16.

46 3 2
                                    

MARGARET P.O,V

Despierto ansiosa por saber cual es la sorpresa que me esta preparando Erick, tanto que no me importa si me sorprende o no, incluso aceptaría corazones y flores, lo se, puede sonar cliché pero vamos ¿a que mujer enamorada no le gusta lo cliché?.

Suena hasta irónico que yo: Margaret Feliczola  reconocida por mis amigas como la mujer anti romance este teniendo pensamientos tan conformistas con respecto a alguna sorpresa que él me este organizando, pero es que el amor me tiene así, estúpida.

Tanta es mi estupidez que hace cinco años yo no toleraba ningún tipo de sorpresa, ni siquiera de mis padres. Definitivamente Erick ha logrado destruir todas esas murallas que construí para evitar enamorarme o a mi traducción volverme estúpida.

Pero, ¿a quien engaño?.

Con Erick no me interesa ser estúpida, es más por él seria capaz de hacer el ridículo, y para que quede bien en claro. Odio a las personas ridículas.

Muevo mi hermoso trasero hasta la ducha para comenzar el arduo proceso de latonería y pintura, ya que mi príncipe me recogerá a las diez de la mañana y para eso quedan menos de dos horas.

Ya va, ya va. ¿Principe?. ¿es en serio?-. Recrimina mi conciencia en tono incrédulo.

¡tu Callate envidiosa!.

Luego de una relajante ducha enrollo mi cabello mojado en una toalla para proceder a maquillarme.

Ver mi reflejo en el espejo hace que sienta pena con el daño que me he hecho y el arrepentimiento se apodere de mi, culpa de haber pasado dos dias sin dormir y alimentarme bien. Aplico todo tipo de producto que me ayude a eliminar las imperfecciones de mi rostro.

Seco mi cabello y al final realizo ondas para que mi ahora cabello rubio tome forma.

Entro al armario y rebuscó entre mis prendas, selecciono ropa intima sexy porque no se que pueda pasar mas tarde, un crop top blanco de encaje, unos jeans negros rasgados  corte alto, un chal color champán y mis sandalias de la suerte (blancas con tirantes, de tacón alto y pequeños detalles dorados).

Entro al armario y rebuscó entre mis prendas, selecciono ropa intima sexy porque no se que pueda pasar mas tarde, un crop top blanco de encaje, unos jeans negros rasgados  corte alto, un chal color champán y mis sandalias de la suerte (blancas con...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A mi parecer ni muy formal, ni muy informal. Por eso odio las sorpresas, porque no se como vestirme de acuerdo a la ocasión.

Mi teléfono suena notificando un mensaje de WhatsApp.

Mi príncipe hermoso👑😘😍

Mi limoncito con sal ya estoy afuera.

Río por el apodo que me tiene. -voy saliendo-. Respondo.

Cojo la pequeña mochila que preparé, algunos shorts, traje de baño, un vestido casual, y otras cosas que no se si usaré pero como no se a donde vamos, mejor ir preparada.

Paso por la sala donde están las chicas reunidas, ella silban aprobando mi atuendo y les lanzo un beso a todas.

Salgo del edificio y frente a su auto esta mi príncipe, el culpable de mis pensamientos conformistas y por el cual yo haría el ridículo, vestido con una polera gris, una chaqueta verde militar de cuero, unos jeans negros. Su cabello perfectamente recogido en una pequeña cola que lo hace ver endemoniada mente sexy.

-¡Hola mi princesa hermosa!-. Me saluda con un efusivo abrazo y un muy apasionado beso.

¡no se tú, pero yo ya me moje!-. Interviene mi conciencia.

-¡Hola mi príncipe hermoso!-. Sonrío.-¿ a donde vamos?-. Interrogo intrigada.

-es sorpresa mi princesa, pero estoy seguro te encantará.- responde entusiasmado y un tanto nervioso.

Conduce hasta el centro de la ciudad y se detiene, me venda los ojos aumentando mas mi curiosidad, ya le he preguntado mas de veinte veces que si ya llegamos y el solo ríe. Bajamos del auto y el me guía con cuidado hasta no se donde.

-Ahora si, ya llegamos-. Comenta quitándome la venda.

Parpadeo un par de veces para adaptarme a la luz, estamos en la pista de aterrizaje de un aeropuerto y frente a nosotros esta un helicóptero.

-¡creo que estas leyendo mucho las 50 sombras de Grey!-. Me burlo sin comprender aun la sorpresa.

-Sabia que si no decías algo así no eras tú-. Comenta en tono serio.

-no es mi culpa que te hayas obsesionado con esos libros-. Digo en forma inocente.

Se acerca a mi.- pero bastante que te gusta ser mi Anastasia.- susurra y muerde suavemente el lóbulo de mi oreja.

Corrientazos eléctricos recorren toda mi espina dorsal.

-Ven es hora de irnos.- ordena tomandome de la mano para que suba en el aparato.

Subo y él detrás de mi, se coloca a mi lado y acomoda el arnés junto con todas las medidas de seguridad, me da un tierno beso y él hace lo mismo pero ahora en el asiento de él. Me pasa una especie de auriculares con un micrófono incluido.

Logro distinguir algunas de las palabras que dicen. Cuba.

-¿¡iremos a cuba!?-. Pregunto sorprendida.

El sonríe y asiente levemente.

-¿conoceré a tus padres?-. Chillo horrorizada y con los nervios tomando control de mi cuerpo.

Vuelve a asentir y ríe a carcajadas al ver mi cara de horror.

-¡estas loco!-. Afirmo y eso incrementa su risa.

-¿¡ no crees que ya es hora de conocerlos!?-. Mas que una pregunta es una afirmación.

-Admito que me sorprendiste.- reconozco.- ¿como has logrado todo esto en tan poco tiempo?-. Pregunto aun atónita.

-Digamos que son ventajas de mi profesión y que por mi princesa hasta la luna si me la pide, con tal de ver siempre esa hermosa sonrisa que ilumina todos los días de mi vida.- dice con sinceridad logrando que me sonroje.

- Creo que mucho dulce para mi gusto-. Respondo.

Mejor Callate Margaret o juro que te lanzaré de este Helicóptero.- amenaza mi conciencia.

Es que no seria yo si respondo de otra manera.

Erick sonríe.- Esa manera tuya tan loca de matar los momentos estoy seguro fue la que me atrapo.- comenta pensativo.- si, definitivamente eso fue.- confirma y me lanza un beso.

-Yo también te amo.- digo.- y gracias por todo esto, de verdad estoy sorprendida y muy asustada-. Admito.

-Estoy seguro que le caerás de maravilla a mis padres, y como ya te dije lo que sea por verte feliz.- toma mis manos y las besa.

Confirmo, afirmo y reitero por este hombre no me importa ser estúpida, es que cada cosa que hace me enamora mas y mas y mas.

Definitivamente Erick Brian Colón es el hombre que quiero como el padre de mis hijos, o en su defecto mascotas.

¡Sigues Siendo Mi Vida!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora