The bite.

Capítulo 11

El embarazo no era tan agradable como pensó que sería. Entrando en su segundo mes pasaba la mayor parte del día durmiendo y cuando conseguía despertar, seguía sintiéndose cansado, pero no podía pasar todo el tiempo descansando como si fuera un príncipe. Así que en cuanto Harry fue a grabar, se arregló para hacer lo mismo y citar a Zayn para por fin hablarle con detalles de todo lo que había pasado en ese corto tiempo.

Después de terminar de grabar, vio a Zayn a la lejanía, sonriéndole. Le devolvió el gesto, pero sin evitar el bostezo que se le escapó.

"¡Louis!" Un abrazo como saludo le fue obsequiado y él lo aceptó con mucho gusto. "Tenemos tanto de que hablar, estuviste ignorandome por mucho tiempo." Louis sonrió apenado por  la forma en la que desplazó la existencia de su mejor amigo por culpa de las dudas y nuevas etapas que llegaban una sobre otra a su vida.

"Asombrosamente es una historia larga, así que iremos a un lugar más privado."

Louis y Zayn se dirigieron al nuevo hogar del castaño y en cuanto llegaron comenzó a relatarle todo lo que había sucedido, desde su marca hasta su cortejo interrumpido, su mejor amigo le miraba y asentía durante la plática, pero no decía absolutamente nada hasta que paró de hablar y se miraron en silencio un momento.

"Entonces... Básicamente eres el omega de Harry Styles, el alfa más jodidamente caliente, talentoso y codiciado de la industria." Louis se sonrojó pero asintió bajando la mirada a sus manos. "Bien, escucha Lou, si tu estás feliz yo también lo estoy, pero si algo sale mal sabes que estaré contigo en todo."

"Lo sé." Respondió, sabiendo que cada palabra que había dicho Zayn, era real y sincera.

(...)

Zayn se quedó poco tiempo más y después se marchó, no sin antes decirle que cuidara mucho a su "sobrino" y que le avisara sobre cualquier situación que sucediera.

La realidad era que estaba preocupado, había tenido unos excelentes padres que lo amaban y apoyaban en todo, pero aún así temía no ser lo suficientemente bueno para su pulguita. Sin contar el tema sin resolver que tenía con Harry y la constante urgencia de su omega y su cuerpo de rogarle por estar más cerca del rizado, de suplicar por su toque, sus labios, necesitaba que lo volviera loco como solamente Harry sabía hacerlo.

Se recostó en la cama y alzó su playera holgada, dejando expuesto si apenas abultado vientre y sonrió, pensando en lo mucho que deseaba conocerlo, saber si se parecería a él o a Harry, saber si preferiría a su mami o a su papi para el cuento de noche antes de ir a dormir. Acarició el área con cariño, pensado en que todo fuera distinto, que Harry y él jamás se hubieran alejado por tanto tiempo, que su pulga fuera planeada y no un accidente y aunque lo amaba sin importar nada, aún deseaba que todo hubiera pasado de una forma completamente diferente.

Bostezó sin dejar de acariciar su vientre, quedándose completamente dormido.

(...)

El frío viendo se colaba por cualquier diminuto espacio, las paredes estaban heladas a pesar de que la calefacción funcionaba a la perfección, el abrigo que cubría su cuerpo no cumplía con su función, sintiendo todavía todo su cuerpo frío, sus dientes castañaban y comenzaba a temblar un poco. Colocó una sábana en su cuerpo para calentarse un poco más, odiaba cuando nevaba y terminaba convertido en hielo a causa de ello.

Suspiró, esperando pacientemente a que Harry llegara a su casa para hacerle compañía como era costumbre, siendo un alfa su temperatura corporal le ayudaba en situaciones desesperantes como esas. Cuando le vio entrar a su habitación sonrió enorme.

"Amor, por fin llegas, estoy a nada de convertirme en el iceberg que hizo que DiCaprio muriera en aquella película." Harry sonrió y le abrazó, metiéndose a la cama y debajo de las sábanas abrazó a su hermoso omega que en un mes cumpliría dieciocho años.

"Es un gusto servirle de calefacción mi hermoso señor" Louis rodó los ojos y se pegó más al que sabía perfectamente que sería su alfa por el resto de su via.

