veinticinco

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La omega miraba la pantalla de su teléfono, la aplicación kakaotalk estaba abierta mientras esperaba por una repuesta que debió llegar hace una o dos horas atrás a su parecer, una película se reproducía en el televisor pero no había quién la viera, solo servía como ruido de fondo, su cachorra estaba recostada a su lado babeando su manita, con su cabecita reposando sobre uno de sus bíceps en tanto ella daba suaves palmadas sobre su espaldita para ayudarla conciliar el sueño.

"¿Por qué estás tan inquieta, mami? Con ese aroma no puedo dormir".

La bebé balbuceaba buscando obtener su atención pero ella no podía dársela por más de unos segundos, volviendo su mirada al teléfono como si esto ayudara de alguna manera a que el mensaje llegara.

—Lalisa me va a escuchar... —murmuró Chaeyoung.

Observó la hora, casi media noche.

Cuándo Lalisa le había dicho que después del trabajo tendrían una pequeña reunión no pensó que esta se extendería tanto como para que diera esa hora y la alfa no hubiera llegado a casa, se suponía que estaban celebrando anticipadamente el feriado que tendrían mañana, comenzó a pensar que realmente no era una pequeña reunión como le había asegurado la mayor.

Chaeyoung no tenía problema alguno con que Lalisa fuera a fiestas, pero inevitablemente se preocupaba porque no le había dicho que iba a quedarse tanto tiempo y hace rato no le dejaba ningún mensaje, lo cual se le hacía extraño.

Ryujin soltó un quejido obligando a su madre a dejar nuevamente el teléfono de lado, colocándolo encima del buró, tomo a la cachorrita y la recostó sobre su pecho, siguiendo con eso de las palmadas suaves sobre su espalda, sabía que quizás era ella misma y su preocupación las que no dejaban a Ryujin dormir con tranquilidad, era una cachorra y cualquier cambio en su aroma podía confundirla, pues no entendía todas aquellas emociones.

—Shh, ya bebé, duerme un poco ¿si? —intentó arrullar su madre, acercándola un poco más a donde estaba su corazón, según decían esto les ayudaba a los cachorros con insomnio.

"Mm no es eso, es el pañal, pero espera que no he terminado".

Al parecer su madre aún no olía.

—Los pollitos dicen...

"Pío pío pío".

Antes de que su madre continuara con la la canción escuchó como luego de digitar el código la puerta principal se abría, bufó indignada, estabilizando sus emociones, ella preocupándose y la mayor llegaba como si nada a la casa, de inmediato se levantó de la cama con todo y bebé en brazos, no perdería la oportunidad de reclamarle un par de cosas a la alfa.

Salió de la habitación caminando directo hacía la sala, dónde la mayor se deshacía de su abrigo sin ningún tipo de delicadeza, le dirigió una mirada al sentir su presencia y le dedicó una sonrisa socarrona, que Chaeyoung odió justo en ese momento.

—Chaeng, mi amoor, sigues despierta, ¿no es hora de dormir ya, hermosa? —comentó con gracia y la omega rodó los ojos al notar el detalle en el torpe andar de la mayor, no puede ser.

Se acercó un poco más al otro percibiendo el olor que desprendía, alcohol, lo que faltaba.

—¿Estás borracha, Lalisa? —preguntó con cierta molestia en su voz al notar aquél detalle —Ni siquiera me avisaste que vendrías mas tarde y peor aún mira como llegas, apestando a alcohol.

—No tomé tanto —se defendió con rapidez la alfa—algunos compañeros y yo fuimos a un bar cercano, perdón por no avisar, me quedé sin batería, pero ya no te enojes mi preciosa omega, ya estoy aquí, sana como una lechuga.

Chaeyoung negó repetidas veces ante su estado, Lalisa a veces se portaba como idiota estando ebria, le vio acercarse a ella con sus brazos extendidos sin borrar la tonta sonrisita.

—Mira aquí está Ryujin, ven con mama, cachorrita, mamá te extrañó... Uh fueron como años sin verte —intentó tomar a la pequeña bebé que la miraba con extrañeza ante el nuevo aroma y el comportamiento algo raro que estaba teniendo.

"Estás mal vieja".

—No vas a cargar a la niña estando así —dijo la omega —deberías darte un baño, no estaba mintiendo cuando dije que apestabas.

Lalisa hizo un puchero inconforme con el duro trato de Chaeyoung, no pensó que algo tan simple iba a molestarle tanto, solía irse a tomarse algunas cervezas con sus amigos antes de tener a Ryujin, pero al parecer para la omega ya no era lo mismo.

La menor se dio vuelta dispuesta a irse a la habitación, llevando a la adormilada cachorrita consigo, al parecer alguien no dormiría en esa habitación y con mucha seguridad sería la alfa, nuevamente le tocaría estar junto a su fiel compañero, el sofá.

—Chaeng espera —llamó haciendo a la omega parar antes de abrir la puerta, había tenido una idea— ¿sabes por qué las focas en el circo miran hacia arriba?

—Ay no Lalisa si es un...

—¡Porque es dónde están los focos! —terminó su mal chiste comenzando a reír ante la mirada molesta de su esposa—. ¿Ya me perdonas?

—¿No te da pena con tu hija? Ya no tienes veinte Lalisa, entiende que tenemos una bebé y estaba muerta de miedo pensando que puedo haberte pasado algo —rechistó la omega—. No significa que no salgas a divertirte de vez en cuando, pero recuerda que tienes a dos personas esperándote en casa, un chiste no resolverá eso.

Lalisa suspiró, a veces sentía que su esposa exageraba hasta las cosas más simples, en el pasado lo hacía reír con unos cuantos chistes.

—Chaeyoung...

—Hablamos mañana, el sofá es todo tuyo hoy, no vas a dormir conmigo oliendo así —señaló y terminó de abrir la puerta frente a ella.

"Uy, está fuerte la cosa".

Entró cerrando detrás de ella, soltando el aire retenido, cerró sus ojos por un momento pensativa, al volverlos abrir se encontró con la mirada de Ryujin quién tenía su cabeza sobre su hombro, dejó un beso sobre ella, sintiendo sus suaves y escasos cabellitos, caminó hasta la cama recostando primero a la bebé.

—¿Estoy siendo muy exagerada? —susurró— es decir tenía tiempo sin hacer algo así, pero igual, debió decirme que vendría más tarde, soy su esposa, merezco saberlo... pero.

"No lo sé mami, pero lo que te recomiendo ahora es que me cambies el pañal".

Recién notó el mal olor, frunciendo el ceño, no más papilla de frutas para Ryujin, estaba decidido.

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