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-¿estas lista?-. Me pregunta 

Asiento dudosa.

Jala de mi cabello pegándome a su pecho. Su boca deja besos húmedos al costado de mi cuello y muerde levemente el lóbulo de mi oreja despejando mis dudas.

Gimo.

-Te encantará-. Asegura.- solo confía-. Pide

Vuelvo a gemir cuando siento la primera penetración y su boca viaja hasta mis senos divirtiéndose con ellos. 

Siento que moriré de placer.

-Relajate preciosa-. Pide Lucas.

Gimo/grito cuando siento que comienza a abrirse paso entre mis glúteos.

Richard se detiene y me devora la boca mientras espera que Lucas entre completamente y yo me adapte.

Estoy siendo penetrada por ambos y juro por mi madre santa que es la gloria.

Volteo los ojos cuando ambos comienzas a moverse en sincronía.

Mi fantasía se vuelve realidad y no hago mas que ver estrellas..

En que momento se descontrolo tanto la noche, era una simple celebración.

Sus manos pasean por mi cuerpo, la boca de Richard se deleita con mis senos mientras que Lucas voltea mi cara para comerme la boca.

¡La gloria!

¡LA PUTA GLORIA!

Gimo. Gimo como loca por tanto placer y ya siento como el orgasmo se avecina de una forma arrolladora.

¿como elegir a uno si me puedo quedar con los dos?

Sus embestidas aumentan el ritmo y ya estoy saboreando el clímax. Viene. Viene.

-¡Oh Dios!-. Grito.


***



-Preciosa.- llaman.- preciosa despierta-. Demanda Lucas

Abro los ojos lentamente algo desorientada.

-¿Te encuentras bien?-. Pregunta.- Te oí gritar mientras dormías-. 

la realidad me cachetea de golpe. 

Fue un sueño, un bendito sueño. Siento mi entrepierna húmeda.

Sin importarme nada, me despojo de las sabanas y subo encima de Lucas para besarlo desesperada.

-¿que soñabas preciosa?-. Sonríe pícaro.

Bajo la cara avergonzada y sintiendo como las mejillas se me tiñen de carmesí.

-Dime con confianza-. Pide levantando mi cara.- me tenias duro con tus gemidos-. Confiesa y sonrío.

-Soñaba que tú, Richard y yo estábamos haciendo un trío.- confieso con la boca pequeñita.

Su boca se separa de mis senos y me mira sorprendido. 

Se endereza en su sitio y se acerca peligrosamente a mi boca.

-y dime, ¿por que parte te penetraba yo?-. Susurra chocando su aliento con el mio.

Trago grueso, no me esperaba esa pregunta.. Sus manos bajan a mis glúteos y los aprieta.

Bajo la mirada ante la suya -intimidadora- y sonrió apenada.

-Dime preciosa-. Pide susurrando en mi oído.

¡Sigues Siendo Mi Vida!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora