Black Fairy The Amazing Spiderman (Andrew Garfield)

Capítulo 1 Es lindo

- Ha pasado tiempo desde que las calles de Nueva York se volvieron zona de riesgo, tiempo en él que los ciudadanos viven inseguros de asomarse fuera de sus hogares por temor a ser víctimas del crimen, un tiempo en él que no solo su servidor si no todo él mundo se pregunta ¿Dónde está Spiderman? Spiderman si estás ahí y estás viendo esto por favor – él presentador hizo una breve pausa mientras la cámara enfocaba su mirada de consternación pero dejé de prestarle atención a sus próximas palabras ya que está se centró en él sujeto de chaqueta de cuero, cabello negro y con un leve bronceado que le quedaba genial dándole un toque olivaceo a su piel que justamente entraba sosteniendo una bolsa con rosquillas y galletas porque incluso desde mi lugar podía oler a la perfección el aroma a dulce y chocolate.
- ¿Alguna novedad?
- Lo mismo de siempre ¿Hay algo que valga la pena? – pregunté refiriéndome al pequeño montón de cartas o posibles facturas que París sostenía en su mano libre mientras me acercaba a la bolsa con ese delicioso aroma para tomar las galletas de chispas de chocolate y acompañar con el vaso de leche tibia que estaba bebiendo.
- Lo siento muñeca pero solo facturas de agua, luz, cable, etc. Que deben pagarse antes de la próxima semana.
- Bueno entonces debemos prepararnos para esta noche.
- ¿Estás segura? Piénsalo no es algo simple como robar un banco y tenemos un plan B que igual puede funcionar.
- Ya lo hemos repasado varias veces y no hay margen de error en que alguien salga lastimado además de que no lo permitiré, jamás me arriesgaría a algo así si supiera que arriesgo la vida de un inocente sabes que eso no va conmigo pero dada la situación hay que ser duros con el insecto para que salga de su cueva de una vez por todas.
- Tienes razón hay que hacer que esa araña apestosa pague solo tengo que hacer unas llamadas y todo estará listo – eran casi las siete de la tarde cuando él mismo presentador del noticiero matutino apareció de nuevo en la pantalla del televisor.


- Noticias de última hora nos acaba de llegar una advertencia de que hoy poco antes de la medianoche el hospital general será atacado por un grupo terrorista a menos que Spiderman aparezca y de la cara, la policía ya ha sido notificada al respecto y se prepara para el atentado, no estamos seguros pero es posible que exista amenaza de explosivos un equipo especial está encargándose de eso desalojando parte del edificio a un área más segura, de momento es todo los estaremos informando en caso de noticias nuevas.
- Está hecho, el dispositivo fue colocado desde ayer y les tomará tiempo encontrarlo lo que nos da suficiente tiempo para hacer el traslado.
- Perfecto, París confío en ti y en que nada malo sucederá
- Tranquila yo personalmente estaré ahí para asegurarme de ello por lo que estarás sola al menos hasta que esté lista la primera face, tu traje está listo yo debo irme ya – París dejo un rápido y corto beso sobre mi cabeza y se marchó, por mi parte volví a tomar asiento en el sofá frente al televisor esperando a que el cielo oscurecerá.
El reloj digital marco las 11:00 pm y yo termine de ajustar las correas de mis botas para salir en busca de la araña, pacientemente espere a que París diera la señal que necesitaba para entrar en cuanto un grupo de policías entró supe que esa era mi señal y el momento para que la araña apareciera pero aún no había señales de ella.
- Mi bebé – escuché el grito de una mujer no puede evitar sentirme mal por ser la causante de el mal momento que pasaba y estuve a casi nada de llamar a París y abortar la misión pero de la nada una especie de hilo blanco y pegajoso cayó cerca de mis pies pero logré esquivarlo y al levantar la vista me topé con aquel sujeto al que todos llamaban Spiderman parado a un metro de mi.
- Al fin decidiste salir de tu cueva arañita.
- ¿Quién eres tú? ¿Y por qué haces esto?
- Directo al grano me gusta eso pero si quieres averiguarlo tendrás que atraparme primero – dicho eso corrí al borde del edificio y salte al mismo tiempo que un par de alas negras se desplegaban en mi espalda y me elevaban por el aire, por el rabillo del ojo pude ver la mancha roja y azul balanceándose detrás de mí persiguiéndome hasta que me detuve cerca de unas bodegas abandonadas que en algún momento estuvieron contempladas para ser un complejo de departamentos para los empleados de Oscorp – no pudiste atraparme es una lastima pero no te preocupes te doy mi palabra que nadie salió herido está noche nadie que no seas tú – dije lanzándole un par de cuchillos que logró esquivar con facilidad pero que yo bien aproveche su distracción para acercarme y propinarle un par de golpes.
- Golpeas como niña.
- Que mal déjame arreglar eso – el guante en mi mano izquierda se iluminó para seguido estamparlo en el estómago de este logrando derribarlo para lanzarme sobre él con la intención de repetir mi acción pero la araña tenía buenos reflejos y logró sostener mi puño con una mano y luego el otro con su otra mano, ambos forcejeamos un poco pero al ser físicamente más grande que yo logro invertir las posiciones quedando sobre mí, no sé cómo fue pero a pesar de usar la máscara sentí como sus ojos se encontraban con los míos especialmente por qué nuestros rostros estaban muy cerca del otro.
- ¿Quién eres? – escuché su voz con más atención y no puedo negar que era agradable a mis oídos.
- Una belleza que te pateara las bolas arañita – sonreí coqueta antes de darle un cabezazo para sacármelo de encima.
- Hadita será mejor que salgas de ahí la policía está en camino, parece ser que él insecto dejó un rastro para ellos – escuché la voz de París en el intercomunicador en uno de mis pendientes.
Diablos – maldije chasqueando la lengua molesta – Hoy te salvaste arañita pero te atraparé tarde o temprano y mejor que no vuelvas a esconderte por qué alguien más lo pagará – extendí mis alas para poder irme pero esa cosa blanca y pegajosa que supongo es telaraña se envolvió alrededor de mi cintura, mi cuerpo fue atraído hacia él quedando muy cerca que incluso tuve que colocar mis manos sobre su duro pecho para no estrellarme con él.
- No respondiste a ninguna de mis preguntas y tampoco pienso dejarte escapar Señorita.
- Si tanto insistes – mire directo a los ojos de la máscara y me puse en puntillas acercándome a su rostro y pasando de largo hacía su oído para susurrarle con una voz dulce – Black Fairy recuérdalo arañita – seguido estiré la palma de mi mano hacia él y sople purpurina violeta haciendo que callera como pluma, una persona normal se habría desmayado pero él todavía se movía un poco y antes de que lograra recomponerse escape escuchando las sirenas de las patrullas no muy lejos de ahí.