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Out of my league
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Nunca fui amante de los lugares concurridos, y tengo muy buenas razones. No solo es mi horrible don, también es porque, simplemente, me desespera ver mucha gente siendo aplastada entre sí.
Me marea el simple hecho de ver cómo la gente se empuja para poder llegar a algún destino; así estoy justo ahora.
Es la hora más concurrida del comedor, la hora en la que los adolescentes salen desesperados de las aulas para poder agarrar, aunque sea, una pizza congelada sin sabor alguno. Y la comida no es lo más cotizado, las mesas son las que se acaban en poco tiempo.
Si quieres una mesa debes salir del salón cinco minutos antes, o ser estúpidamente rápido para poder quitarle la mesa a alguien.
Peter ve la gran cantidad de gente y luego a mí. Lo hace veinte veces más antes de permitirse hablar.
—Aun podemos ir a las canchas y ordenar hamburguesas —dice, mirando cómo los alumnos se empujan para poder agarrar una charola de comida.
—Debemos ser más sociables, Pete.
—¿No hay otros momentos para serlo? Podríamos socializar en una situación menos... estresante.
—Robin sale siempre antes, debe tener una mesa —Veo entre la gente, buscando el cabello bien peinado de Robin—. Ahí está.
Peter sigue mi mirada y ve a Robin junto a Gwen. Ambos ocupan una mesa. Algunos estudiantes los ven con envidia por haberles ganado esa mesa. Esa es una regla rara; si no eres amigo de quien ocupa la mesa, no podrás sentarte ahí. Lo sé, reglas de adolescentes promedio.
—¿Segura de que quieres meterte... ahí? —Vuelve a ver el mar de gente.
—No seas tímido —Tomo su mano para guiarnos por entre los estudiantes. Es un trabajo casi imposible, pero logramos llegar a la mesa ocupada por la rubia y el castaño—. Hola.
La mirada de Robin se eleva de su cuaderno y nos ve con una mueca de frustración, pero, apenas nos reconoce, una sonrisa se forma en sus labios. Gwen también nos ve con una sonrisa tímida, pero sus ojos no se apartan de Peter.
—¡Laila! No pensé que vinieras —Robin se hace a un lado para dejar un gran espacio entre él y Gwen—. Siéntense.
Me siento junto a Robin, y jalo la mano de Peter para que se siente junto a Gwen. Quedamos sumidos en un pequeño y tenso silencio. Robin no parece darse cuenta, pero yo noto rápidamente como Gwen y Peter no saben como crear una conversación.
—¿Qué hacían? —pregunto para poder romper el silencio.
—Ayudaba a Robin con su carta para la universidad.
—Sí..., soy horrible en la redacción. Pero creo que he mejorado —Agarra su cuaderno y me lo extiende—. Lee, y me das tu opinión. ¡Constructiva! Mi autoestima decayó cuando Gwen me mandó sus observaciones.
—Bueno, no es mi culpa que no sepas las reglas básicas de redacción y gramática —Se excusa la rubia tras darle un sorbo a su agua mineral. ¿Cómo puede verse tan bien con el simple hecho de beber agua? Esas son cosas que las simples mortales nunca entenderemos.
Agarro la libreta y empiezo a leer las anotaciones que están escritas. Hay muchas palabras tachadas, algunos dibujos mal hechos, pero se logra entender el punto de lo escrito. Mis ojos vagan entre la historia redactada, y empiezo a hacer los comentarios de forma mental.
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𝑰𝑵𝑬𝑭𝑨𝑩𝑳𝑬 | Peter Parker
Научная фантастика𝐈𝐍𝐄𝐅𝐀𝐁𝐋𝐄 | Donde Peter descubre que su compañera de clases puede leer mentes. ¿Qué pasaría si, cuando Peter grita mentalmente por mero aburrimiento, Laila demuestra su habilidad de leer mentes? Laila vivía sola, y no era porque quisiera, era...