Salí del trabajo antes para poder darle una sorpresa a Liam.
Estábamos en época de "cierre de cuentas" en las empresas, por ello, casi todos los economistas de la ciudad se veían forzados a hacer horas extras. Entendía que podía llegar a ser agotador todo el volumen de trabajo añadido que llevaba mi marido en estas semanas. Llegaba a casa muy cansado, pero aun así sacaba tiempo para hacer planes conmigo, ya fuera quedándonos en casa, comiendo, jugando, viendo alguna película, o saliendo a dar una vuelta.
Así que, como había acabado todos mis casos por hoy, decidí volver temprano a casa y preparar una cena especial para los dos.
El día no acompañaba en absoluto. Una leve tormenta de nieve estaba posada sobre la ciudad y no parecía tener intención de irse. Nadie esperaba que la nieve cuajara en el suelo, pues las temperaturas no estaban lo suficientemente bajas para poder mantener los copos de nieve. Por el contrario, estos una vez descendían se convertían en agua al tocar el suelo. Pero esto no la hacía menos peligrosa, al contrario.
Decidí parar en el supermercado a comprar un par de ingredientes necesarios para la cena de esta noche. Aunque me conocía bien y sabía que acabaría cogiendo alguna guarrería para picar.
Ya estaba conduciendo de camino a casa, cuando al final de la carretera vi un "camión quita nieve".
Tampoco es que pueda hacer mucho en esta zona - pensé.
No le di más importancia y presté atención a la rotonda que venía, en la cual, yo tenía preferencia.
Pero el camión no hizo caso a la señal, no paró y entró a la rotonda, donde yo ya estaba.
No pude hacer nada para esquivarlo, cuando me quise dar cuenta el camión estaba chocando contra el lateral del copiloto. Sentí como por el impacto arrastraba mi coche y este comenzaba a volcar en mitad de la carretera.
Me sentía aturdida y nerviosa a la vez.
Nunca había creído que pudiera estar en esta situación.
Notaba pequeños pinchazos en la cara y brazos, supuse serían pequeños cortes. Toqué suavemente mi frente en busca de alguna herida grave, pero solo logré notar un líquido caliente desliándose por mis dedos.
Girar el cuello dolía como mil demonios, al igual que todo mi cuerpo, pero aun así intenté abrir la puerta con las pocas fuerzas que me quedaban.
Más no podía.
Estaba atascada.
Me fijé en el cristal de la ventana hecho añicos y pensé en salir por ahí, pero un mareo repentino me lo impidió.
Estaba más que atrapada.
Herida.
Sin fuerzas.
En medio de un accidente.
Y rogaba que el humo que se extendía cada vez más no proviniese de un fuego.
Quería gritar por ayuda, más no encontraba mi voz. La angustia y ansiedad me invadían cada vez más al sentir que no podía pedir ayuda.
No quería morir en esa carretera.
No quería dejar a mis seres queridos... todavía.
- Ayuda... Ayuda por favor - susurré.
De repente estaba en mi habitación, en mi cama. No en esa fría y mojada carretera. Sudores fríos recorrían mi frente y nuca, mientras mis ojos vagaban por toda la estancia.
- Ya está mi amor - me abrazó - Ya no hay peligro, todo ha pasado.
- Ha sido tan real volver a recordarlo - sollocé en su cuello.
Hacía mucho tiempo no recordaba el accidente. Aquel por el cual dejé de conducir y fui presa del pánico.
***
HOLA AMORES
NO OLVIDÉIS MOSTRAR VUESTRO APOYO VOTANDO Y COMENTANDO.
EL PASADO CAPÍTULO NO TUVO MUCHA INTERACCIÓN Y ESO ME DESANIMA A SEGUIR ESCRIBIENDO.
¿CUÁNDO DESCUBRISTEIS ESTA HISTORIA? OS LEO :)
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MI VIDA DESPUÉS DE...
RomantikMI VIDA DESPUÉS DE UN NIÑERO [Secuela/Spin-off DE "¿UN NIÑERO?"] Para poder entender al completo esta historia es recomendable haberse leído el primer libro. La historia más aclamada entre una adolescente y su niñero, por fin tiene una secuela. Es...