III

340 46 26
                                    

Capítulo dedicado a: AING-01
||_________________________________||

—Todavía me cuesta creerlo. Hace unos minutos todo era tan pacífico que dudaba que realmente la situación fuese tan aterradora... —musitó la rubia mientras tejía pacientemente una corona de flores, aunque no se le daba muy bien realmente. El pelimorado le miró, dudando si seguir su intento de conversación o simplemente dejarle divagar por su cuenta hasta que se hiciera el silencio nuevamente. Pero suponía que sería muy cruel por su parte no actuar acorde a su protocolo para con las Alicias. Su deber era tranquilizarlas y guiarlas hasta que se fuesen a su mundo, no podía simplemente ignorarla.

—Francamente, sé tanto como tú al respecto. No creo que haya mucho que hacer si el propio Conejo Blanco ha dicho que solo se puede esperar.

—¿Cómo dice...?

—He vivido los años en compañía del Tiempo, recluido en su torre de reloj desde que tengo uso de razón. Lo que haya pasado con el mundo durante mi larga infancia es ajeno a mi conocimiento.

—Así que t–... Usted también... —se corrigió rápidamente. El contrario hizo un gesto con su mano, alegando que no le importaba se tratado de manera informal. Hacerse llamar "usted" le hacía sentir tan viejo como el Tiempo y él apenas estaba en su "aparente" pubertad. —¿Nunca antes había salido al exterior?

—Muy contadas ocasiones lo hice. La primera vez todavía era un niño inmaduro y solamente corría de un sitio a otro como un idiota. —relató en base a sus recuerdos. La rubia contuvo unas risas al imaginar a un pelimorado pequeño corriendo por un pequeño prado de un sitio a otro. —Las siguientes ocasiones solo me echaba al sol y pasaba las páginas de un libro del que no recuerdo el nombre... Excepto la ocasión en la que salí de noche, las demás fueron realmente repetitivas.

—¿Le dio miedo salir de noche? He escuchado que los bosques durante la noche son aterradores.

—Los de tu mundo, tal vez. Yo crecí sin conocer lo que es el miedo, así que no es especialmente problemático para mí el explorar lo desconocido.

—Vaya pues... ¿Y por qué salió al bosque?

—Por culpa de un espejo.

—¿Di-Disculpa? —cuestionó anonadada la rubia, tirando la corona mal hecha de flores que tenía en sus manos por accidente.

—Esa noche al Guardián del Prado se le escapó un espejo, y este me mostró a alguien que aún no he conocido. Como el niño ingenuo que era, le perseguí al interior del bosque hasta perderme. Desafortunadamente para el espejo escurridizo, terminó cayendo al interior de un lago y poco después fue pillado.

—N-No entiendo. ¿Un espejo... Puede escapar por voluntad propia?

—Los espejos de este mundo sí, al parecer... Lo que ese espejo me mostró... O más bien, la persona que me mostró, aparentemente era 'del futuro'.

—Impresionante... Casi parece un cuento de hadas.

—Acá nada tiene mucho sentido, no es de extrañar que pienses así.

—¿Ha... Conocido a esa persona?

—No aún, y no sé si lo haré... "No mientras tú estés acá..." —pensó fugazmente tras mirar de reojo a la rubia. Después de esa corta charla comenzaba a pensar que lo mejor que haría era enviar a Miu de vuelta a su mundo cuanto antes. Según lo que el Conejo Blanco dijo, mientras una Alicia esté en su mundo, otra no podrá ingresar a través de la madriguera. Y él quería... No, 'necesitaba' volver a ver a aquella "Alicia" que le mostró el espejo. No tenía la menor idea del por qué de la ansiedad que se apoderaba de él cuando pensaba en aquel incidente pasado, pero mientras más lo recordaba, más se disponía a hacer su trabajo adecuadamente hasta que aquella Alicia llegase al fin.

Crazy Little Wonderland [Kokichi Ouma x Reader] © RoseSanae55Donde viven las historias. Descúbrelo ahora