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Hana tenía un dolor de cabeza insoportable en la mañana siguiente luego de aquella fiesta, agradecía el vivir sola ya que así no tendría que dar explicaciones de ningún tipo.Sus ojos trataban de enfocar algo en aquella gran habitación: se había quedado dormida en un cuarto luego de haberse sentido mareada, no recordaba casi nada, pero supo que había pasado algo entre ella y la persona que había dejado un reloj dorado que se veía muy costoso en la mesita de luz.Se vistió lentamente tratando de recordar quién era, ¿fue un chico? su voz se le hacía algo conocida, no recordaba su rostro pero tenía el labial corrido y supo que fue su primer beso y un poco más, sin embargo no sentía ningún tipo de dolor ni vio indicios de sexo en ningún lado, internamente se alegró: seguía virgen.


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Akashi fue criado como un total caballero.Nunca había faltado el respeto a ninguna dama y mucho menos había tocado a ninguna sin consentimiento previo: se sentía muy confundido, ella quería, pero estaba drogada, no pudo resistir la tentación de besarla y acariciarla en aquella habitación.La satisfacción de saber que fue el primer beso no se la quitaba nadie, pero por un poco más pudo haber perdido completamente el control y las cosas tal vez hubiesen terminado mal.Estuvo tan cerca de tomarla pero no quería hacerlo de esa forma, él necesitaba que ella estuviese en todos sus sentidos y que jamás olvide que a pesar de todo, era suya.

-¿Se encuentra bien, señor?-El mayordomo sacó de sus pensamientos al pensativo pelirojo.Él solo era un simple empleado que jamás comentaría sobre la camisa con fragancia femenina que encontró en la cesta de ropa sucia de la habitación de su joven amo, y de reojo observaba la muñeca vacía sin aquel reloj tan especial que en algún momento su ausente padre le había regalado.

-Estoy bien, por favor avisa al chofer que se prepare, debo hacer unos trámites.-El empleado asintió y acató la orden en silencio, Seijuro necesitaba disculparse de alguna forma.


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El departamento de Hana no era la gran cosa, se encontraba ubicada en el lado sur, tenía una sala, una cocina, un baño social, una habitación con baño privado y una pequeña terraza.Estaba algo alejada del instituto pero llegaba en unos diez minutos si tomaba el metro, era bastante minimalista pero su hogar era precioso y ordenado.Seijuro recorrió con la mirada el lugar y dio una pequeña sonrisa: claramente ella lo había elegido.A paso lento se acercó a dejar un ramo de flores en la entrada, ¿porqué no ser su enamorado anónimo por el resto de su vida?


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Hanna el lunes en Rakuzan se mostraba confundida al encontrar chocolates en su pupitre, por lo general los chicos lo dejaban en su casillero: el recuerdo del ramo de flores en su puerta llegó a su mente al ver una pequeña nota:


Sé que te gustan mucho los chocolates, por favor disfrútalos,

Siempre tuyo, A


¿Quién demonios era A?


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Reo bostezaba en el almuerzo mientras robaba algunos chocolates a Hana que se encontraba muy pensativa.

-¿Porqué no fuiste a la fiesta, Hana-chan?-Kotaro la miró con curiosidad.-Te buscamos toda la noche, no pudiste conocer al capitán.

-Si fui, pero...Me cansó estar entre tanta gente y volví a mi casa.-Mintió, no diría que se besuqueó con un desconocido al que no recordaba.

-Oh, es una pena.Desde que almuerzas con nosotros el cap no aparece por ningún lado.Aunque ahora que lo pienso...Él también desapareció de la fiesta.-Nebuya frunció el entrecejo  mostrando confusión.

-No importa, a fin de cuentas tendremos un entrenamiento mixto luego de clases, probablemente ahí lo conoceré.-Kuroi restó importancia abriendo la boca para que Mebuchi le diese un pedazo de pulpo frito.Nadie en la cafetería notó que Chihiro observaba la muñeca de Hana con recelo: ése reloj era del capitán.


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Hana calentaba perezosamente hasta que la capitana la interrumpió.

-Kuroi, estoy lesionada y mientras esté indispuesta tú ocuparás mi puesto de capitana.

-P-Pero recién entré al equipo.-Ella la miró horrorizada, no podía cargar con el peso de todo un equipo, no de nuevo.

-Será temporal, la entrenadora te ayudará, suerte en el partido de hoy.-La ex-capitana mintió, ella había sido expulsada del colegio.Akashi observaba todo desde lejos con una sonrisa cínica adornando su rostro.

-¿De acuerdo? Gracias.-La confusión seguía plasmada en su pálido rostro.

-Vaya, es una lástima que la nueva capitana no nos sea tan...Útil.-Hana quedó petrificada tras oír aquella voz, ella había salido de su hogar, de su ciudad, dejó todo atrás con tal de no volverlo a ver y ahí estaba él, en la misma ciudad, en el mismo instituto y en el mismo club.

-S-Seijuro.-El emperador estaba frente suyo con una mirada arrogante y luego de tanto tiempo, aquellos ojos heterocromáticos volvieron a erizarle la piel.

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