12. Hallucinations

238 31 72
                                    


VIII Parte "Lo hice por ti"- Falsa Felicidad



Un dolor que no dejaba pensar con claridad, fue el sentir de Giyuu al beber una copa de vino, para el era un simple refresco de uva, ya ni el whisky o el vodka son suficientes, no deseaba amarlo mas, pero cuando lo veía con esa hermosa sonrisa, su espíritu se quebraba y le hablaba con normalidad, hasta que su bipolaridad lo controlaba y lo mandaba al diablo.

Hakuji fumaba weed, reclinado en el barandal, verlo destruyéndose asi mismo le daba satisfacción porque estaba seguro de que solo el estaría para tenderle una mano y ser correspondido por su propia voluntad.

Ese es el fin de un acosador.

— Piensas quedarte aqui o que ¿Por que no salimos?— Sugirió y exhalo humo—Después de que te encontraste con Rengoku, lo mejor que puedes hacer es divertirte.

El le dedico una mirada congelante y le aventó el vaso que se estampo contra la ventana.

—  No menciones su nombre, escucharlo de ti me disgusta— Declaro inexpresivo— En cada paso que doy, apareces ¡Eres una maldita sombra!

Al aproximarse lo tomo del cuello, el cigarro cayo de su diestra, Hakuji no se resistía, mostraba una sonrisa maquiavélica al sentir la presión de las manos en su cuello, ese dolor era sublime y enfermo, le satisfacía el hecho de que Giyuu sienta lo que sea por el, incluso odio.

El sonido del timbre, lo saco de ese trance agresivo o es que realmente no se consideraba un asesino. Lo soltó, dejándolo tendido en el piso y expectorando al no haber respirado.

 Lo observo por encima del hombro, sin rastro de preocupación y fue a atender.

El repartidor entrego un paquete largo y le pidió su firma con algo de temor, Giyuu cumplió con el protocolo y le aventó la puerta en la cara.

 — No fuiste capaz de hacerlo— Menciono Hakuji, luego de recuperarse.

— Cállate, tal vez en otra vida si logre matarte— Dicto con tono serio— Ahora me interesa mas revisar la encomienda.

Sus palabras son crueles, a Hakuji no le importa mientras pueda estar a su lado.

De su bolsillo extrajo la navaja y corto las cintas protectoras, un par de katanas se vislumbraron entre las bolitas de tecnopor, el azabache levanto la espada de filo añil, dejando a la otra replica en su interior.

 Tal acto enmudeció a la otra persona y sin entenderlo, retrocedió.

— Guarda eso, puedes lastimarte— Aconsejo escondido tras el sofá.

—  Hace unos años, ocurrió cierto evento desafortunado en Tokyo— Narro, ignorando su pedido.—¿Escuchaste del asesino de la katana? — Empezó a mover el arma de lado a lado— Ese hombre me odiaba mucho en la secundaria.

El hombre exangüe, agudizo su mirada, claro que lo conocía porque fueron compañeros de celda.

—  Ah, tal vez oi algo—  Mintió, mientras veia la espalda de Giyuu— ¿Por que la compraste?

Al terminar el vaivén, guardo la espada horizontalmente en la percha de la pared, lo tenia planeado desde antes.

—  Kyojuro viene de una familia tradicional que las manejan espléndidamente—  Dejo caer su cuerpo sobre el sofá— El tiene una aun mas genial que esta en su casa, asi que yo también lo quise.

Iberis ( RenGiyuu- Angs)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora