La Novia de la Reina Abominable

Corazón

Una bomba emocional cayó sobre Luz al momento de enterarse que tenía un medio hermano. Se asustó y se aisló de los demás por ya casi tres días. Ahora estaba sola leyendo en la biblioteca y todos los demás estaban deliberando sobre qué hacer al respecto.

Hunter: Todo esto es mi culpa. No era mi intención, yo lo único que buscaba era pues ... sentir que tenía una familia de verdad. Ser diferente a nuestro padre, darle todo a lo que ella tenía derecho desde su nacimiento, poder ser alguien en quien pudiera apoyarse y qué fue lo que hice ... solo vine a perturbar la felicidad que ya había conseguido con tanto esfuerzo.

Eda: Nadie ha dicho palabras más ciertas. De inmediato recibió un codazo en las costillas por parte de su hermana.

Lilith: Tus intenciones eran buenas. Solo está abrumada, hay que darle más tiempo.

Vee: ¿Amity no sería bueno que intentaras hablar con ella?

Amity: ¿Yo?

King: Pues si ... eres su novia, ¿quien mejor para ayudarla?

Amity: B-bueno yo ... no lo se.

Emira: No se preocupen, yo iré. Declaró con seguridad, sin dar espacio a opiniones por parte de los demás. Amity se sintió algo deprimida y a la vez celosa. La semilla de duda que Emira había plantado en su cabeza había hachado muchas raíces. ¿Y si realmente Luz aún tenía sentimientos por Emira y la prefería por ser humana? El corazón de Amity dolía de solo pensarlo y el miedo la paralizaba de realizar cualquier acción. Pues cada movimiento que hiciera podría acelerar el que su temor se hiciera realidad.

La peliverde entró a la biblioteca, encontrando a Luz muy concentrada releyendo un diario de Azura.

Emira: Hola linda. ¿Cómo te sientes?

Luz: Ahora no Emira. Quisiera estar sola por favor.

Emira: Ya has estado sola demasiado tiempo. Vamos habla conmigo, sabes que puedes hacerlo.

Luz: Si, lo se. Es solo que antes de hablar aún tengo que resolver mis pensamientos aunque sea un poco más. Es desconcertante. Contesto dejando el diario a un lado.

Emira: Comprendo eso. El día en que creí perderte sentía un tornado dentro de mi cabeza y a pesar de eso también tuve demasiada claridad en algunos aspectos. Jeje, es increíble lo certero que puede ser el dicho de no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.

Luz: También te extrañe, por mucho tiempo fuiste mi única amiga.

Emira: Amigas, si. Aún así, hubiese querido que hubiésemos llegado a ser más. Aún lo quiero. Ella puso su mano encima de la de la morena, haciendo que en el rostro de esta se viera una gran sorpresa. Lentamente el rostro de Emira se fue acercando al de Luz, ella tenía tantas ganas de volver a probar esos dulces labios. Ambas podían sentir el aliento de la otra, pero cuando sus bocas estaban por comenzar a rozarse, Luz hizo el rostro hacia un lado, poniendo su mano entre ambas.

Luz: Lo siento, no puedo corresponder tus sentimientos.

Emira: P-pero, creía que también me querías. Se apartó de golpe.

Luz: Y lo hago, fuiste mi primer amor. Jamás he dejado de sentir algo por ti y jamás lo haré, pero mi corazón ahora late por Amity. Le dijo sincera, pero triste porque sabía que la estaba lastimando.

Emira: (llorando) L-lo comprendo. No quise imponer mis sentimientos sobre los tuyos. Se ve que ella también te quiere mucho. Necesito un momento. Salió de la habitación y de la casa para desahogarse. Un rato después, alguien más entró.