⸺5 | Yes to Heaven⸺

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Yes to Heaven

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Mi pie chocando contra el suelo produce un sonido algo desesperante, pero no puedo evitar hacerlo; algunas personas me ven, irritadas, pero eso no es impedimento para continuar con mi pequeño tic nervioso.

Es jueves, y el fin de semana no fue tan pesado. No pude pasar tanto tiempo como hubiera querido con Peter, pero al menos pudimos tener un pequeño maratón de películas y series para calmar el mal trago que le dio una patada en la nariz. Y la semana me ha sentado bien, o bueno, no ha sido tan desagradable. He podido convivir con Peter, y eso es suficiente para mí.

Aunque también tuve una buena charla con mi maestro de algebra sobre mi ausencia en clases, mi falta de participación, y las pocas tareas entregadas. En resumen; tengo que sacar un diez en el próximo examen para poder considerar la materia aprobada.

Y ahora estoy aquí, afuera del despacho de mi jefe en Ahoy. Claro que no tenía tantas ganas de seguir trabajando, pero no tengo de otra. 

El miércoles estuve dos horas haciendo un guión en donde anoté como le suplicaría a mi jefe para que no me despidiera, podría comentarle sobre la escuela, la muerte del tío Ben, y tal vez que estaba preocupada por mis padres. 

Jugueteo con mis dedos, pero el sonido de la puerta siendo abierta me hace elevar la vista; mi jefe me ve con su usual mirada seria, entre sus labios tiene un cigarrillo, y sostiene un periódico en la mano derecha. Pasea la vista por las otras personas que están en las sillas de espera, y luego me ve fijamente.

—Adelante.

Entro a la oficina con nerviosismo y me siento en la silla frente al escritorio. El señor Watson apaga su cigarrillo en una planta y se sienta frente a mí. Acomoda el periódico frente a él, y luego me ve.

Mi mirada viaja a la primera plana del periódico, y una mueca se forma en mi rostro cuando veo el titular: "¿Nuevo justiciero?", y una foto de Peter peleando contra unos delincuentes en un callejón oscuro. Es bueno que ese traje cubra por completo su rostro.

—Puede hablar —Aparto la vista del periódico para ver a mi jefe, y luego me aclaro la garganta.

—Yo..., lamento mucho haber faltado por tres días al trabajo. Pero es que un ser cercano falleció hace poco, y no me sentía con muchos ánimos para trabajar, y también he tenido que estar muy centrada en la escuela.

—Señorita Gray, su padre y yo somos cercanos, viejos amigos. La conocí cuando estaba en pañales, y créame que se cuándo un familiar de su familia fallece, y créame que sé que a su familia no le afecta demasiado.

—Quien murió no es un familiar, es el tío de mi mejor amigo. Yo conviví mucho con él, y me afectó esa muerte tanto como si hubiera muerto un primo o un tío.

—Ha llegado tarde los últimos dos meses, pocas veces cumple con sus jornadas completas...

—Le juro que si me da una oportunidad nunca más volveré a llegar tarde, ni faltare —Lo veo, nerviosa.

—Última oportunidad —Me señala amenazadoramente cuando nota que doy pequeños saltos en mi asiento—. Pero una vez más en donde llegue tarde, o en donde no llegue, la despido.

Asiento rápidamente. 

—Muchas gracias, señor. No volveré a fallar —Me levanto y salgo de la oficina. 

𝑰𝑵𝑬𝑭𝑨𝑩𝑳𝑬 | Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora