Eligeme [IronStrange]

4

— Responde Rogers, ¿Qué hace el aquí?

— Tony porfavor cálmate, ni siquiera notaras que Bucky estará aquí, el se mantendrá alejado de tí.

— No me pidas que me calme Rogers, tú y yo sabemos muy bien lo que sucedió realmente, dejar que te quedes y ver tu cara ya es un gran esfuerzo para mi, puedo soportarlo pero quiero a tu amigo fuera de aquí.

— Tony porfavor...

Steve intento tomar la mano de Tony en un acto desesperado por tranquilizarlo, el genio al darse cuenta de sus intenciones apartó la mano de Steve de un manotazo, la idea de que Steve lo tocara no era agradable para el genio, cada vez que lo veía solo podía recordar lo ocurrido en Siberia, que lo tocase era algo que el millonario no quería que ocurriese.

— Ni se te ocurra tocarme Rogers.

Steve apretó su mandíbula y bajó la mirada rápidamente, Tony lo odiaba, pero no podía culparlo, el tenía la culpa después de todo.

— Todos salgan, Peter les mostrará sus habitaciones, Rogers, Barnes y yo tenemos que hablar.

A pesar de las múltiples quejas de las personas presentes terminaron accediendo y fueron saliendo uno por uno hasta que finalmente quedaron ellos tres en esa Sala.

Hubo un silencio durante al menos dos minutos, silencio que Bucky decidió romper siendo el primero en hablar.

— Stark... Yo no intenté hacer que ellos te odien, les conté lo que pasó pero-

— Te voy a detener ahí Barnes, no me interesa saber eso, puedes quedarte, pero intenta no acercarte mucho a mí, no todos los días soy tan paciente.

— Tony yo-

— Muy bien señores, me retiro.

Dicho eso Tony aplaudió con ambas manos y caminó hacia la puerta, cuando colocó su mano en la manija de la puerta la mano de Rogers se colocó sobre la del genio.

— Tony...yo aún te amo, entiendo que estés molesto-

— Escucha bien Rogers, no lo entiendes, así que no digas que lo haces porque si lo entendieras aunque sea un poco no habrías traído a ese bastardo aquí.

El genio apartó la mano de Steve de la suya y abrió la puerta, al abrirla se percató de la presencia de Stephen, rápidamente cerró la puerta quedando así frente a frente.

El hechicero abrió sus ojos y pudo observar el rostro del millonario, parecía estar sufriendo, es como so estuviera a punto de llorar, pero nada, nada salió de sus ojos cosa que provocó en el pecho de Strange un dolor, una sensación que nunca antes había experimentado, ¿Por qué le importa tanto lo que le pase a ese hombre?

— ¿Te encuentras bien?

— Estoy bien maguito, por cierto gracias por las donas.

— ¿Por qué dejaste que se quede aquí? Parece que no te agrada en lo más mínimo.

— Podría dejarme cegar por la ira pero si lo hago no podré ver todo el panorama, es simple, yo tengo preguntas y el respuestas, me es de utilidad.

— No puedes seguir lastimandote así Tony, debiste alejarte de todas estas personas.

— Hey Doc, todo está bajo control, ahora iré a dormir, también deberías hacer lo mismo Merlín.

Tony dió unas palmaditas en el hombro de Strange y caminó hacia su habitación con la caja de donas en mano. Stephen solo suspiro y vió al genio desaparecer por los oscuros pasillos.