Todo queda entre nos

Prólogo

Selene Martín y Leandro Mcadams, se llevaban 6 años de diferencia... Poco para muchos y mucho para otros.

Pero para sus familiares... La edad perfecta, Selene era la menor de los hermanos Martín, su cabello era castaño y sus ojos color avellana, contaba con 19 años de edad y estaba a punto de estudiar su segundo año de universidad.

Por otro lado... Leandro Mcadams, contaba 25 años de edad, graduado en leyes y Ingeniería en sistemas, su cabello era castaño casi negro y sus ojos azules hereditarios de su padre Alejandro Mcadams... Estás familias son amigas desde antes de tener hijos, ambos se ayudaron el uno con el otro, se sonrieron en momentos felices y se abrazaron en momentos difíciles.

Luego de 11 años sin visitar la hacienda de la familia Mcadams, los Martín por fin deciden ir, al Selene bajar del auto, Yolanda Mcadams la ve sorprendida... Recordaba a una niña gordita y cachetona, con mudez de dientes, pero ahora... Enfrente de ella estaba una bella jovencita de 1.70, castaña y una sonrisa blanca, y baja de peso. Un wow se le escapo de la boca y enseguida un plan se empezó a armar, o su nieto o su hijo.

Leandro, salía de la mansión con algunos refrescos en manos, se alegraba ver aquella familia que creció con el, estaban las hermanas Martín, sus padres y dos niños. Suspiro y levanto la mirada, vio a Maila, la niña que jugaba con el ahora era madre de dos niños y luego a la otra chica... Paso saliva sorprendido y le sonrió, Selene levanto la mirada y luego sonrió al chico.

— Hola — dijo la chica con una bonita sonrisa.

— Hola Selene... — dijo el mientras la abrazaba fuertemente. — Dios... Que grande estás... Y Hermosa — dije riendo.

Ella asintió con una pequeña sonrisa tímida y miro a su hermana de la misma edad del chico.

Yolanda Mcadams... De 64 años deseaba que su herencia quedará cerca de la familia y quién mejor que los Martín, la única soltera era la pequeña Selene y siendo sinceros... Yolanda prefería que todo quedará entre nos.