𑁍 Hacienda La Consentida 𑁍

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Selene Martín.

— Son las 5:45 am... Solo quiero dormir — chillo a mi madre en cuanto enciende la luz de mi habitación.

Mi madre me ignora olímpicamente y luego Suspiro sentandome y tallando mis ojos, bostezo y me estiro.

— ¡Levantate Selene! — gruño apretando mis manos al Escuchar el grito de mi madre.

— ¡Ya voy! ¡Apenas es dos de enero y es justo querer dormí un poquito más! — vuelvo a chillar levantandome de mi cama y caminando a mi armario y sacando mi ropa.

mi teléfono vibra en mi mesón y ruedo mis ojos fastidiada — Ya me levante... Cantaste despues — dije sonriendo mientras la apagó y camino ahora a mi baño.

Y así... Media hora después estoy viendo fijamente la mesa con decoraciones navideñas.

— ¿Tienes todo? — Salto en mi lugar y observo a mi madre y luego a mi alrededor.

— ¿De verdad no me puedo quedar? — Susurro sin llamar la atención de mi papá quien bufaba colocando su gorra.

— ¡Hasta papá no quiere ir!  — Mi madre fulmino a mi padre y el le sonrió de manera inocente, cuando se volteo papá me advirtió con la mirada.

Rodando mis ojos agarró mis audífonos y mi teléfono, gruño agarrando mis libros junto a mis lentes, salgo de la casa Suspirando y la cierro con llave.

— En serio... No puedo — Mi madre me lanza la última advertencia y Suspiro viendo las maletas en la cajuela de la camioneta.

"Bueno ya fue..."

Mi pensamiento permanece mientras me subo a la camioneta y miro sutilmente a mi madre.

Ella solo sonríe encendiendo el auto y papá suspira profundamente.

— Maila llegará allá así que... Estaremos 4 horas aquí — Murmuró saliendo de la residencial.

— Mamá... ¿Por cuantos días dices que vamos? — pregunté sonriendo falsamente.

Ella se detuvo en un semáforo y sonrió.

— 2 semanas — mi papá bufo se hundió en su asiento. — Alégrate... Al menos volverás a ver el viñedo.

Suspiro y abro mi libro colocandome mis audífonos con aburrimiento.

— Selene... — Suspiro levantando mi mirada con una sonrisa falsa.

— ¿Si madre? — dije viéndola, ella sonríe divertida y le sube a la radio con canciones de los 80.

— Eso a mi no me molesta — dije sonriendo y disfrutando de la canción que sonaba, Suspirando cierro mis Ojos.

Siempre imaginaba bailar aquellas canciones con el capitán América o el soldado del invierno... O el mismísimo Loki.

Ya saben... Ya se dieron cuenta, amo todo lo que tenga que ver con Marvel... Ellos son mis debilidades. Tarareo parte de la canción y veo el paisaje Suspirando, mis padres se ven mutuamente.

Sabía que algo tramaban... Lo observaba en sus miradas compartidas.

Luego de unas horas, veo el letrero de la hacienda haciendo que pase saliva. El chillido de mi madre hizo que temblara.

— Dios no lo puedo creer... ¡Estamos aquí nuevamente! — ella sale del auto y miro rápidamente a papá.

— No — dijo de forma seria, gruño cruzándome de brazos.

— Pero... — empecé pero no termine, mi madre entro al auto con una sonrisa de oreja a oreja.

— Deja de sonreír así... Pareces el guasón — Dijo mi padre ganándose un golpe de la parte de ella, lo observo hacer una mueca y luego suspira.

Todo queda entre nosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora