•V i c i o s o•

VIII

Hana jadeó entre los besos que le daba el capitán, sentía un cosquilleo cada que él apretaba con fuerza su cintura; se le erizaba la piel del solo pensar que él la trataba como suya.
-Seijuro...-Ella trató de separarlo, pero fue en vano.Akashi se detuvo un segundo para verla de una manera que la pelinegra no pudo descifrar.-Ésto no está bien...-Una rodilla frotando su entrepierna fue lo que tuvo como respuesta, la corta falda le daba una vista apetecible al emperador.
-¿Eres siempre tan fastidiosa?-No dudó en volver a besarla lujuriosamente mientras con sus manos recorría los grandes y pálidos muslos de su amada.

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Luego de una intensa sesión de besos y poco más, Akashi se fué sin decir absolutamente nada.
-No es justo.-Las lágrimas comenzaron a caer una tras otra, tanto le costó alejarse de él para acabar en esa situación...
Llena de rabia y dolor comenzó a limpiar todo y acomodar las mesas entre sollozos.
-...Ten.-Una voz suave la asustó, Chihiro apareció de la nada y le tendió un pañuelo.-No eres tan linda cuando lloras.-Ella se sonrojó pero terminó aceptando para poderse secar las gotas saladas que corrían por su rostro.
-G-gracias.-Internamente se encontraba muy avergonzada, probablemente el Mayuzumi la consideraba patética.
-¿Está todo bien?-Hana asintió con la cabeza gacha para luego agarrar sus cosas, ya había terminado de limpiar.
-No te preocupes, estoy bien...
-¿Puedo acompañarte hasta tu casa? Ya es algo tarde, sé que eres becada y no tienes un chofer que te busque.-La cara inexpresiva y la información personal que soltó de golpe le dieron escalofríos.
-...No quiero molestarte, puedo ir sola.
-No, es peligroso.-El de cabellera color ceniza le arrancó el maletín donde cargaba sus cuadernos y la tomó del brazo.-Vamos.
-Y-yo tomo el metro, probablemente no estés acostumbrado y no te guste.-Más colorada que un tomate, trataba de poner excusas para que él no la llevase.
-Siempre hay una primera vez, ¿no?-Por fuera él restó importancia al asunto, pero por dentro estaba emocionadísimo.

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-La verdad, la pasé muy bien.-Ya era de noche y una pequeña sonrisa se asomaba en el rostro usualmente sombrío de Chihiro.
-Me alegra saber eso.-Hana ya se encontraba mucho más tranquila y disfrutaba el momento con...¿Su amigo? Esa pregunta la dejó perpleja.
-No quiero sonar muy metiche, pero...¿Pasa algo entre Akashi y tú?-Aquella interrogación la sorprendió.
-¿Porqué lo dices?
-El ambiente cuando ustedes dos están en el mismo lugar se vuelve...Pesado.
-...Siendo honesta, yo no entiendo lo que pasa con él; se contradice en todo y al mismo tiempo me trata muy mal...Pienso que antes éramos buenos amigos y me deprimo-La tristeza volvió a asomarse en el bello rostro y el jugador fantasma 2.0 se lamentó.
-Lo siento, no debí preguntar...
-No te preocupes, yo también tengo algo que preguntarte...
-¿Sí?
-...¿Nosotros somos amigos?

A M I G O S

Esa palabra le perforó tanto la cabeza como el corazón.
Sí, eran amigos.
Pero, a una amiga no se le vé como si fuese lo más hermoso de la existencia, ¿o sí?
Tampoco quería presionarla, casi no hablaban y era muy pronto como para demostrarle lo que él sentía con solo verla en los almuerzos y entrenamientos...

-Claro, somos amigos...Puedes contar conmigo en lo que necesites.-Una hermosa sonrisa iluminó el fino rostro de la pelinegra.
-¡Genial, somos amigos!-Un par de brazos cortos rodearon la cintura del fanático de novelas ligeras, un peculiar y dulce olor no tardó en inundar sus fosas nasales.
-...-No dijo nada, correspondió el abrazo y dejó reposar su barbilla sobre la cabeza azabache.Rezaba a todo lo divino para que Hana no escuchase el latir de su pobre corazón