MI VIDA DESPUÉS DE...

Capítulo 10

Alice

- Bueno, tú como lo ves - pregunté a Liam.

Estaba acabando de arreglarme, mientras mi marido hablaba por mensaje con su hermano, Jeremy. Sí, mi marido.

La idea era yo quedar con Caitlin y Liam con Jeremy, para más tarde encontrarnos los cuatro en el local.

- A ver - dejo a un lado el teléfono para cogerme las manos - Otras veces también ha estado seria, como si le ocurriera algo, y era para ocultarte una sorpresa o buena noticia - acunó mi cara con sus manos - No deberías comerte la cabeza cuando todavía ni sabes que te va a contar.

- Tienes razón - suspiré - Necesito dejar de anticiparme. O como diría mi madre, no pongas el parche antes de que salga el grano - le sonreí

Liam

- Eso mismo tesoro - deposité un eso en su frente y la vi irse alejarse, contorneando sus caderas al ritmo de la canción que tarareaba...

Esa canción...

Necesitaba refrescarme un poco la cara. El calor, las luces constantes y el roce de la gente estaban empezando a agobiarme.

Como pude me hice paso entre la gente hasta llegar a los lavabos. No suele fallar la concurrencia de gente en estos sitios, pero para mi sorpresa estaba bastante vacío.

No dudé en rápidamente en abrir uno de los grifos y con el agua lo mas fría posible mojarme la cara y la nuca. Ya más tranquilo dejé salir el aire que ni sabía qué estaba conteniendo.

Heat waves. Olas de calor así decía la canción, y vaya si me había dado una, pero en el peor sentido.

Era mejor que saliera del baño cuanto antes mejor. Pese al volumen alto de la canción no podía parar de escuchar el golpeteo de una puerta. Una y otra vez, remitiéndose, como si algo chocara contra ella.

Me podía hacer una idea de lo que estaba pasando ahí adentro, pero siendo sincero no quería descubrirlo. Y sin quererlo, no pude evitar lo que se desencadenó después...

- Liam. Liam - Alice pasaba su mano por delante de mis ojos - Tesoro te has quedado en trance - rió - ¿Todo bien? - no pude hacer más que asentir - ¿Seguro? Parecías muy preocupado.

- No, no mi amor - entrelacé nuestros dedos - Me he quedado mirándote antes y me has dejado en blanco - mentí y me sentía fatal por ello.

- Rió - No seas tonto - y me envolvió en sus brazos, en uno de esos abrazados en los que solo ella me hacía sentir tanto, así que me aferré a ella como si de mi último salvavidas se tratase.

Alice se merecía que le dijera la verdad, pero no encontraba la forma o momento para decírselo y que no le sentara mal o se preocupara. 

¡Hola a todas!

Esto se pone emocionante. ¿Qué está pasando?

No olvidéis votar y comentar en los capítulos. 

Dentro de nada otro capítulo ❤️

Mucho amor,

Carla