꒰ Destiny ✔ ៸៸ sᴜɴɢsᴜɴ ᵃᵈᵃᵖᵗ •

🍣 ፧ 𝘃𝗲𝗶𝗻𝘁𝗶𝘂𝗻𝗼 • ✦⁾

—Jungwon, ¿saldrías conmigo?

El menor sonrió tanto que sintió su cara doler mientras soltaba a los brazos del chico.

—¡Si! ¡Saldré contigo Jay!

—Jungwon —repitió el mayor.

—¿Qué sucede Jay?

—Oye Jungwon.

—Estoy aquí, ¿no me ves?

Jungwon sintió como Jay lo tomaba de los brazos y lo sacudía un poco.

—Jungwon, ¡despierta!

Jungwon abrió los ojos y se sentó en la cama alterado. Parada al lado de su cama se encontraba su madre mirándolo curiosa. Recordaba que su hijo le había pedido levantarlo temprano ese sábado porque tenía una cita con un chico. El menor por su parte no salía de su asombro y la vergüenza: ¿había sido todo un sueño?

—¿Estás bien hijo? 

Jungwon cerró sus ojos y suspiró, realmente había soñado con Jay pidiéndole que saliera con él, en esos momentos su corazón no dejaba de latir como loco y por el color que comenzó a sentir, sabía que seguramente se había ruborizado.

—Estoy bien mamá —pasó sus manos tratando de peinar sus cabellos y miró a su mamá, regalándole una sonrisa cansada—. ¿Qué hora es?

—Apenas son la 1 cariño, la comida ya está servida en la mesa, así que baja a comer y después te preparas para tu cita. 

Él asintió tranquilo, su madre acarició su cabello y depositó un beso en su cabeza antes de salir. Jungwon siempre le contaba todo a sus padres, así que para ellos no era ningún secreto que a su querido hijo le gustaba el chico de enfrente y saber que él por fin tendría una cita con él, los tenía emocionados. Jungwon  agradecía que sus padres siempre estuvieran para él, aunque ellos no eran del tipo de meterse en sus cosas ni de criticarlo, siempre trataban de darle apoyo a su hijo en todo lo que quería en la vida. Él amaba mucho a sus padres por eso. 

Se tomó el tiempo de estirar su cuerpo y después se dirigió al baño. En menos de 10 minutos, ya se había bañado, secado el pelo y vestido para bajar a desayunar, al entrar a la cocina encontró a sus padres hablando animadamente, lo que lo llevó a sonreír.

—Buenos días —dijo mientras le daba un beso a su madre, a pesar de haberla visto siempre lo hacía, y uno a su padre.

—Buenos días hijo, ¿emocionado por el día de hoy?

Jungwon agrandó su sonrisa y rió un poco mientras se sentaba al escuchar la pregunta de su padre.

—Un poco nervioso diría yo, pero supongo que estaré bien.

—Por lo que nos contaste es un buen chico, así que no deberías preocuparte cariño —trató de calmarlo su madre, a su vez depositando un plato de comida frente a él—. Ahora come, así tendrás el tiempo suficiente para prepararte.

Asintió y comenzó a comer. La comida transcurrió tranquila como siempre en su casa, sus padres le contaban historias de sus trabajos y Jungwon hacía lo mismo con sus amigos. Tendrían que haberles visto la cara cuando se enteraron que Sunoo y Yeonjun estaban saliendo con alguien, hasta se habían tomado el tiempo de llamar a ambos chicos y a felicitarlos. Los dos, quienes ya conocían bien a los Yang, solo aceptaron las felicitaciones divertidos.

Al terminar de comer, ayudó a su madre a juntar la mesa y a lavar los platos, después corrió a su habitación para prepararse. Mientras se preparaba, no podía dejar de pensar en lo que iba a pasar ese día.

Hasta hace unas semanas, creía que jamás tendría alguna chance con Jay, pero últimamente las cosas habían cambiado bastante. Jungwon no era tonto, se había dado cuenta de la forma en la que Jay lo miraba, como era diferente con él, como se ponía celoso cuando algunos chicos se acercaban a hablarle, sabía que gustaba de él pero saberlo él y que Jay pueda decírselo eran dos cosas distintas.