꒰ Destiny ✔ ៸៸ sᴜɴɢsᴜɴ ᵃᵈᵃᵖᵗ •

🍣 ፧ 𝗱𝗼𝘀 • ✦⁾

Sunoo presentía que no iba a ser su día.

Quería pensar que sólo era idea suya, y que caerse de la cama apenas se levantó y casi caerse de las escaleras sólo demostraba lo torpe que podía ser. Pero el sentimiento de que algo iba a pasar ese día no se borraba, y no sabía si sería algo o bueno.

Caminó a la cocina mientras bostezaba, abrió la heladera y sacó un jugo de naranja, lo dejó en la mesada y se dispuso a tostarse dos panes para desayunar. Sabía que debía comer algo más, mucho más sabiendo que el doctor le dijo que no podía seguir comiendo como comía, pero a Sunoo no le importaba, no sabía cocinar algo mejor y tampoco tenía a alguien que lo hiciera por él, siempre estaba solo.

Después de que su madre muriera dos años atrás, su padre apenas y volvía a casa, solo venía a dormir y se volvía a ir temprano a trabajar. Sunoo sabía que trata de ocultar su dolor trabajando hasta el cansancio, pero a veces deseaba que su padre estuviera a su lado en esos momentos. 

Después de perder a su madre, Sunoo comenzó a sufrir de depresión. No comía, dormía todo el tiempo y se rehusaba a salir de la casa, solo quería estar solo, solo quería que lo dejaran en paz, "solo quiero que mamá vuelva" solía decirle a su padre, que lo miraba destrozado. 

Sunoo en ese tiempo sabía que si el seguía así su padre se iba a desmoronar, así que hizo lo posible para ser fuerte para ayudar a su padre y ocultó su dolor para hacerle la vida más fácil al mayor. Se dio cuenta de que su padre estaba agradecido por eso, la muerte de su esposa dejó un vacío emocional que nadie podría llenar y aunque el hombre sabía que su hijo lo necesitaba, jamás pudo ser lo suficientemente fuerte para quedarse al lado del joven. 

Sunoo miró la cocina y frunció el ceño. 

Demasiado silencioso.

El odiaba el silencio, por eso siempre ponía música, recordando que su madre solía ponerla fuerte para poder cantar juntos y reírse. Solía tomarlo de las manos mientras le decía "baila con tu madre, mocoso" y daban vueltas en la cocina, con sonrisas en sus rostros.

Sunoo sintió que una lágrima rodaba por su mejilla y el hambre que apenas tenía se le esfumó por completo. Miró la tostada en su mano con asco y la dejó. 

Supongo que jamás podré terminarme la primera tostada.

Una sonrisa triste nació en su rostro, se levantó de la silla, se aseguró de dejar todo limpio y tomó sus cosas, dirigiéndose a la salida.

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El bus al cual se había subido en la esquina de su casa lo dejó en la esquina del colegio. Se colocó la mochila en los hombros y bajó sin prisa.

Sabía que estaba triste, lo notó al darse cuenta de que ni siquiera intentó mirar al chico que le gustaba, quien en ese momento estaba sacando cosas de su casillero. 

Ni siquiera quería mirar a Sunghoon en esos momentos, recordar que el muchacho ni le prestaba atención no mejoraba su humor, así que decidió ignorarlo por el momento. Aunque eso no pasó desapercibido por sus amigos, que lo miraban, analizándolo.

—¿Pasó algo, solecito? —preguntó suavemente Yeonjun, quien lo miraba un poco preocupado.

—Normalmente lo primero que haces es mirar a ese idiota como si fueras una colegiala enamorada o algo así, aunque creo que eso eres.. —Jungwon dijo, aunque susurró lo último, ganándose una mirada de Yeonjun y Niki.

—Recordé a mi madre esta mañana —dijo Sunoo con un tono apagado, mientras cerraba su casillero.

Los tres chicos se miraron entre ellos y después lo miraron con una mueca, todos ellos sabían sobre la madre de Sunoo, todos ellos hicieron lo posible para animar al pelinegro esos días, sin mucho esfuerzo, aunque jamás dejaron de tratar. Sunoo les estaba realmente agradecido, sabía que si no fuera por ellos, jamás podría haber dejado ese vacío que lo mataba tiempo atrás.