Capitulo 1.-Nuestra Ángel

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»Moon JongUp: Noviembre 28, 2014, 7:30 a.m.«

El despertador me levantó de mi cansado sueño, me gruñía para mi mismo por no haber apagado la alarma, estoy acostumbrado a levantarme muy temprano pero desde ayer mi cuerpo se ha sentido muy pesado con lo sucedido con la demanda. Cubrí mi cuerpo con la suave sábana tratando de volver a dormir pero me era imposible, solo daba vueltas a la cama así que decidí levantarme. Cogí una toalla y ropa limpia para cambiarme a lo que consistía en un pantalón estilo harem color negro y una camiseta blanca.

El baño hizo que me recuperara del estrés y del cansado sueño. Me cambié y cogí unos vans negros para combinarlos con el pantalón, salí del departamento, podría decir que vagaba por las calles, es bueno distraerse debes en cuando, hubo que otro fan pidiéndome un autógrafo o una foto al cual se los dí, me sacaban una sonrisa al ver tanto amor y apoyo que recibía tanto como el grupo como yo. Decidí tomar el consejo de DaeHyun y pasear por el tranquilo parque central de Seoúl, compré un helado cerca de una pequeña heladería, diría que es muy popular por la fila de la clientela.

-Debo hacer esto más seguido.-susurré para mi mismo tras darle una lamida al delicioso helado de vainilla. Solo que algo me hacía sentir incómodo, como si me estuvieran vigilando, volteé a mis lados discretamente para hallar al sigiloso que me esta observando pero no lo hallé, tal vez sean imaginaciones mías.

El tiempo transcurría y decidí regresar al departamento, saqué mis llaves al estar enfrente de mi edificio, entré por el elevador mientras tarareaba una canción que se me vino en la mente. Noté que tres hombres de rasgos robustos y con mirada fría estaban parados en la entrada de mi departamento, en automático sus miradas se cruzaron con la mía. Uno de ellos que al parecer tenía una gran cicatriz en su mejilla, me sonrió con malicia.

-Es él.-dijo el de la cicatriz, me señaló, no entendía qué tengo que ver con ellos. Otro hombre empezó a sacar algo detrás de su espalda, al alzarlo me apuntó con una pistola, ¿pero qué demonios ocurre aquí? De un momento a otro me taparon la boca y me amarraron las manos. Me arrancaron las llaves de la mano para abrir el departamento, yo me resistí pero un golpe fuerte en mi estómago hizo que me retorciera de dolor en el piso, los hombres me empujaron hasta dentro de mi propio departamento, cerrándolo a su vez.

-¿Entonces es él?.-preguntó el hombre con el tatuaje de Yin Yang en su antebrazo izquierdo, mientras el otro me apuntaba con su pistola. El señor de la cicatriz sacó algo de su bolsillo, me jalaron mi cabello para levantar mi rostro y compararlo con una foto mía.

-No hay duda, es él, así que John ya sabes que hacer.-el chico que al parecer su nombre es John, cargó su pistola al cual me apuntó en mi frente, aún no entendía por qué me quieren asesinar, a mí, yo no tengo nada que ver. No podía ni gritar, ni hablar, no podía hacer nada, solo podía cerrar los ojos y dejar pasar toda mi vida en ellos, rogar por mi vida era lo único que me quedaba.-Mejor no.-volvió hablar el hombre de la cicatriz, haciendo que volviera abrir los ojos.-El jefe dijo que quiere que sufra, y un disparo sería muy fácil y práctico para matarlo, así que desátenlo.-los dos hombres confundidos me soltaron pero me seguían agarrando por si me escapaba, el señor cicatrizado se acercó a mí para quitarme la cinta que estaba pegada en mi boca, un aullido de dolor salió de mis labios, una sonrisa malévola se le atravesó en su cicatrizado rostro.-Me encantará oírte gritar pequeñito.-me dio una palmada en mi mejilla, no entendía lo que trataba de decir.-Vamos, tirénlo por la ventana.

