𑁍 ¿Una pieza bajo la lluvia? 𑁍

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Recomendación:
En la parte del baile, si escuchén Until I Found You.

Selene Martín.

Quite mis lentes de sol al ver un Audi blanco estacionarse a unos metros de la entrada de la gran casa, Doña Yoly bufó llamando mi atención.

Alce una ceja al ver a una rubia con grandes curvas bajarse de aquel auto, escuché a Ailana quejarse mientras dejaba su bloqueador solar en la mesita.

Mire a mi casi suegra dejar la carne en el asador, mira a mi madre diciéndole un vigila la carne tu porfavor.

Me estaba volviendo acomodar cuando mire a Luka, uno de los amigos de Leandro bajar también de aquel auto.

Luego vi a Leandro salir de la casa con una sonrisa grande, lo próximo que vi fue a la rubia colgarse del cuello del pelinegro.

El en vez de quitarla la abrazo por las caderas, alce ambas cejas sorprendida.

— ¡Leandro! ¡My baby precioso! — Apreté mis manos al escuchar su voz chillona, suspiro hundiendome en mi butaca.

— Señorita Sullivan, le pido que deje de colgarse de mi hijo — Dijo Doña Yoly y yo sonrió con superiodad.

Toma Estúpida, la única que se cuelga del cuello de Leandro soy yo.

“¿Todo bien en casa, Sel? No eres un mono para colgarte.”

Si, mi maravillosa mente tiene razón. Ella es un mono y yo no.

— ¡Suegra! — dijo aquella rubia separándose de Leandro, apreté más fuerte mis manos y Vi como doña Yoly se la quitaba con desespero.

— ¡No soy tu suegra niña! — Ella hizo un puchero viéndola y volvió hacía Leandro abrazándolo, Vi entonces la mirada de advertencia de Doña Yoly hacía Leandro.

Déjelo suegra, si no se la quita en unos segundos y dice que está intentando algo conmigo lo voy a rebanar y cocinar pedacito por pedacito.

— Mi nuera, está allá — Señaló a mi dirección a lo que mire rápidamente a mi alrededor al sentir todas las miradas en mi, pidiendo a gritos que vaya a defender lo mío.

Pero Leandro ni siquiera la a alejado de el.

Me levanté dejando la toalla en mi butaca, camine hasta ellos y al estar enfrente de ambos mire al oji verde al ver que este la abrazaba por los hombros.

— Selene Martín — Dije viéndola, baje un poco mi mirada puesto que era un poco más baja que yo. — Su...

Aquello quedó sin terminar porque La enana con voz chillona soltó una risita burlona para abrazar y atraer a Leandro hasta su rostro.

— ¡¿Vamos a Cabalgar?! Me prometiste que me dejarías montar el caballo con un mancha en su cabeza — hizo un puchero ¿estaba hablando de mi caballo?

— No puedo Mackie, tengo cosas que hacer — Dijo riendo mientras dejaba un caricia con su dedo en su nariz.

Aclare mi garganta llamando la atención de Leandro quien rápidamente se aparto del rostro de la rubia.

— A demás el caballo ya tiene dueño — hablé yo viéndola desafiante, aparte a Leandro de su lado con una advertencia.

— ¿A si? Que triste — volvió hacer el puchero. Suspiro acercándome a Leandro tomando su mano y apartandolo.

— ¿Porque está tan encima tuyo? — dije automáticamente, el me miró sonriendo divertido, tomo mi cintura y beso mis labios.

Espero la nenita lo notará, si no lo haré que lo noté.

Todo queda entre nosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora