17.

48 3 1
                                    

ROMINA P.OV.

Salí de casa para despejar un poco la mente, aclarando algunas dudas o mejor dicho tratar de procesar el caos que ahora es mi cabeza.

Tengo solo dos días para acomodar mi estado de ánimos, solo dos días para desenterrar la daga que se introdujo en mi corazón al escuchar esa noticia que sin duda me sepulto en lo mas escondido de la tierra.

Un bebé.

Mas que confirmado. Richard tendrá un bebé junto a su feliz esposa y yo aquí muriendo por ser  la madre de su primogénito. Un hecho que desde ahora se es un imposible.

Camino en busca de un lugar que me de paz para pensar con calma, que me ayude a reflexionar cada hecho sin crear rencor u odio en mi corazón.

Sujeto contra mi pecho un ramo de rosas blancas mientras camino hasta mi destino. No se en que momento se me ocurrió venir aquí. Supongo que este es el único lugar donde te escucharan sin ser juzgado.

Sonará tétrico que este caminando por las poco transitadas calles del panteón central en busca de paz o un ambiente tranquilo para pensar. Quizás un psicólogo piense que ya perdí la razón pero no, al despertar esta mañana una ola de recuerdos vinieron a mi y me hicieron revivir tantas cosas, o mejor dicho me hicieron pensar en una persona.

Quizás si perdí un poco la razón y quizás mis amigas vean muy raro que yo este en el cementerio con un ramo de rosas blanco en busca del lugar donde yacen los resto de Leila.

Pero algo en mi me dice que una persona que dio su vida por amor merece ser recordada o al menos se le debe mostrar un poco de respeto aunque toda su vida se haya basado en mentiras y maldad.

A paso lento llegó a unas lapidas de distancia con la de Leila,un chico encapuchado esta de cuclillas frente a la tumba de Leila colocando un pequeño ramo de margaritas.

-Siempre sentí cosas por ti-. Su voz suena rota.- pero ese amor enfermizo hacia Christopher no te dejo ver lo que yo sentia.- dice y pasa su mano en una caricia por la fría lápida.- quise salvarte de todas las artimañas de esa loca y no pude, esos desgraciados se me adelantaron y acabaron con tu vida, con esa hermosa sonrisa que me alegraba y me llenaba de esperanza.- solo escucho en silencio y hasta un pequeño nudo se formo en mi garganta.- fuera dado mi vida por salvarte pero yo estaba tan lleno de mierda. Juro que lo intente pero falle y eso me pesa como no tienes idea, hoy hace seis años desde que decidiste sacrificarte por amor. hoy hace seis años que vivo con la culpa de no poder hacer mas por ti. Vivo cada día arrepentido por no haberte dicho cuanto te amaba.- se levanta y suspira.

Un impulso hace que me acerque a ese chico.

-Disculpa. No pude evitar escucharte. Lamento mucho lo que estas pasando.- digo sincera.

El chico se voltea y el aire abandona mi cuerpo. Parpadeo un par de veces para ver si esto no es una alucinación o algún truco que me esta jugando la mente.

Sus ojos negros tan intensos, esas lágrimas que corren por sus mejillas, el color rojo que han adquirido sus labios y nariz por el llanto lo hacen ver tan vulnerable.

Detallo minuciosamente cada parte de su cuerpo, esta igual de alto, un poco flaco pero sigue siendo hermoso, una barba creciente en forma de candado que lo hacen ver sexy y maduro.

Trato de pronunciar palabra pero no puedo aun estoy sorprendida por verlo, hoy hace seis años desde la ultima vez que lo vi. Hoy hace seis años que lo vi saliendo por las puertas del instituto arrestado como un delincuente.

Un atisbo de sonrisa se posan en sus labios y agacha la mirada cortando la conexión entre nuestras miradas.

-¿¡Lucas!?-. Pregunto impactada después de varios minutos.

-¡Hola!-. Dice.-¿como estas?-. Pregunta.

-Mmmmm.- balbuceo sin saber que decir, en estos momentos mi cerebro no esta conectado con mi boca.

Sonríe.- se que te asombra verme y mas después de lo que escuchaste.- comenta entendiendo mi reacción.

-¿que haces aquí?-. Pregunto con torpeza.

-Hace un año que salí del reclusorio y no me había atrevido a venir-. Confiesa.- pero eso no es tan extraño, ella y yo fuimos amigos.- razona.- nunca imagine verte aquí.- comenta.

-Vine a traerle flores como cada año, se que suena raro pero supongo que saber que al final eligió decir la verdad sacrificando su vida por Chris hizo que naciera en mi un tipo de cariño por ella.- explico.

Ver la intensidad de sus ojos, me hace sentir esa paz que estaba buscando.

-Estas hermosa.- halaga y hace que me sonroje.

Vuelve a reír.- Me dio gusto volver a verte, ya me tengo que ir.- dice y besa mi mejilla.- sabrás de mi pronto.- susurra y eso me da un escalofrío.

No respondo nada por la impresión solo veo que se aleja de mi a paso decidido.

********

Conduzco hasta el departamento pensando en Lucas. Si, quería despejar mi mente y verlo me ha bloqueado la situación con Richard, pero ahora no dejo de pensar en esa confesión que le hizo a la tumba de Leila, pero lo que mas me da que pensar es lo ultimo que me dijo "sabrás de mi pronto".

¿ a que vendrá ahora?.

Entro al depa y las chicas están reunidas en la sala, claro menos Margaret. Giran la cabeza como el exorcista al ver que entro y suspiran.

-¿que?-. Pregunto viendo mi atuendo y volteando para ver detrás de mi por si hay alguien.

-Chama, ¿estas viendo la hora que es?-. Reclama Kathie.

-No se, mi teléfono se quedo sin pila.- digo restándole importancia.

-Estábamos preocupadas.- explica Barbara.

Ruedo los ojos y las encaro.

-Estaba en el cementerio-. Explico derrotada.

-Pensamos que.....- la interrumpo.

-No me voy a echar a morir ni mucho menos voy a cometer una locura por el estúpido de Richard.- bufo algo enojada.

-como saliste sin decir nada. Disculpa-. Dice Ariannys apenada.

-Solo quería despejarme.- comento.- Gracias por preocuparse.- agradezco con una sonrisa.

Tomo un vaso de jugo de naranja y me voy a la habitación.

Creo que esta noche me va a costar conciliar el sueño.

¡Sigues Siendo Mi Vida!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora