ocho

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—¡Hola hermosa! ¿me extrañaste? Porque yo sí y mucho mucho —la chica intentó tomar a la pequeña pero esta se aferró al cuello de su madre y volteó su carita para no darle la cara—

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—¡Hola hermosa! ¿me extrañaste? Porque yo sí y mucho mucho —la chica intentó tomar a la pequeña pero esta se aferró al cuello de su madre y volteó su carita para no darle la cara—. ¡Vamos lindo algodón de azúcar!

"Ya sáquese de aquí".

Ryujin tomó la cadena que colgaba del cuello de Lisa con curiosidad, llevándola a su boca de inmediato, y por supuesto ignorando a aquella chica que luchaba por obtener su atención, a veces era de esos bebés que se hacen de rogar, aparte era bien sabido que la adorable omega no le caía del todo bien.

—¿Por qué tu hija me odia? —preguntó a Chaeyoung que volvía de la cocina comiendo de una bolsita de galletas de chispas de chocolate.

"No sé, no me caes, tú te llevabas a mi mami lejos de mí y me dolía el pechito por eso... Bueno a veces tía nini también lo hacía pero a ella le perdono todo".

—No lo sé, realmente creo que eres la única a la que ignora de esa forma —contestó la omega pasándole una galletita a la bebé y dejando una en la boca de Lisa.

Eunha hizo un puchero, desde que la pequeña Manobal había nacido procuraba caerle bien, pero al parecer nunca se iba a dar, siempre la ignoraba o lloraba cuando la tomaba.

"Oye, pero ahora estás como media panzona".

Ryu babeaba la galleta sin poder comerla como desearía debido a su corta edad y poco conocimiento sobre comer cosas sólidas, pero también había quedado anonadada por la panza de Eunha, ¿por qué estaba tan gorda? Son cosas que no tenía manera de saber aún.

—¿Y será niño o niña? —preguntó Lisa dando el último mordisco a su galleta.

—Aún no sabemos, preferí esperar un poco más antes de saberlo —respondió la más bajita, sentándose ya en el sofá, pues sus hinchados pies ya estaban cansados.

—Con Ryujin lo supimos apenas a los cuatro meses, ella era una desvergonzada, cuando el doctor empezó a hacer la ecografía abrió las piernas —comentó Chaeyoung con una sonrisa, viendo a la bebé con la cara sucia debido a la galleta aún no consumida.

—¿Quisieras tener una primita o primito? —preguntó su madre, quién la tenía en su regazo, ambas sentadas en el sofá junto a Eunha.

"¿Y para que quiero yo un primo?".

—Mira Ryu, aquí vive tu primito —Chaeyoung se acercó su bebé y tomando su manita la colocó en la panza de Eunha, sintiendo casi instantáneamente un movimiento debajo de su pequeña palma.

"¿Hablas de algo así como un esclavo?".

La idea la hizo feliz, aplaudiendo de inmediato, sería un pequeñito a quien adiestrar, siempre había querido uno de esos, pero no sabía cómo pedirlo.

—Aww, creo que le alegra tener compañía, seguro serán buenos amigos —comentó Eunha, viendo como la niña fascinada se acercaba a tocar su panza.

"¿Entonces también tienes leche? Podrías ser mi reserva de emergencia".

Chae y Lisa sonrieron enternecidos hacía su cachorrita, no sabiendo sus más oscuros pensamientos.

—Llamaré a Nini —dijo Chaeyoung.

"¡si, si, si!"

—Así salimos las tres juntas, Lisa puede cuidar de Ryu.

"Espera ¿qué?".

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