You can stay ✧ Hyunlix

13

Pasaron los días y Hyunjin era cada vez más apegado a Seungmin. Estaba con él la mayor parte de su tiempo libre y siempre tenía buen ánimo cuando de jugar con él se trataba.

Esto sin mencionar que ambos dormían en la cama de Hyunjin, abrazados hasta quedarse dormidos, mientras que Felix pasaba frío en el duro sillón de la sala donde apenas podía dormir pensando en lo que esos dos estarían haciendo.

Felix no estaba herido, estaba destrozado.

Un día era el rayo de sol de Hyunjin, y ahora otra persona se encargaba de darle luz a su vida. Aparentemente, una luz mucho más intensa de la que él pudo darle.

Odiaba a Seungmin, lo odiaba con cada centímetro de su ser, pero ya no tenía sentido discutir con él, no cuando solo conseguiría que Hyunjin lo rechazara aún más.

Esa tarde, Hyunjin llegó del trabajo con una ancha sonrisa en el rostro que achicaba sus ojos, haciéndolos dos medialunas. Felix quiso levantarse del sillón para abrazarlo, pero Seungmin fue más rápido y lo hizo en su lugar.

Después de darse un largo abrazo lleno de cariño, Hyunjin le dió a Seungmin una pequeña bolsa de regalo.

─Es para ti ─sonrió.

El híbrido de perro abrió con prisa la bolsa, notando que adentro había un collar negro con detalles plateados. Esbozó una sonrisa y le pidió a Hyunjin que se lo pusiera, quien aceptó gustoso. Todo bajo la mirada apagada de Felix.

Un nudo se formó en su garganta y una presión sofocante se acumuló en su pecho. Lentamente, las lágrimas comenzaron a caer, dejando un rastro húmedo de tristeza en sus mejillas rojizas.

Él siempre deseó que Hyunjin le regalara un collar.

─¿Cómo me veo? ─preguntó Seungmin cuando aquel lindo choker estuvo adherido a su cuello.

─Precioso.

─Felix, ¿no te parece bonito? ─preguntó.

Limpió rápidamente sus lágrimas y asintió con la cabeza.

─Jin, ¿no le trajiste nada a Felix? ─preguntó, sintiéndose mal por él.

Hyunjin abrió los ojos y miró a Felix, dándose cuenta de que había olvidado comprarle algo, incluso los duraznos que le había pedido hace unos días porque se habían acabado y eran lo único que le gustaba desayunar.

No importa. Se los compraría después.

El humano tomó asiento en el sillón, dejando un espacio en el medio donde se suponía que se sentaría Seungmin. Sin embargo, este tropezó a mitad de camino y lloriqueó al lastimarse la rodilla.

No había ningún bache con el que pudiera tropezar. Felix parpadeó varias veces, incrédulo, y es que se había caído a propósito. Aún así, sacudió la cabeza pues seguramente era la falta de sueño que lo hacía imaginar cosas.

Pero Hyunjin no lo vio de esa forma y se alarmó apenas vio a Seungmin gimotear.

─¿Te hiciste daño? ─lo ayudó a reincorporarse.

─S-Sí... ─balbuceó, señalando con la mirada su rodilla.

─Solo es un golpe ─comprobó luego de mirar la herida. Lo más probable era que le saldría un moretón, nada grave.

Regresó al sillón y le hizo ademán a Seungmin de que se sentara sobre sus piernas. Al hacerlo, el humano acarició su rodilla lastimada para ayudar a que cesara más rápido el dolor.

Esa fue la gota que colmó el vaso de agua.

Felix emitió un maullido largo e intenso, como el de los gatos cuando estaban a punto de atacar y se lanzó encima de Seungmin con tanta fuerza que ambos cayeron al suelo, generando un golpe en seco.

Ahí comenzó una pelea donde Felix lanzaba arañazos sin detenerse a ver en dónde caían, mientras que Seungmin mordía sus orejas y otros lugares sensibles, arrancándole algunos sollozos.

Si bien Seungmin era mucho mayor en tamaño y en fuerza, Felix era más rápido y ágil.

Hyunjin intentó interferir pero recibió una fuerte mordida de parte del perro, dejándole en claro que no debía entrometerse.

Un arañazo fue a parar en el cuello de Seungmin, logrando así destrozar el collar y a su vez, dejar rasguños en su piel de los que comenzó a brotar sangre. Eso llenó de furia a Seungmin, por lo que gruñó al mismo tiempo que alzó la mano para rasguñar a Felix en la cara, dejándolo aturdido. Iba a aprovechar la oportunidad para atacarlo en su momento de debilidad de no ser porque Hyunjin se ubicó en el medio de los dos.

─¡Deténganse! ─exclamó, logrando su cometido, pues ambos híbridos se quedaron quietos y lo miraron con atención.

Felix tenía la esperanza de que Hyunjin se diera cuenta de lo malvado que era Seungmin y finalmente se deshiciera de él.

─Felix, necesito que me des una explicación.

No, no, no, era Seungmin quien tenía que darla, no él.

─¡Yo no hice nada!

─¡No mientas! Tú lo atacaste primero y mira cómo lo dejaste ─dijo con rabia.

Felix le dedicó una mirada rápida al perro y pudo ver que tenía arañazos por todas partes, en especial en los brazos y en el cuello. Algunos tenían sangre.

─Se ve mejor así ─admitió con sinceridad.

─Discúlpate ─demandó Hyunjin.

─No lo voy a hacer ─se negó rotundamente, frunciendo el ceño─. Es él quien debería disculparse.

─¿De qué hablas?

─Seungmin no debería estar aquí, hyung. Nos está dividiendo ─dijo a nada de empezar a llorar otra vez.

─No, quien nos está dividiendo eres tú con estas tontas peleas con Seungmin, quien no ha hecho nada malo para ganarse tu desprecio.

Los ojos de Seungmin se llenaron de lágrimas.

─¡Quiere quedarse contigo y hacerme a un lado!

─No tengo idea de lo que está diciendo... ─dijo Seungmin, comenzando a llorar─ Jin, me duele mucho ─sollozó, haciendo referencia a sus heridas.

─Lo sé, las curaré enseguida ─lo tomó de la mano para darle apoyo, luego volteó a mirar a Felix seriamente─. Lo que hiciste es grave, estás castigado hasta que entiendas que la solución no es usar la fuerza bruta.

Hyunjin se llevó a Seungmin al baño, donde usaría el botiquín de primeros auxilios para curar sus heridas pacientemente y cubrirlas con banditas.

Mientras tanto, Felix caminó encorvado hacia el sillón, en donde se echó para tratar de dormir y distraerse del ardor en su rostro.

Su humano no le creyó. No confiaba en él y eso le dolía más que los rasguños que Seungmin le hizo en la cara.