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Sus besos me enloquecen. Quería besarlo hace mucho tiempo, exactamente desde la ultima vez que pase la tarde en sus brazos. Necesito sentirlo mio una vez más.

¿Masoquista?

Completamente soy masoquista con tal de que este hombre me haga olvidar todo aunque sea una noche.

Me da rabia ser así, que el domine mi cuerpo así pero joder, que rico se siente.

Quita mi camiseta de tirantes blanca dejandome en brasier, me besa, me recorre, me seduce y me enloquece cada instante que su cuerpo me toma entre el suyo.

-Te extrañe tanto preciosa.- dice besando el valle de mis senos.

Me remuevo debajo de él y lo volteo encima de la cama quedando a horcajadas. Si me arrepentiré de esto mañana no me importa, pero solo quiero que me ame de la manera mas bestial, pasional y cariñosa que solo el sabe...

Que me enloquezca como solo sus besos lo logran, sinceramente me importa una jodida verga lo que pase, lo que suceda, lo que digan. La vida es una sola y viviré el momento, mi momento con él.

Aunque mañana me caiga el balde de agua llamado "sharlene" osea su esposa.

-Ámame Richard.- jadeo deseosa.

-Calma preciosa, ¡Disfruta!.- pide y me sumerjo en sus pasionales besos.

Besa desde el borde de mi brasier hasta el comienzo de mis pantys. Hace una hilera de besos húmedos por mi abdomen deteniéndose en mi ombligo, donde introduce su lengua y revolotea en él.

¡Dios! Siento como mi entrepierna se humedece con sus besos y caricias.

Gimo aferrando mis manos en su cabello, cuando siento que desliza lentamente mis pantalones de mezclilla junto con mis brasileras por lo largo de mis piernas.

Me siento tan expuesta que me sonrojo de la vergüenza, hace varios meses que sus manos no me tocaban.

Cierro las piernas por instinto cuando el me observa con esos ojos deseos, estoy desnuda solo me queda el brasier.

-Tranquila preciosa, me gusta lo que veo.- sonríe y mi cuerpo al igual que mi cara se sonroja.

Me besa la boca para calmar un poco la ansiedad que siento.

-Creo que estoy en desventaja.- comento viendo aun sus pantalones.

Vuelvo a quedar encima de él y comienzo a desvestirlo.

Beso sus labios, mejilla, cuello, tetillas y abdomen, haciendo buen uso de mis conocimientos - que el me enseñó- para seducirlo y tratar de enloquecer lo a tal punto como en el que él me ha dejado.

Quito sus pantalones y por encima de la tela de sus bóxer se nota su muy dura erección.

La masajeo y su respiración te agita un poco mas, en un descuido me desabrocha la única prenda que tapaba mi completa desnudes.

-Siguen siendo hermosos Rom.- susurra y pasa la lengua por mis pezones erguidos.

-mmmmm.- jadeo cuando siento que sopla en el lugar donde paso su lengua y me envía una corriente eléctrica hasta mi zona baja.

Me toma de la cintura e introduce mi seno en su boca, lo lame y succiona.

Siento que los espasmos de el orgasmo se aproximan y el ni siquiera me ha penetrado ni ha tocado mi punto g.

-¡Oh preciosa! Estas muy empapada.- dice cuando introduce uno de sus dedos en mi.

-¿Y eso esta mal?.- pregunto haciéndome la inocente, disfrutando de su tacto.

-Para mi auto control si.- besa mi cuello.

-No quiero que te controles.- gimo cuando con su otra mano palmea mi trasero.- penetrame.- ordeno presa de las sensaciones que me brindan sus dedos.

-Aun no, quiero verte teniendo un orgasmo gracias a mi caricias.- confiesa de manera seductora y gimo por su confesión.

-Ri....chard.- digo entrecortadamente.- no creo que aguante mucho.- aseguro.

-Quiero que te vengas para mi todas las veces posible.- me pide y eso sonó demasiado sexy.

-¿Acaso me quieres matar?-. Gimo por culpa de sus ágiles manos.

-Si preciosa.- admite y trago grueso.- quiero matarte de placer.- confiesa.

Me recuesta en el colchón sin sacar sus dedos de mi y sin mas con su lengua comienza a jugar con mi punto g.

-¡Oh Richard!.- gimo.

Es una sensación enloquecedora, sus dedos dentro de mi, su lengua lamiendo mi centro y con su otra mano masajea mi seno.

En serio me quiere matar. Ya no aguanto mas, sus caricias al mismo tiempo me enloquecen, no se en cual concentrarme.

Trato de liberarme pero no me deja. Soy presa de mis propias sensaciones.

Esto es, esto es, esto es.... La gloria.

Sopla justo ahí y ya no lo soporto me corro en su boca y manos.

Gimo y me retuerzo por culpa de los espasmos de un maravilloso orgasmo.

Sin hacerme esperar mucho me penetra con fuerza una y otra vez sin detenerse.

-¡Ri..... ¡Ah!.- gimo.

Siento como los espasmos de un nuevo orgasmo se aproximan a la velocidad de la luz.

-Eres mía.- dice con la respiración súper agitada.- solo mía.- confirma.

-Lastima que tu no lo seas.- digo y él me vuelve a penetrar con fuerza para silenciarme.

Las lágrimas me nublan la visión, las contracciones del nuevo orgasmo son mas fuertes que el anterior.

Él lo nota y se detiene.

-¿ te he hecho daño?.- pregunta temeroso.- lo siento he sido un animal.- se disculpa.

Niego y me aferro a su espalda.

-No te detengas por favor.- pido y me muevo con sugerencia en su erección.

Al ver que no me hace caso, lo volteo y me empalmo en su erección con fuerza, cosa que hace que el Gima.

-Vuelves a parar cuando estoy a punto de llegar al orgasmo y te mato.- comento y su sonrisa se ensancha.

Marcamos un ritmo con estocadas fuertes, me muevo con agilidad encima de su pene. Solo gemidos se escuchan en la habitación, solo nuestra respiración entre cortada y muy agitada hacen una perfecta melodía.

-¡Vamos Romina!.- palmea mi trasero por décima vez.- no creo que resista más.- acepta y sonrió con autosuficiencia.

Al ver mi expresión vuelve a darme una palmada.

-No me vendré hasta verte y escucharte decir mi nombre cuando eyacules dentro de mi.- susurro en su oído.

-¡Joder! Eres una maldita maquina de seducción.- gruñe.

-¿te cuesta venirte mientras me empalmo en tu pene?.- pregunto mientras me empalmo en él.

-Lo estas logrando.- responde pausadamente.

-¿ y te gusta?.- susurro y muerdo el lóbulo de su oreja.

Palmea mi trasero otra vez en respuesta.

-Richard.- chillo.- Debo tener mis glúteos rojos.- lo reprendo.

-No te quejes que bien que te excita.- dice seguro de si mismo y me vuelve a palmear.

-¡Joder!.- gruño cuando lo hace.

Lo beso hasta arrancarle suspiros y me muevo hasta sentir como su orgasmo se aproxima, no me detengo hasta que lo escucho maldecir y decir mi nombre en la misma oración, luego siento como me llena con su semen.

Al sentirlo continuo con mis movimientos y me corro encima de él.

Una muy espectacular y buena sesión de sexo. Y yo que creía que mi noche seria aburrida.


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