colgando en el aire.

JungKook apretó los dientes. Estaba harto de la actitud pasivo-agresiva de NamJoon hacia él. Sí, había —medio— traicionado la confianza de NamJoon una vez, pero había salvado su pellejo docenas de veces.