Empezé a ponerme nerviosa, y Jack lo notó en seguida, pues me conoce muy bien. Incluso demasiado bien. "¿Que pasa?" me dijo moviendo los labios pero sin decir nada. Con el dedo, dibuje sobre el sillón del coche letra a letra para que lo leyera. Le dije que estaba segura de que Lucas no decía la verdad. Através del mismo sistema, me dijo que me tranquilizara y que todo saldría bien. A pesar de eso yo no las tenía todas conmigo.
Después de todo, seguíamos en la carretera supuestamente de camino a la comisaría. Y el camino se estaba haciendo extrañamente largo. No recuerdo haber ido nunca a la comisaría, pero parecía que llevaramos más tiempo del que deberíamos en aquel coche. O quizá simplemente no podia suportar estar en un espacio tan reducido y con tanta tension ambiental y por eso los minutos se me hacían eternos. Intenté relajarme un poco, al final iba a volverme loca.
—Oye, Stephan, ¿no quieres descansar un poco? —dijo Lucas de repente.
—Bueno, la verdad es que no me iría mal tomar un descanso...—dijo Stephan agradecido.
Seguidamente aparcó el coche a un lado de la carretera y se cambiaron los sitios.
Stephan no tardó ni cinco minutos en dormirse en el asiento del copiloto. No pude evitar preguntarme como era capaz de dormir en aquel ambiente. Claro está que lo más probable fuese que él estuviese al tanto de todas las movidas que se traía enrtre manos Lucas. Tras unos pocos minutos en los que nadie dijo palabra, nos detuvimos en una calle solitaria y más bien oscura.
—¿Por que paramos? —pregunté.
—Esto no es la comisaría... —dijo Jack.
