Al cabo de un par de meses, el embarazo de Felix estaba avanzado y su panza era tan grande que le impedía dormir bien porque los movimientos eran limitados, pero eso no evitaba que Hyunjin lo abrazara cada noche sin falta.
En ocasiones incluso jugaba con los bebés a través de su panza, ellos sorprendentemente le correspondían dando pataditas que los hacían reír. Era increíble la conexión que sentían con Hyunjin incluso antes de nacer.
Ambos se encontraban mucho más conectados con los bebés. Felix era el más receptivo y notaba que respondían a sus voces, a los juegos con Hyunjin, a los momentos de calma y a la música.
Significaba una gran felicidad para los dos poder compartir momentos tan pequeños y especiales con los bebés, en la espera de poder conocerlos y tenerlos en brazos.
La mañana del domingo 12 de mayo, la feliz pareja yacía durmiendo plácidamente en la cama en posición de cucharita cuando Felix despertó por un dolor en el abdomen que lo hizo sentarse de golpe. Su mano se posó en la parte inferior de su panza por inercia y la acarició un poco. En los últimos días sentía dolores como ese apenas perceptibles, por lo que no veía necesario contarle a Hyunjin al respecto.
─¿Está todo bien? ─preguntó el humano sentándose a su lado y examinándolo en busca de algo que no encajara.
─Todo bien. ¿Vamos a desayunar? Quiero tostadas.
─¿Son tus antojos? ─rió mientras se acercaba al menor para dejar un beso en su mejilla.
─Claro que no ─negó con el ceño fruncido. No le gustaba que mencionara sus antojos.
─Voy al baño y luego le hago unas tostadas al embarazado gruñón ─dijo a modo de broma. Felix soltó un bufido como respuesta.
Un rato más tarde, ambos estaban en la cocina. Mientras Hyunjin preparaba las tostadas, el híbrido sentía dolores cada vez más intensos y se iba al baño o a la habitación para disimular los quejidos y no alarmar a Hyunjin. Como no sabía lo que realmente estaba pasando, no le dijo nada para no preocuparlo, pero el humano ya intuía que algo andaba mal.
Felix se comió las tostadas con pesar. Las contracciones se volvieron más seguidas y dolorosas, le impedían incluso moverse y ya no podía disimularlas. Lloriqueó al sentir una que alarmó a Hyunjin, quien se levantó de golpe de la mesa y se le acercó.
─Me duele ─le dijo con los ojos cerrados fuertemente─. Hyunjin, me duele.
─Aguanta, iremos a la clínica ─fue lo que alcanzó a decirle, pues los nervios lo invadieron de repente y comenzó a caminar de un lado a otro.
Se le olvidó todo lo que tenía que hacer cuando llegaban las contracciones, su mente se había quedado en blanco y no fue sino hasta que escuchó los gimoteos de Felix que reaccionó.
Fue a la habitación y tomó la mochila con ropa y otras cosas que tenían guardada para cuando se presentara esa situación. Guardó en ella las llaves del departamento y ayudó a Felix a levantarse para irse.
En el ascensor tuvo una contracción que lo hizo doblarse a la mitad. De no haber sido por los brazos de Hyunjin, estaría en el suelo.
Al estar afuera del edificio, sólo tuvieron que subirse a un taxi que los llevara lo más rápido posible a la clínica. Llegaron en cuestión de unos cinco minutos y fueron atendidos de inmediato. A Felix lo sentaron en una silla de ruedas y lo llevaron con prisa a una sala.
─No te separes de mí ─le rogó a Hyunjin con miedo puro reflejado en sus ojos esmeralda.
Hyunjin entró con él a la sala y estuvo a su lado cuando lo prepararon antes de acostarlo en una camilla. Comenzaron a llegar varios doctores que llevaban puestos gorros y guantes azules. Felix tembló de los nervios al ser pinchado para la anestesia, hasta que Hyunjin le sostuvo la mano. El híbrido se sintió mal por apretarla con tanta fuerza que hizo crujir sus dedos.
Pero Hyunjin no se quejó ni le reprochó, al contrario. Habló con él y le dio palabras de aliento para confortarlo.
La cortina que yacía en medio de su cuerpo le impedía ver lo que estaban haciendo los doctores, entonces sus orejas se sacudieron violentamente al escuchar los llantos de un par de bebés.
Hyunjin pudo ver como cosieron a Felix. Finalmente sintió el calor de ambos bebés en su pecho, eran tan pequeños. Una sonrisa se dibujó en el rostro ajetreado de Felix cuando vio las orejas ligeramente peludas que se alzaban en las cabezas de ambos niños, y los escuchó gimotear bajito como un par de gatitos. Les dio un beso en las mejillas a cada uno pero nada más, porque al instante se los llevaron.
Los cuatro permanecieron al menos dos días en la clínica en lo que Felix se recuperaba de la cesárea y los bebés permanecían en observación.
Hyunjin los cargó por primera vez el día en el que se fueron de la clínica, y sintió ganas de no soltarlos nunca. Eran sus hijos. Aquellas pequeñas personas que yacían en sus brazos, eran sus hijos.
─Ella tiene tus ojos ─le dijo Felix sonriendo enternecido.
Hyunjin los miró, Minseo tenía los ojos miel oscuro conservando la pupila gatuna que indicaba que era una híbrida cambiaformas, al igual que su papá. Su cabello y orejas eran negras por completo.
─Y él tiene los tuyos.
Felix asintió, consciente de que Minseok tenía los ojos verdes brillantes y filosos como los suyos. Sin embargo, sus orejas tenían manchas blancas y algunos mechones de su escaso cabello también.
Cuando estuvieron en el departamento, fueron a su habitación, donde estaba la cuna en la que dormirían los bebés. Felix acostó a la niña y Hyunjin al niño, pues se habían quedado dormidos después de comer.
Los dos se quedaron admirando la imagen frente a ellos, sus corazones rebosaban en alegría y amor. Eran una familia ahora.
─Somos padres ─dijo Felix como si no lo creyera aún.
─Así es ─sonrió mientras lo abrazaba protectoramente.
─¿Y ahora qué?
─¿Cómo que "y ahora qué"?
─No lo sé. Es decir, ya tenemos a los bebés. ¿Qué haremos ahora?
─Cuidarlos y amarlos me parece un buen comienzo. Ya veremos qué hacer después. Todo a su tiempo.
Felix le robó un casto beso en los labios, demostrándole con esa pequeña acción lo feliz que se sentía por tenerlo en su vida, por tener una familia con él.
Ambos sabían que lo que se venía no era fácil, los esperaban largas noches de desvelo y muchos pañales que cambiar, pero todo eso valdría la pena al ver crecer a los gemelos y vivir junto a ellos una vida llena de risas y juegos infantiles, besos de buenas noches y mesas de navidad llenas.
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You can stay ✧ Hyunlix
FanfictionHyunjin creyó haber adoptado a un gato común y corriente, pero se equivocó y ahora tendrá que aprender a lidiar con un chico de orejas peludas y una inocencia igual a la de un niño de cinco años. ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ • Romance, fluff, drama, angst, smut. • Híbri...