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MARGARET P.O.V

El avión llega pisada la noche, estoy cansada pero nada de lo que exige mi cuerpo me hará desistir hasta que encuentre a Erick.

Tomo un taxi al salir del aeropuerto y le paso la dirección del hotel que me ha mandado Ari por mensaje horas antes.

Me duelen los pies, la cabeza, el trasero por las horas de vuelo y de alguna manera el corazón. Erick no me ha contestado ni ha hecho nada para comunicarse conmigo.

Enciendo mi teléfono y llegan muchas notificaciones. Instagram, whatsApp y mensajes de texto de las chicas.

Las ignoro cuando veo que ninguna es de Erick. Luego de una hora llego al hotel. Paso mi identificación y la chica de recepción me entrega la llave.

Mi hermanita se encargo de hacer la reservación en el hotel mientras yo estaba de camino al aeropuerto en seattel. Se lo agradezco por que sinceramente no tengo cabeza para esto.

Planta C, habitación 54, ala sur, pasillo izquierdo.

Todo eso me mando en el mensaje Ariannys. Sinceramente debería trabajar en el FBI.

Mi habitación esta una planta mas arriba.

Subo al ascensor y marco la planta indicada en el mensaje. El sonido de esta lata metálica me indica que ya he llegado.

Camino con algo de nervios por el pasillo, cruzo para ir al ala sur, veo a Richard y Zabdiel hablando animada mente en el pasillo.

-¡Hola chicos!.- digo algo tímida.

-¡Margaret!.- dicen sorprendidos y con una sonrisa.

Me abrazan y dan un beso en la mejilla.

-¿Saben donde esta Erick?.- pregunto mas segura.

-Si. Si quieres te llevamos.- se ofrece Richard y asiento.

Al llegar la puerta esta abierta.

-Bro, mira quien vino....- dice Richard pero se calla cuando enfoca lo mismo que yo.

Una chica en ropa interior tiene los brazos entrelazados en el cuello de Erick con la boca pegada a la de él dándole un beso que me parece asqueroso.

¡No. No. No. No!

Yo corriendo como loca, tomando el primer avión en clase turista, el primer taxi y a pesar del dolor que siento en el cuerpo hice lo imposible por tratar de solucionar las cosas y él esta aquí besándose. No, besándose no, tragándose a esa chica.

Quiero matarlo con mis propias manos. De razón no contestaba el teléfono si estaba ocupado.

Él no dice nada, simplemente tiene una cara de sorpresa que bueno, imagino que lo hace por que lo descubrí.

Zabdiel me toma del brazo y me arrastra hasta el pasillo. Siento ganas de llorar pero no puedo estoy en shock, un nudo se aloja en mi garganta y no puedo ni quiero gesticular una palabra.

-Esto debe ser una broma, nosotros acabamos de llegar de los ensayos y puedo asegurar que Erick venia solo.- interviene por él.

-Es cierto pequeña Margo. Nosotros veníamos con Erick y no venia ninguna chica, esto debe tener una explicación.- asegura.

Algo dentro de mi pide que los escuche y les crea, pero la ira no me deja.

Minutos después sale la chica vestida, con una sonrisa de satisfacción en la cara.

-Adiós mis amores, un gusto verlos.- dice lanzándole un beso a los chicos y desapareciendo de mi vista.

Veo a los chicos con desaprobación. ¡Malditos mentirosos!.

-¡Juro por Dios que no sabemos quien es esa loca!.- asegura Zabdiel.

-Yo.... Me.... Voy..- digo con toda la dignidad y con todo lo que me permite gesticular el nudo en mi garganta.

Cojo mi mochila y comienzo a caminar hasta mi planta.

-Tu no te vas sin hablar conmigo Margaret.- ordena Erick en un tono molesto.

¿molesto? Que la tierra me trague y me escupa en Dubai por que matare a este hombre.

¿ahora pretende hacerse el molesto?

Que vaya a joder a su santa madresita en cuba.

Me volteo enfurecida. No voy a permitir que cambie las cosas.

-¡Bajame el maldito Tono Erick!.- ordeno molesta encarandolo.

Los chicos ven expectantes la escena y no dicen nada. Ellos están en el medio de los dos a cierta distancia.

-Chicos dejenme a solas con ella.- pide esta vez con un tono de voz mas bajo.

Ellos asienten y pasan por mi lado.

-escuchalo.- susurra Zabdiel cuando besa mi mejilla.

Asiento.

-¡Hablemos en la habitación!.- me pide Erick algo molesto.

Entro manteniendo la distancia entre nosotros. El cierra la puerta detrás de mi.

-¿me puedes explicar lo de las fotos y la nueva relación con Adam Levine?.- interroga molesto y decepcionado.

-¡Oh no cariño!.- advierto.- Adam me dio un beso en la mejilla, en cambio TU.- hago énfasis en esa palabra.- estabas tragandote a esa chica y ¿ pretendes hacerte el molesto conmigo?.- Espeto molesta.

No me he visto al espejo pero debo estar roja como un tomate de la rabia. Siento todos los músculos tensos y unas ganas de golpearlo inmensas.

-Esa chica no se quien es, yo acabo de llegar y ella estaba encuerada en mi cama.- explica pero esta vez usa otro tono. ¿arrepentimiento quizás?.

-¿y yo si tengo que creerte mientras tu no contestabas mis llamadas ni mucho menos, pensando lo peor de mi?.- lo acuso.

-Mi teléfono se quedo sin pila.- explica.- ¿como no quieres que piense lo peor? Si el imbécil ese te etiqueta en instagram con una foto cuando el te besaba y tu sonreias. No con eso el reportaje en la revista argentina donde los anunciaban como "la nueva relación del momento".- hace las comillas con sus dedos y camina de un lado para otro.

-No es mi culpa que la prensa hable mierdas, ¿acaso yo controlo eso?.- pregunto sofocada y estresada.

-No.- agacha la cara.- te llame y no contestaste.- acusa.

-Yo no estaba jugando Erick tu muy bien sabias que acababa de llegar de viaje y estaba cansada.- explico.- me vine cuando Ian me informo que habían suspendido el evento, no quería perder la relación por un mal entendido, pero mira con lo que me encontré.- digo decepcionada.

-Te juro que no conozco a esa chica. ¡Creeme!.- suplica acercándose a mi.

-No se Erick.- reconozco.

-Yo te amo a ti.- confiesa y mi corazón da volteretas de emoción.- Cree en mi.- pide.

-¿tu me crees?.- interrogo.

Duda un poco.

-¿ y así me pides que te creas?.- pregunto ofendida.- veo que no fue lo mejor venir hasta acá si no crees en mi.- comento desilusionada tomando mis cosas y caminando hasta la puerta.

-No. ¡espera!.- pide tomandome de la mano.- creo en ti con los ojos cerrados preciosa, te amo con locura. He pasado el día pensando en todo esto, me han regañado por no concentrarme en los ensayos. Quedate conmigo. Creeme.- pide y sinceramente no quiero seguir peleando.

Lo beso con todas mis fuerzas. Lo amo.

No puedo ocultarlo más.

-Te amo tontito.- digo cuando me separo un poco para tomar aire y seguir besándolo.

-Yo te amo mas mi limoncito con sal.- dice y me regresa el beso con toda la pasión y deseo que puede tener en el cuerpo.

¡Sigues Siendo Mi Vida!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora