Guía para lidiar con un alfa... y no morir en el intento (TodoIzu)

Capítulo XXI

Análisis de Todoroki Shouto: Número once

—Por sus cualidades viscosas, podría usarse como medida de primeros auxilios en vendajes compresivos para evitar hemorragias. Puesto que su desventaja más problemática es el sangrado tras usarlo mucho, podría agregar un cinturón con características especiales... Entre paréntesis, estudiar más... Para almacenar pelotas. —Todoroki pausó y se encontró con la mirada de su novio del otro lado del sofá, como si estuviera despertando de un sueño—. Sería muy útil si hace esto, considerando que Mineta es inmune a la viscosidad de su kosei...

—¡Pensé exactamente lo mismo! —Asintió.

—Admiro muchísimo cómo te detienes a analizar a cada persona con la que te cruzas.

—N-no es nada...

—Es un gran talento.

—Bueno... Si no hubiera heredado One for All, quizás me hubiera dedicado a eso.

—Te hubiera contratado en mi agencia.

—Pasarías de mi existencia, Shouto. —Rio, acalorado.

—Nos enamoraríamos. —Midoriya se carcajeó un poco más—. Estamos destinados, Izuku, por supuesto que me habrías dejado prendado desde el primer momento.

Acarició su pie con cuidado mientras Izuku lo miraba de forma indescifrable. Separó los labios y dijo:

—Probablemente, me hubieras tenido de fan número uno en tu realidad alternativa.

—Eres mi fan número uno, en esta realidad y en cualquier otra. —Todoroki curvó los labios—. Eres impresionante.

Midoriya desvió la mirada, sonrojado. Amaba que Todoroki siempre le recordara su valía, pero a veces sentía que su corazón no podría soportar sus halagos, ni tampoco el amor que le profesaba.

—¿Te parece si continuamos?

Midoriya asintió y se acomodó mejor la laptop sobre el regazo. Todoroki tomó el cuaderno, desgastado por el lomo, y siguió dictando. El propósito de Midoriya a corto plazo era digitalizar cada uno de sus cuadernos de análisis, y confiaba lo suficiente en Todoroki como para dejarlo leer en voz alta cada uno de sus apuntes, a pesar de que sus comentarios y que reiterara tanto su genialidad estaba a punto de causarle que el corazón le estallara. Apenas se percató de la sonrisa de Todoroki cuando tomó otro cuaderno, mientras Midoriya editaba algunos errores de tecleo.

—Análisis de Todoroki Shouto. Vaya... Número once...

—¿Qué? ¡E-eso no debería estar ahí!

—Oh... —Todoroki esgrimió una sonrisa divertida, evadiendo uno de los látigos negros de su novio—. Mi celo viene cada 61 días y has notado un cambio en el patrón en los últimos meses. ¿En serio me comporto más cariñoso? ¿Por qué te gusta compararme con un gato gigante? Y... —Todoroki se sonrojó un poco.

—¡No! ¡Shouto!

—No sabía que te gustaba hacerlo conmigo en mis últimos días de celo más que en los primeros... Lo siento si te lastimé. Es difícil controlarme.

—¡N-no! —Midoriya estaba completamente rojo, al punto que despedía humo por las orejas—. No es eso... Es solo que eres un poco insaciable y... Y soy un beta y no puedo aguantar tanto y...

—Trabajaré en ello, pero también tienes que decírmelo. —Agitó el cuaderno, aún con esa sonrisa de diablillo—. A mí me gusta cuando tú tomas la iniciativa.

—Yo...

—Y me gusta cómo me besas. Me he llegado a cuestionar dónde aprendiste a besar tan bien.

—E-eso...

—Pero ¿sabes qué es lo que más me gusta? Que tengas un cuaderno de análisis para mí, no para quien soy como héroe, sino para quien soy para ti. Me hace sentir que te importo y que me amas.

—Eso es cierto, pero... En ningún lado dice que no me guste en tus primeros días de celo. Además, no puedes leer ese cuaderno. Es mi guía para lidiar contigo.

—Ah.

—Sí, aquí está anotado todo lo que sé sobre ti, y no quiero olvidar nada.

—Izu. —Acarició el empeine de su pie—. Eres tan adorable. Quizás yo debería empezar a escribir todo lo que sé de ti.

—Entonces, reclamaré mis derechos de autor sobre una idea tan original y genial.

—Y tendrías que mostrarle al mundo esos cuadernos, y dudo que sobrevivas a esa situación con lo rojo que te pondrás.

—Buen punto.

Todoroki se estiró para quitarle la laptop y dejarla sobre la mesa baja con cuidado. Logró meterse en el espacio entre sus piernas y apoyó la barbilla de su pecho, perdiéndose en cada rasgo de su rostro, la curvatura de su nariz, las pecas espolvoreadas, la forma redondeada de sus ojos, y sus rosados labios entreabiertos.

—En el cuaderno decía que también te gustaba que me acostara sobre tu pecho. Y que te vea como...

—No lo digas.

—Como si tu sola presencia pudiera eclipsar mi mundo entero.

—¡Ugh!

—Pero es la verdad. Cuando te veo, te veo solo a ti, con tus virtudes y defectos y pienso "ah, quiero conocerlo más". —Rio cuando Midoriya puso los ojos en blanco, a pesar de que en sus pupilas irradiaba el brillo de lo conmovido que estaba—. En particular, me gusta cuando me acaricias el cabello. Me relaja. Deberías anotarlo.

—Ya está anotado en el primer cuaderno.

—Oh, ¿hay más?

—¡No puedes buscarlos! —Apretó su nariz y Shouto parpadeó porque nunca le había hecho eso.

—Vale, respetaré tu privacidad.

—Gracias.

Shouto le sonrió y Midoriya le devolvió el gesto, ambos dejando entrever lo enamorados que estaban del otro, a pesar de los años juntos. Sin embargo, la sonrisa de Todoroki se trastocó a una sugerente.

—Te gusta más a finales de mi celo... ¿Y qué tal a mitad de mi ciclo como ahora?

—Oh, no sé. —Midoriya le siguió el juego, aunque Shouto podía sentir su corazón golpeteando contra su pecho—. ¿Quizás debería investigarlo?

—Investígame.

Midoriya se rio, secundado por Shouto mientras se inclinaba para besarlo. Y eran esos besos con sabor a carcajadas los que ambos descubrirían que amaban más.

Continuará~

¡Muchas gracias por leer!

N/A: Estuve a nada de poner algo tipo "pero tú eres mi mundo, Izuku", pero pensé que estaría muy usado y sería demasiado cursi, aunque eso no quita que sea cierto jajaja

Bien, quedan cuatro capítulos y aún no termino de escribir el último. Creo que publicaré uno más, para subir los siguientes dos mañana y el último en algún punto entre estas dos semanas.

¡Tengan un excelente inicio de semana!

¡Plus Ultra! >.<