Boys Cry || BajiFuyu

Capítulo 13

―No te estreses si me ves enfrente de ti todo el tiempo.

Chifuyu ya quería arrancar, pero no confiaba en la sinceridad de Baji cuando este le propuso el típico "A la cuenta de tres." Así que sacó su celular y puso una pequeña alarma que iba a sonar en quince segundos. Se guardó el aparato en el bolsillo delantero del pantalón mientras acomodaba sus pies en los pedales.

―¿Listo para perder?

"Cinco"

―Ahora el hablador eres tú.―respondió Chifuyu.

"Cuatro"

―Se dice encantador.

"Tres"

Chifuyu soltó una carcajada.

"Dos"

―Ríe mientras puedas.―dijo Baji.

"Uno"

―Lo haré ahora y después.

Cuando el sonido final de la alarma llegó a los oídos de ambos, la carrera comenzó con Baji a la par de Chifuyu.

El rubio dejó que Baji lo arrebasara de vez en cuando ya que no quería cansarse. Además, se notaba que las fuerzas en las piernas de su compañero se agotaban rápido de vez en cuando.

Así estuvieron unos dos minutos hasta que Chifuyu pudo ver la meta aproximarse. Tomó aire mientras se paraba en los pedales acelerando en demasía y dejando a Baji muy atrás.

Unos metros antes de llegar Chifuyu volteó a su lado izquierdo, viendo que Baji había copiado su técnica, pero ya no le importaba. O al menos eso pensó cuando vió la parte delantera de un carro aproximarse.

Chifuyu frenó en seco haciendo que su cuerpo y la bicicleta se fueran hacia adelante. Aterrizó con la parte derecha de su cuerpo, sintiendo como un pedal le raspaba la pierna.

Vio a Baji desacelerar sin dejarlo de ver, pero por esa acción no pudo ver el coche que tenía enfrente.

―¡Baji el carro!―gritó Chifuyu aún tirado en el asfalto.

El pelinegro volteó justo en el momento en el cual el conductor hacía sonar el claxon, pero ya era muy tarde.

La llanta de su bicicleta chocó con una luz, quebrándose en el acto. Su cuerpo se alzó estampándose con el parabrisas para luego caer por la parte izquierda del carro.

Chifuyu pudo sentir como se le iba el alma a los pies.

El conductor se bajó del carro viendo a Baji tirado en el piso a un lado de su coche. Se agachó empezando a moverlo mientras sacaba su celular para marcarle a alguien, que Chifuyu dedujo era la ambulancia.

El rubio se paró como pudo corriendo a donde estaba su amigo y cuando llegó a él se agachó, ignorando el dolor en su pierna.

―¿Baji? ¡Baji!―lo llamó desesperado mientras solo alcanzaba a tocarle el brazo. No sabía qué hacer. No tenía ni la más remota idea de cómo dar primeros auxilios y el tiempo seguía corriendo.

―¡¿Qué estaban haciendo en medio de la calle?!―le preguntó el conductor mientras se paraba aún con el celular en la mano.

―Es que...yo...

De la nada, una risa llegó a los oídos de Chifuyu haciendo que la atmósfera estresante se desvaneciera. Miró hacia abajo topándose con un Baji risueño que se quitaba el cabello de la cara.