"Te extrañaré mucho" Habían decidido no hablar sobre la posible mudanza de Harry, habían sido vecinos por tantos años, que terminaba resultando imposible que aquello sucediera. El alfa le había comentado que era probable que pronto se irían de ese lugar por cosas sin importancia, pero que no era un hecho. Aún así, se preocupó y comenzó a sentirse triste desde entonces.

"No es seguro mi amor, mis padres luego dicen cosas sin sentido. Estoy seguro que solamente fue un comentario al aire." Louis sonrió y se abrazó más al amor de su vida, cayendo en un profundo sueño luego de sentirse calientito y protegido como solo Harry le hacía sentir.

(...)

Estaba agotado e irritado, no había podido pasar tiempo con su pulga y su hermoso omega por culpa de las canciones que faltaban por grabar y por planear su vídeo músical. Solamente quería llegar a la habitación de su Lou y platicar un rato, sin importar que sus deseos reales eran besarle y tocarle hasta que labios se deshicieran y sus manos se cayeran.

Al llegar al lugar donde vivían notó lo tranquilo que estaba todo, así que supuso que su omega estaría durmiendo en su recámara a causa de su hijo o hija. Se guió expertamente por el lugar y al tocar la puerta y no escuchar aprobación o desaprobación, supuso que verdaderamente se encontraba durmiendo.

Abrió cuidadosamente la puerta y entrando lo más sigiloso posible le vio, durmiendo con una pequeña sonrisa casi invisible en sus rostro, con sus delicadas manos en su vientre descubierto, viéndose tan vulnerable y hermoso. Comenzó a pensar en todo lo que pudieron ser y no fueron por su culpa, en que las cosas hubieran sido distintas si no hubiera estado asustado.

Se desplomó en el sillón de la habitación y miró fijamente a Louis, con los codos recargados en sus rodillas y su mentón recargado en sus manos, pensando, posiblemente divagando.

Hasta que de un momento a otro se perdió entre recuerdos, recuerdos que deseaba borrar para siempre de su mente y evitar revivirlos como en ese momento.

(...)

"¿Sabes qué? ¡A la mierda!" La voz de su padre resonó en toda la casa y él solamente resopló, acostumbrado a las peleas de su "familia."

"¡Por supuesto, esa es tu maldita solución pedazo de imbécil!" El sollozo de su madre le hizo suspirar y pensar en que él nunca haría llorar así a Louis.

"¡Si lo es!" Gritó más fuerte. "Vete a la mierda tu y  tu inútil hijo y listo." Harry rodó los ojos.

"¿Por una tipeja más joven nos dejarás solos?"

"Esa tipeja es el amor de vida y la marca que te hice solo me da asco. Ve cómo le haces con tú hijo, yo me largo." Sin más escuchó la puerta principal cerrarse bruscamente y el lastimero sollozo de su madre y se sintió asqueado, asqueado de su padre y su falta de responsabilidad con su marca y su madre.

(...)

Harry parpadeó, suspirando por aquel estúpido recuerdo y miró a su Lou, moviéndose ligeramente, despertando de su sueño y el alfa sonrió mientras lo veía despertar.

"¿Harry? Bienvenido a casa" Louis bostezó y sonrió adormilado, sentándose en la cama y Harry no podía creer que se atrevió a dañarlo, no podía creer que Louis no lo mandó a la mierda en cuanto lo vio nuevamente.

"Hola Lou. ¿Dormiste bien?" Se sentó junto a su omega y acarició su mejilla con cariño.

"Muy bien" Inconscientemente se pegó más a la caricia delicada que le brindaba la mano de Harry.

"Lou, creo deberíamos hablar sobre lo que pasó en esos tiempos, es necesario para que podamos pasar página y seguir adelante con esto." Louis suspiró.

"Aún no estoy listo." Respondió rápidamente y Harry solamente asintió y le abrazó.

Sabía que debían aclarar pronto el pasado para poder construir un futuro juntos, pero el miedo le nublaba cualquier razonamiento.

Una disculpa por tardar tanto en actualizar, intentaré publicar otro capítulo en un rato, ojalá sigan leyendo.

¡Les mando un fuerte abrazo!

-Mara.