Despertar después de ti.

Capítulo 16

Heather

Cuando me despierto estoy más nerviosa de lo que debería, no he hablado con mis amigas en todo el fin de semana y tengo que contarles sobre Taylor. Me levanto de la cama y me preparo. Me doy una ducha caliente y me lavo el cabello, hoy lo llevaré suelto. Me coloco delante del espejo, secadora y cepillo en mano, para hacerme esas ondas naturales que tanto me gustan y que luzco sólo cuando me siento especialmente bien.

Heather, calma. Son tus amigas, las de siempre. Hace tanto tiempo que no tenía que presentar un novio que ya no sé si recuerdo como hacerlo, estoy demasiado nerviosa.

Mi novio me recoge en un auto que no sabía que tenía, espera ¿qué? Es un increíble Infinity azul oscuro, al montar y él comenzar a conducir escucho el delicioso rugido del motor, ¡dios santísimo!

-¿Es tuyo?- mi voz es apenas un susurro y mi cara de asombro lo divierte mucho porque deja escapar una risa baja.

-Sí, aunque no suelo usarlo, prefiero caminar o montar bicicleta.

Sí que es raro, yo con auto así no me bajaría a nada, pero esa soy yo. Y es precisamente lo diferente que es él, lo que más me atrae.

Llegamos al campus y salimos tomados de la mano rumbo a nuestro salón, mientras caminamos siento como varias personas voltean a mirarnos. Sin duda el auto de Taylor nos ha vuelto el centro de atención. Él me pasa su mano por encima de los hombros y me da un tierno beso en la frente mientras continuamos nuestro camino, creo que podría adaptarme a esto.

Cuando llegamos ya todos están sentados en sus respectivos lugares y el profesor a punto de comenzar la conferencia, mis amigas voltean al sentir la puerta, sus miradas cambian de mi cara a nuestras manos entrelazadas y veo la sorpresa en sus caras, voltean a mirarse entre ellas y ríen. Ya están preparando el interrogatorio. Ocupo mi puesto a su lado y Taylor junto a mí.

-Creo que alguien tiene que contarnos muchas cosas- la voz de Lía es apenas un susurro.

Asiento con un leve movimiento de cabeza justo cuando el profesor comienza y nos centramos en la conferencia.

Casi no han esperado a que el profesor de por terminada la clase y ya me están llevando del brazo para el baño de chicas, muy conveniente porque Taylor no puede entrar.

-Cuéntanos cómo pasó- Mel es la primera en hablar.

-Sí, queremos el chisme completo, detalles incluidos.

-Chicas, calma, que ya les cuento pero, ¿podría ser, por favor, en nuestro lugar?- contarles en el baño no es algo que me haga ilusión.

-Cierto,- Lía mira a nuestro alrededor y hace una mueca- este no es mi lugar favorito tampoco. Sólo intentamos evitar que Taylor esté presente para que nos cuentes TODO.

Entre risas salimos en dirección a nuestro lugar en el césped, debajo de ese árbol que sabe todos nuestros secretos ya. Una vez nos sentamos comienzo a explicarles que luego de llamarlas para salir y al estar ocupadas lo invité a él.

-...estaba sentada en un banco de Trafalgar Square y una niña muy linda, toda una princesita de rizos dorados usando un vestido rosa, llega con un príncipe negro y me lo entrega...

Sus caras son un poema y estoy segura que si estuviéramos en una peli animada ahora mismo sus mandíbulas rozaran el piso. Al terminar creo que se han enamorado de Taylor porque ambas suspiran de forma exagerada.

-Parece sacado de una película lo que cuentas.

-No exageres, Mel- siento que mis mejillas comienzan a arder.

-No le quites mérito al chico, Heather. Hasta a mí, que soy la menos romántica de las tres, me derritió el corazón. Que si Scott me hace algo así acabo de caer rendida a sus pies.

Es la primera vez que Lía dice el nombre de su chico misterioso y por lo que acaba de decir, que sé que se le escapó, le gusta demasiado.

-¿Algún día acabarás de contarnos sobre Scott?

-Algún día, pero no hoy, aún tienes muchas preguntas que responder.

Tras una larga sesión de preguntas donde tuve que contar mi fin de semana con lujo de detalles, les menciono la inesperada visita de Nate.

-No entiendo nada, de verdad que no. Es que no puedo pensar que lo hiciera por provocar problemas entre Taylor y tú porque no había forma de que supiera.

-No tengo ni idea, Lía. Le dejé en claro que no tenemos nada que hablar y le cerré la puerta en las narices.

-Estamos claras de quién estamos hablando, ¿cierto?- interrumpe Mel- Nate es capaz de todo, y no te va a dejar tranquila. Ahora tiene más motivos para intentarlo.

-Tienes toda la razón, en cuanto sepa que estás con Taylor, si aún no lo sabe, buscará las mil y una formas de destruir tu relación.

...........

Taylor y yo vamos a la biblioteca a buscar algunos libros que necesitamos, él, tan caballeroso como acostumbra, abre la puerta para mí con la mano que tiene libre pues la otra está entrelazada con la mía.

-Adelante señorita- no puedo evitar reírme ante su gesto de caballero de la corte.

Cambio mi vista en dirección a Lucille, la señora de la biblioteca, y la saludo. Ella me devuelve un saludo con una sonrisa amplia y cálida, es tan dulce y atenta que le he tomado un cariño muy especial.

Mientras buscamos en los grandes estantes llenos de libros, Taylor encuentra "El retrato de Dorian Gray".

-¿Lo has leído?- esconde su rostro detrás del libro, pero en sus ojos se nota que está sonriendo.

-"La mejor forma de evitar la tentación es cayendo en ella"- cito.

-Este es mi libro favorito en el mundo, creo que lo tomaré para leerlo una vez más- no puedo evitar mirarlo con ternura.

Llegamos a donde Lucille una vez tenemos todo lo que buscábamos y algo más, pues indudablemente el ejemplar de Oscar Wilde se iría con nosotros.

-Se me ocurre algo mejor que releerlo solo, puedo leértelo a ti y así lo debatimos.

-Me parece una idea estupenda- y le doy un beso rápido y tierno.