-¡¿Qué?!.-grité con miedo y confusión, los dos hombres que me tenían agarrado empezaron a cargarme mientras el hombre de la cicatriz abrió las ventanas de la sala, yo me resistí.-Por favor, no les he hecho nada.-rogaba, mientras me seguía resistiendo.

-Es una orden al cual nosotros nos pagaron y nosotros cumplimos.-dijo John. Mi cabeza estaba afuera de la ventana, podía sentir la fresca brisa y el templado tiempo.

-Por favor.-dije con miedo.

-Tirénlo.-ordenó el señor que nunca olvidaré esa horrible cicatriz, los dos hombres me empujaron, viendo por última vez sus rostros, empecé a gritar, mi cuerpo se sentía muy pesado, cerré fuertemente los ojos, no quería ver mi muerte, podía sentir el aire pasando por todo mi cuerpo y los destellos del sol en mi rostro, aunque tenía los ojos cerrados un destello aún más potentes que las del sol me hizo abrir rápidamente mis ojos, una chica estaba enfrente de mí, ¿qué es lo que ocurría? ¿Acaso ya estoy muerto y no me he dado cuenta? Me cuestioné mientras me peleaba contra la muerte, la chica me dio su mano, estaba indeciso pero aún así le entregué mi mano al cual al instante al sentir su suave piel, su suave toque, sentí una gran confianza hacia ella, estábamos volando por los aires, me abrazó, recibí sus brazos con mucha gratitud y confusión, cerré momentáneamente mis ojos y no me costó medio segundo en abrirlos cuando nos encontrábamos en mi departamento, los mal_ditos hombres ya no se encontraban. Pero tenía la chica enfrente de mí, no tenía miedo, estaba neutro pero algo atónito.

-¿Quién eres tú?.-pregunté, su cabellera de un intenso negro, sus ojos grandes y oscuros, su piel con esa palidez pero una palidez viva que emitía una tenue pero no cegadora luz, vestía de un vestido blanco de algodón y permanecía descalza, sus pies eran delgados y algo frágiles.

-Perdón por llegar tarde.-dijo con una voz dulce y algo apagada. Me confundía aún más.

-Por favor, dime, ¿qué eres?.-volví a preguntar curioso y agradecido, normalmente una persona tendría miedo de estas situaciones pero yo solo estaba confundido, no puedo creer en estas cosas. La chica empezó agitar sus manos, una luz blanca empezaba a salirse de sus delicadas manos, era ¿magia? A los pocos segundos hizo aparecer un libro de una cubierta blanca y pasta dura. Al cual me lo entregó.

-Me alegro que estés bien JongUp.-masculló mi nombre, ¿cómo sabe mi nombre? La tierna chica se acercó a mí para entregarme un cálido beso en mi mejilla, le dí un corto abrazo, desapareciendo en mis brazos.

-¡No!.-grité para impedir su desaparecimiento pero era demasiado tarde, ella ya no se encontraba conmigo. Parpadeé muchas veces.--¿Me lo imaginé?.-me cuestioné pero el peso de mi mano izquierda hizo que me diera cuenta que no fue mi imaginación.-El libro.-susurré, sin duda la pasta era dura, demasiada dura para decir verdad, era blanca, muy blanca que emitía una tenue luz propia, la abrí, pero eran hojas blancas tras hojas blancas, sin ningún escrito, sin ninguna señal de escritura, al revisar cada página un pequeño objeto sale del libro cayéndose al suelo, cerré el libro y me dispuse a levantar el extraño objeto.-Una moneda.-mencioné, es una moneda dorada, en un lado tiene un escrito una palabra en inglés para ser precisos, "SKY" que significa cielo, y al otro lado tiene un tallado, al que al parecer eran unas alas, la moneda es muy bella, y como todo de esa chica extraña, emitía una atenuante luz. ¿Qué será ella?....

Nuestra Ángel |B.A.P|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora