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El insistente sonido de un móvil muy cerca de mi hace que despierte.

El teléfono de Richard suena como si de ello dependiera la vida de alguien. Cojo el móvil que esta en la mesita del lado de la cama y este deja de sonar.

4:50am ¿Quien carajos llama a esta hora?.

El aparato del demonio vuelve a sonar y el nombre de quien estropea mi felicidad aparece en la pantalla.

"MI ESPOSA"

Que no te afecte Rom. Que no te afecte.- pide mi conciencia.

No tiene por que afectarme...

Muevo el cuerpo de Richard que esta a mi lado para que despierte. El sonríe al verme aun desnuda.

-¡Toma! Es tu esposa.- digo entregándole el teléfono.

El me ve sorprendido y yo sonrío, le planto un beso en los labios y me volteo para seguir durmiendo.

Siento como se levanta de la cama. No le doy importancia a lo que pase, decidí estar con un hombre casado y no tengo por que quejarme además pase una noche maravillosa en sus brazos, sonara egoísta de mi parte pero aunque este casado con ella él me ama a mi.

Siento como la cama se hunde a mi lado, los brazos de Richard me envuelven y comienza a besar mi espalda y cuello.

-¿como estas?.- susurra en mi oído.

Me volteo para enfrentarlo, se que lo hace por la llamada.

-Tranquilo que estoy bien.- respondo.- además fue solo una noche.- digo restándole importancia al asunto y me volteo.

-Sabes que no fue solo una noche Romina.- el tono en que lo dice me hace saber que se ha cabreado por mi ultimo comentario.

-Cariño no tienes porque molestarte, sabes que tengo razón-. Digo con obviedad.

-Simplemente no fue cualquier noche.- bufa irritado.

-Richard por Dios no seas malcriado.- ordeno algo cansada.- Tu esposa es tu esposa, yo simplemente soy una noche.- reconozco aunque eso me caiga como patada al estómago.

Me toma de las manos - con un gesto que parece desesperado- y me levanta de la cama, la sabana cae a mis pies dejando me pegada a su cuerpo con completa desnudes.

-Para mi eres mas que una simple noche Romina. ¿Acaso no entiendes?.- me sacude.

De manera exasperada trato de soltarme de él.

-Me estas lastimando Richard.- digo conteniendo la rabia que esta mermando en mi sangre.

Me suelta y masajeo mis muñecas.

-Entiendo a la perfección todo Richard, así tu jures amarme no cambiara las cosas. Tu estas casado y vas a tener un hijo.- razono.- que por cierto felicitaciones por eso.- lo felicito plantándole un beso en los labios.

-Deja la maldita ironía conmigo.- exige caminando hacia la ventana.

-en ningún momento estoy siendo irónica Richard.- ruedo los ojos y me posiciono a su lado.- ¿Arruinaras lo que nos queda para disfrutar o la dejaras pasar y aceptaras que tengo razón?.- pregunto en son conciliador.

¡Sigues Siendo Mi Vida!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora