Boys Cry || BajiFuyu

Capítulo 17

Las voces de sus compañeros y las llamadas insistentes de Mitsuya se escuchaban a cuarenta kilómetros de distancia a pesar de que todos estaban en la misma habitación.

En lo único que se podía enfocar Chifuyu eran en esos orbes cafés medio dormidos por el alcohol junto con las palabras que esos labios habían soltado unos segundos atrás.

"Mi corazón" se escuchaba como eco en su cabeza demasiado alto para su gusto.

Era tan fuerte su desprendimiento del mundo terrenal que Mitsuya lo tuvo que agarrar del brazo y sacudirlo para que reaccionara.

―¿Qué?―articuló Chifuyu sintiendo un rubor en sus mejillas.
―Mi corazón.―volvió a decir Baji en un tono más alto pensando que Chifuyu no lo había escuchado la primera vez.
―Baji...por qué no tomas algo de agua.―sugirió Mitsuya mientras lo alejaba poco a poco.
―Yo no quiero tomar agua.
―Pero debes.

Mitsuya quiso levantar a Baji, pero el pelinegro tomó ese movimiento de mala manera. En consecuencia, se soltó de forma brusca mientras se paraba y lo miraba con cara de molestia.

―¿Cuál es tu problema?―preguntó mientras se tambaleaba un poco hacia un lado.
―Ninguno.
―Baji creo que sí deberías de tomar agua.―dijo Chifuyu mirando al piso aún avergonzado.

El pelinegro le clavó la mirada a Chifuyu, para luego quitarse el saco y tirarse en el piso como si no hubiera dicho nada.

Hubo un pequeño silencio entre Chifuyu y Mitsuya hasta que un mensaje en el celular del rubio lo sacó del momento incómodo con un pequeño susto.

Era un mensaje de su madre diciendo que ya estaba a cinco minutos de llegar por él. Eso fue como un mensaje de los ángeles para Chifuyu.

―Ya me tengo que ir. Mi mamá está a punto de llegar.―comentó Chifuyu mientras tomaba su saco.
―¡Oigan gente, Chifuyu ya se va!―gritó de la nada Hakkai.

Los que tenían alcohol en el sistema soltaron gritos de desacuerdo pero se las arreglaron para pararse y hacer una fila.

El primero fue Mikey que le dió un pequeño abrazo con solo un brazo.

―Recuerda no usar los calcetines de la bolsa porque las naranjas no tienen colores negros.―susurró en su pecho.

"¿Qué rayos?"

Chifuyu soltó una risa mientras respondía un "Okey" y le daba palmaditas a la espalda de Mikey.

Después de eso siguió Hakkai que le hizo una pequeña reverencia para luego posar ambas manos en sus hombros.

―Fue un honor tenerlo aquí presente jovén. Espero llegue muy bien a casa.

Dicho eso, Hakkai hizo ademán de darle un abrazo a Chifuyu, pero se fue recorriendo hasta llegar con Mitsuya y darle el abrazo a él.

El de cabellos lilas aguantó una risa mientras le correspondía el abrazo con pequeñas palmadas en la espalda.

Después le siguió Draken. Se paró en frente de Chifuyu con cara seria y cuando este último pensó que no se iba a despedir, se agachó un poco para alzarlo y darle un abrazo.

Chifuyu sabía que Draken era alto, pero no se había percatado tanto de ello hasta darse cuenta de cómo sus pies no tocaban el piso.

Pasaron unos segundos, cuando de repente Chifuyu sintió la respiración tranquila de Draken y su pecho subiendo y bajando.

"¿Se durmió?"

―Ey, Draken.―lo llamó Chifuyu tratando de soltarse. Eso fue suficiente para que Draken reaccionara y casi lo lanzara al piso.