Tal vez huir era la mejor idea en ese momento. Ignorar todo lo que pasaba a su alrededor y cambiar. Cambiar de celular, escuela, color de cabello y ciudad. Irse muy lejos donde se convenciera de que sus problemas y la culpa no lo alcanzan.
Pero nad...
La conversación acabó ahí. El rubio había dicho cualquier excusa para colgar dejando a un Mitsuya confundido del otro lado de la línea. Sabía que su comportamiento no había sido el mejor, pero no pudo evitar sentir un atisbo de fastidio al enterarse de que Maira era la novia de Baji.
Ahora cada vez que escuchara ese nombre su cuerpo se llenaría de una gran incomodidad.
Ya habían pasado unos treinta minutos desde que terminó su llamada con Mitsuya y él seguía sentado en el mismo lugar sin saber que sentir. Se recostó mirando al techo, empezando a analizar todos los pensamientos que pasaban por su mente.
La primera vez que vió a Baji se sintió atraído, no lo iba a negar. Eran de esas personas que inconscientemente volteabas a ver en la calle. Luego se enteró de que estaba en una banda y luego lo de que quería ser veterinario. Pero el problema aquí era que Baji tenía pareja, y Chifuyu podía pensar muchas cosas pero jamás pensaría en acercarse a una persona con pareja.
O al menos eso se dijo en ese momento.
Se puso una almohada en la cara sintiendo como la culpa quería salir de sus ojos. Eran demasiados sentimientos para ser el primer mes en el instituto y todavía le quedaban tres años menos un mes.
Todo lo que estaba ocurriendo no le pasó por la cabeza ni una sola vez. Chifuyu había pensado que iba a conocer a una linda chica o chico, le daba igual, pero hasta meses después de iniciar el ciclo escolar, no en caer por el primer compañero que entrara por la puerta del aula el primer bendito día de clases.
Tal vez todo lo que sentía era admiración y solo eso.
Chifuyu se quitó la almohada de la cara con una expresión de revelación genuina.
"Entonces eso es."
Había visto a Baji por primera vez y le había agradado por su forma de ser y por su popularidad. De seguro estaba confundiendo eso con otra cosa y en realidad lo único que quería era ser cercano a él como su mejor amigo.
Con ese pensamiento en mente se levantó de su cama, dirigiéndose abajo y pedirle permiso a su madre para asistir el viernes a la reunión o fiesta del hermano de Hakkai.
Sorpresivamente se sentía más liviano, como si el peso mental que había cargado por varios días desapareciera.
O tal vez simplemente en su estado de negación quiso ser feliz con otra idea que muy dentro de sí sabía que era mentira.
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La mañana del viernes se podía escuchar en los lamentos de los estudiantes que iban entrando de a poco al salón de clases. Todos ya querían terminar sus proyectos aunque supieran que les quedaban otros tres períodos de sufrimiento.
Chifuyu se encontraba inusualmente calmado. A decir verdad todo se encontraba inusualmente calmado. La mañana siguiente a la pelea de Mikey y Baji, ambos habían actuado como si nada hubiera sucedido. Y hoy, que era viernes, hablaban como los buenos amigos que eran.
