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Habían pasado ya algunos días desde la reconciliación de Stephen y Tony. Durante esos días habían salido a citas o simplemente a caminar por ahí, callando así los rumores de que habían terminado, si bien habían terminado y no eran pareja como antes, ahora estaban intentando retomar su relación, lento pero disfrutaban los momentos.

Ahora mismo Tony se encontraba con el pelirrojo en su Oficina. Recientemente habían vuelto de una tediosa cena con un accionista. No fue del agrado para ninguno de los dos.

— Señor, ¿Quiere que le traiga su cena?

— Volkov, eres mi asistente no mi esclavo o algo así, desde que llegaste jamás has salido a excepción que sea por trabajo o conmigo, ¿por qué no te tomas unos días?

Volkov guardó silencio unos segundos, si bien Tony tenía razón, él en cambio no tenía razones para pedir días libres ni nada parecido.

— Agradezco la oferta Señor, sin embargo mi misión, perdón, mi trabajo es quedarme con usted, no es necesario los días libres.

Anthony arqueó una ceja por la palabra "misión" si bien Volkov podría haberse confundido con las palabras eso sin dudas llamó su atención.

— ¿Misión?

Damián le dió una sonrisa nerviosa y llevó su mano detrás de su nuca para posteriormente rascarse.

— Fui soldado un tiempo, supongo qué aún tengo la costumbre con algunas palabras —. Dijo Volkov, el pelirrojo le sonrió al castaño y sé dirigió a la puerta. Ya estando ahí la abrió y dió un vistazo al genio quien se encontraba mirándolo también. — Le traere la cena Señor.

Finalmente Tony se quedó solo en la habitación. Dejó caer su peso en la silla y soltó un suspiro de cansancio. Leer tantos papeles hacía que su cabeza doliera. Definitivamente no extrañaba ser CEO.

A pesar de que deseaba dejar los papeles e irse a jugar en su taller no podía. Debía terminar de revisar algunas propuestas que los accionistas habían dado para subir aún más las ventas de Stark Industries. Tony pasó un buen rato revisando las propuestas hasta que Stephen entró a la Oficina con una bandeja con comida en sus manos captando inmediatamente la atención del genio quien levantó su vista de los papeles y sonrió inmediatamente.

— Creí que Volkov traería la cena.

— Así iba a ser, sin embargo llegué y creí mejor ser yo quien lo hiciera, supuse que te haría bien verme.

Tony no pudo evitar reír. Stephen dejó la bandeja sobre el escritorio del genio para que pudiera comer y él se sentó en un sofá cerca del genio.

— ¿Cómo te va con tus cosas de hechicero? —. Preguntó Tony mientras se llevaba un trozo de carne a la boca.

— Bien, lo usual, ya sabes, pelear con criaturas interdimensionales y esas cosas.

— Oh, si claro, yo hago eso todos los fines de semana —. Dijo con sarcasmo Tony. Stephen río por el comentario de su castaño y dejó salir un suspiro.

— Y bien, ¿Cómo vas con lo del suero?

— Sé los componentes de mi suero, al igual que el de Steve y Bucky.

— ¿No sería peligroso si esa información cae en manos equivocadas?

— Así es, por eso mismo hice la investigación sin ayuda de Friday, ya sabes, en hojas de papel, hace días las quemé.

— ¿Ahora solo existe en tú mente?

— Así es, aunque aún hay un pequeño riesgo logré que disminuyera, sin embargo aún no logro entender para qué desean recrear el suero, Hydra no ha hecho ningún movimiento en todo este tiempo, al menos no uno importante —. Tony dejó salir un suspiro. Se encontraba frustrado por no lograr decifrar lo que planeaba Hydra. — Y me hago llamar genio...

Eligeme [IronStrange]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora