¡Sigues Siendo Mi Vida!

43.

--------LUCAS--------

¡Cuídate, ella ha logrado escapar!

     Leer esa nota hace que mi cuerpo sude de maneras inexplicables, lo que tanto temia se ha vuelto realidad. Que mi tío este en esas condiciones es mi culpa, y  culpa de una mente retorcida como lo es la de  Sthefanie, ella juró vengarse, se que fue ella la que mando acabar con él y lo peor es que pagarán inocentes por todo lo que ella cree le hicimos.

     Camino de un lado al otro, el  desespero comienza a invadirme, hace dos horas que llegamos al hospital y nadie dice nada, nadie informa nada.

     Saben dónde estamos, nos están vigilando de otra forma no hubiese llegado esa nota a mis manos, Romina me observa con recelo, pero no puedo decirle esto así como así, no soy capaz de confesarle que nuestra peor pesadilla ah vuelto, como arruinar todo y volver a revivir lo que nos costó tanto sanar.

     Observo sus hermosos ojos azules y me ven con compasión. ¿Cómo puedo ser capaz de arruinar esto?.

- Ella debe saberlo-- me convenzo..

     Se asustará lo sé, todo esto es volver al pasado, a recordar todos aquellos malos  días, pero tengo que hacerlo, ponerla sobre aviso, ¡Tengo que poder salvarla!.

- ¿Familiares de Nelson Koslov?- pregunta una doctora saliendo detrás de las puertas dobles.

     Me acerco lo más rápido posible a ella al igual que todas las personas que nos encontramos en el pasillo.

- Soy su sobrino. ¿Cómo está el?-. Pregunto angustiado.

- Logramos extraerle los cinco proyectiles que estaban alojados en distintas partes del cuerpo, la operación fue extensa porque entro en paro cardíaco en dos oportunidades-. Escucharla hace que deje de respirar.

    Los oídos me zumban.- Hemos logrado estabilizarlo, pero su situación es crítica. Tenemos que esperar como evoluciona en las proximas setenta y dos horas-. Culmina y eso es como un soplo de aire fresco a mi malherido corazón.

     Romina se acerca a mi y me abraza, me da paz y me aferró a ella con todas mis fuerzas. Quizás lo merezco por el daño que hice en el pasado, pero mi tío no tiene la culpa de nada.

     Supe de Nelson cuando tenía dos años ya en prisión, estaba cumpliendo la promesa que le hizo a mi padre de buscarme y darme todo lo que él en su lecho de muerte me heredó. Haber obligado a mi madre que me diera en adopción y que por ello mismo ella se suicidara por depresión lo mantuvo cautivo en esa pena hasta el último suspiro de vida. Me buscó, pero mis padres adoptivos supieron borrar bien las huellas y se los agradezco tanto.

    Intentaron sacarme antes de prisión pero tome la decisión de pagar los años que me habían sentenciado, quería que todos vieran mi cambio, porque realmente si me arrepentí de todo lo que hice.

   Que Romina llegará a mi vida hizo que cambiara muchas cosas en mi, luego Leila, mi hermosa Leila, desdichada como yo por las decisiones de nuestros padres y nuestras propias decisiones.

     No hay más culpables, todos sabíamos en que nos estábamos involucrando, solo que la mente retorcida de Sthefanie llevó las cosas a un nivel más elevado. Perdió el juicio, su obsesión por dañar a mi Reina Blanca la enloqueció.

     Está vez no le permitiré que la dañe, me lo debo, se lo debo y por la memoria de la mujer que ame y no pude salvar que lo haré, es mi redención, si llego a fallar no podré vivir con la culpa.

- Todo estará bien, él saldrá de todo esto-. Me alienta Romina y se que así será.

     Mi teléfono suena hasta reventar, los negocios no esperan, pero mi mente no está para eso. Soy consciente del dinero que perderemos por aplazar los desfiles, pero nada me importa más que la seguridad y bienestar de las chicas.