Crazy Little Wonderland [Kokichi Ouma x Reader] © RoseSanae55

I

|| Capítulo dedicado a: Nazunne ||
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La noticia de que la nueva reina pretendía hacer una sangrienta purga para hallar al príncipe fugitivo corrió tan rápido como el agua del río más caudaloso que en ese mundo podía existir. La joven de piel morena y peludas orejas de conejo corría con el príncipe en brazos mientras el pequeño de hebras verdosas tensaba sus orejas y olfateaba, siguiendo su paso, en busca de algún enemigo posible que estuviese siguiéndoles la pista. No muy lejos se alzaba una enorme torre. Un gran reloj de cristal adornaba su punto más alto, sus manecillas se movían con parsimonia mientras que algunas aves se posaban sobre el horario, la única que no se movía por largo rato. Rápidamente la chica se adentró en la torre, cerrando la puerta de entrada tan rápido como la había abierto y comenzando a subir las escaleras en espiral hechas de puro cristal que se apegaban a la cilíndrica estructura de la torre. Relojes abundaban en las paredes, emitiendo el constante "tic tac" que hasta cierto punto podía resultar agobiante.

Ver al Conejo Blanco llegar con el príncipe en brazos fue más que solo una sorpresa para cierto individuo que residía en lo alto de la torre. Fue tanta su estupefacción que cada reloj que adornaba las paredes se detuvo ante la llegada de aquellos tres personajes. Una explicación no fue suficiente para hacerle entender al residente de la torre que ambos reyes habían sido asesinados bajo el mandato de la nueva reina. Heart ahora gobernaba sobre el trono de su difunta hermana y daba caza al príncipe, el único miembro restante de la anterior familia real. El pequeño aún continuaba en shock mientras musitaba un débil llamado por su madre. La imagen del puñal atravesando su piel y la sangre cayendo sin control al suelo, la expresión de dolor y preocupación de su madre en sus últimos momentos y la mirada de odio que la castaña le dirigió antes de culparle de todo y hacer ademán de atacarle. O los últimos momentos de su padre, cuando le dejaba en manos del Conejo Blanco y su fiel acompañante de rasgos lobunos. Cada uno de esos tortuosos recuerdos habían quedado grabados a fuego vivo en su mente y no le permitían pensar en absolutamente nada más. Temblaba ligeramente mientras su mirada perdida estaba fija en un punto inexistente de la pared. No importó cuanto intentaron hacerle entrar en razón, pues sabían ambos que a pesar de su corta edad, era bien entendido e inteligente, así que habría comprendido ya que sus padres habían fallecido, claro, lo estaba procesando todo aún y el shock era demasiado para él.

La chica con largas orejas blancas miró al contrario de hebras magenta, quién le dio una negativa ante su mirada que rogaba por respuestas o soluciones. Como remedio, hicieron un llamado a cierto conocido. El Conejo Blanco abrió en el suelo otra madriguera de la cual salió con prisas una joven de hebras azuladas, largas y sedosas, dos largas orejas blancas caídas y una pomposa cola denotaban claramente que bien podría ser pariente de quién le había llamado. Se trataba de nadie más y nadie menos que la llamada "Liebre de Marzo". A la liebre le fue encomendada la labor de hacer llegar las crudas noticias a cada individuo importante del reino, se le confió la misión de vigilar a la reina haciendo uso de sus habilidades y acto seguido se le dejó marchar mientras las lágrimas se escurrían por su rostro al saber de las desgracias que habían acontecido.

El chico de hebras magenta con peinado peculiar y larga chaqueta negra miró al Conejo Blanco, le explicó lo que se haría y lo que se debía pensar después. Ambos se harían cargo del príncipe y buscarían por una forma de poner fin a la tiranía de la nueva reina. Como resolución, se recurrió a sellar las memorias del príncipe. Se le hizo pensar que no poseía padres, su marca de nacimiento fue ocultada gracias a los poderes del joven de hebras magenta, quienes retrocedieron el tiempo de aquella marca hasta que se borró por completo. El príncipe viviría ahora bajo un nombre diferente, sería criado como alguien de libre acción y pensamiento y se dedicarían ahora a pulir sus posibles talentos para su futura vida a partir de ese momento.