Joaquín
Lucia nerviosa y mi hijo y yo aguantando la risa no ayudaba mucho, la carita de la niña era de no entender. Pues creo que nos pasamos un poco con la conversación.
—Emm, un forro es...es....mierda!—Susurra Lu sin saber que decir.
—Es para que dos personas se cuiden de enfermedades, entre otras cosas.—Explique yo.
—Ohh...como un remedio?
—Parecido.—Fran no pregunta más ya que llegó la cena. Hablamos del duo, el programa, y lo de Viviana, en fin. Volvimos a casa dónde los chicos fueron a su cuarto, Ro y mamá dormían, y nosotros nos quedamos en el sofá.
—Veni acá preciosa!—La tome de la cintura y la senté en mi regazo, pero sus ojitos estaban empapados.—Oye! Mi amor que pasa?
—Nada joa! Simplemente espero que cuando se lo digamos a los chicos nos apoyen así como lo hacemos nosotros con ellos.—Pase mis pulgares limpiando sus lágrimas.
—Seguro que si! Pero no pienses más en eso! ¿Querés ir a caminar un rato?—Ella asiste, entonces agarramos los abrigos y salimos. Ella cierra sus ojitos respira hondo y sonríe.—Sos demaciado hermosa.
—Ya basta con eso.
—Pero si es cierto!—La pegue a mi cuerpo y le di un suave pico.—Y estoy seguro que nuestro bebé será una nenita hermosa como tú.
—Vos sos hermoso! Te amo.—Entrelanzamos nuestra manos y caminamos hasta el río, dónde la gire a mi, la tome del mentón y me acerque a sus suaves labios comenzando un beso tierno y suave, ella rodea sus manos en mi cintura como abrazándome y luego se apoya en mi pecho.
Lucia
Estar entre sus brazos me daba mucha paz, me gire mirando hacia el río, y joa quedando detrás de mi, apoya sus manos en mi vientre y mis manos en sus manos.
El cielo estaba estrellado, la luna estaba hermosa, pero más hermoso era el hombre a mi lado que tenía. Hice mi cabeza hacia atrás, haciendo que joa dejé un beso en mi nariz.
—Parecemos adolecentes!
—Dos adolecentes muy, muy enamorados.—Contesta dándome vuelta y volviendo a besarme, una de sus manos la llevo a mi cadera para comenzar a dejarme sobre el césped y el sobre mi, acaricié su mejilla, nuestros labios no se separaban.
—Te amo!—Susurre en medio de besos. Después de estar así un rato, entramos dentro de la casa. Durante la noche Joaquín durmió al lado de mi vientre, y con su mano en el.
Tan solo me imaginaba un mini Joaquín. Con color de ojos miel, hermoso como el padre, con esa personalidad que tanto me gusta. Solo quiero un mini Joaquinin.
Digamos que no dormí casi nada, pues tenía muchas emociones juntas, Joaquín me despertó con besos y a las fuerzas me levanté para desayunar e irnos a el estudio, Fran y Francisco se fueron antes para estar preparados.
—Rocio se fue con el padre!—Dice nuestra madre poniendo el desayuno sobre la mesa.—¿Y tu hija, como te sientes?
—Bastante mal la verdad, creo que el embarazo me puso algo sentimental y tengo todas las emociones en cualquier lado.
—Es normal mi vida! Pero solo estate tranquila, después de todo lo que estamos pasando es obvio que estés así.—Joaquin me toma de las mejillas y me deja un suave y tierno beso sobre mis labios.
—Son demaciado hermosos! Pero ya desayunen deben irse.— La verdad que tampoco comí tanto, pero lo suficiente para no desmayarme o descomponerme. Subimos al auto y nos fuimos, al bajar joa me abraza por detrás y me cubre, pues nuevamente estaba la prensa, quienes comenzaban a preguntar por franchesca.
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~Laten corazones~
RomanceEl deseo y la pasión hace que la razón se nuble, una pequeña llega a nuestras vidas, hace que nos acerquemos más, pero algo hace que entremos en razón, eso será para bien o para mal? Delante de las cámaras todo es disimular, pero fuera, el corazón...