En una colonia Inglesa ubicada en las Islas Hirvientes, un archipiélago recién descubierto, vive infelizmente Luz Noceda, hija bastarda de un soldado inglés y una esclava. La vida es dura para ella cada día, aún así se esfuerza por mantener una sonr...
Luz y Amity estaban trabajando en la sala, tratando de hacer funcionar una combinación de glifos mientras que King y Vee jugaban con unos animales de felpa. Las hermanas arpia se habían ido a dar un vuelo vespertino, así que sólo estaban presentes los más jóvenes.
Luz: Creó que esta vez lo tengo. -término del pintar el glifo y lo estampó sobre su pecho, activándolo, teniendo como resultado que la morena se desvaneciera.- ¡Lo hice! -Celebró y con ello también terminó su invisibilidad.- hum, creó que sólo dura hasta donde aguante la respiración.
Amity: Hazlo otra vez.
King: No lo vuelvas a hacer. Pidió, sujetándose con fuerza a la pierna de la chica.
Vee: Es genial Luz, tienes un nuevo hechizo.
Luz: Vamos, no es para tanto. Comentó algo sonrojada.
Amity: Por supuesto que es algo. Luz, desde que llegaste no solo aprendiste a usar los glifos básicos, también descifraste las combinaciones de cinco de los hechizos en los diarios de Azura. Tienes una afinidad con la magia que no imagine.
Luz: Mu- machas gracias Amity. Significa tanto. La abominable se sonrojó por aquel agradecimiento y se acomodó un mechón con una sonrisa.
Amity: Acompáñame a mi cuarto, tengo un obsequio para ti.
Luz: ¿No es otro pay de hadas verdad? Preguntó temiendo que así fuera pero tratando de disimularlo para no herir sus sentimientos.
Amity: Lo siento temo que no. Tendrás que esperar al próximo año a que sea la temporada, pero en cuanto comience te prometo que te haré uno enorme solo para ti.
Luz: B-bien. Celebró forzadamente, sudando y disculpándose con todas las hadas que serían víctimas de las buenas intenciones de Amity.
Subieron las escaleras, a la vez de que King y Vee se burlaban de ellas haciendo sonidos de besitos a sus espaldas. En el cuarto, Amity metió el brazo bajo su cama y sacó una gran y delgada caja blanca. Al abrirla Luz no pudo creerlo.
Amity: Es todo de lana de bruja. Me tomó un tiempo hacerla pero el tejerla fue sencillo.
Luz: Esto tiene que estar sobre mí ahora. Entró corriendo al closet y salió de este totalmente despampanante.
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Amity: Hay mamá. ¡Digo, te queda bien! Te vez fuerte y dulce, ¡Digo, pareces una bruja en derecho! Creo que ya debería callarme. Agregó, sumamente avergonzada y roja.
Luz: Jajaja. A-Amity, aprovechando que solo somos nosotras hay algo que quisiera decirte. He pensado muchas maneras de hacerlo porque quería hacerlo perfecto, pero cada vez sólo acababa pensando "Amity es demasiado genial para esto" La última frase género un sonrojo feliz en la otra chica que sostenía sus manos entre sí y su expresión dejaba notar su felicidad.
