Capitulo 5.-Nuestra Ángel

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»Choi JunHong (Zelo): Noviembre 28, 2014, 3:37 p.m.«



Al levantarme esta mañana pude notar el templado día de hoy, como me gusta que los climas sean así, los chicos no contestaban sus teléfonos, me suponía que estaban ocupados, decidí hacer algo productivo este día y preferí limpiar mi departamento, aunque no estaba sucio, solo que mi habitación es el más desordenado, el sonido de mi celular me aturdió de mi limpieza, lo cogí y vi que era un mensaje:



  "JunHong, ¿vienes por el reto de patinetas que mencionamos la otra vez?."



Era MinHyun, un buen compañero de patineta, lo conocí en el parque de patinaje hace unos meses:



 "Claro MinHyun, no puedo ir al parque, me queda muy lejos, ¿crees que podemos patinar en otro lugar que quede cerca de mi departamento?."



Proseguí limpiando hasta que me contestara, solo tomó unos minutos para que llegara el mensaje:



  "¿Qué te parece la carretera cerrada que esta cerca de tu departamento?."



La carretera quedaba a cinco cuadras de mi departamento, además es muy utilizada para los que van a patinar, ya sean con patinetas o patines:



 " Claro, nos vemos en diez minutos".



Terminé de arreglar lo más pronto posible, adopté por agarrar unos pantaloncillos cortos color rojo que cubren hasta las rodillas, una camisa de manga corta color negra para combinarla con unos converse negros. Cogí mi patineta que los hyungs me regalaron, las llaves del departamento, para disponerme a salir, bajé por el elevador y corrí rápidamente las cinco cuadras hasta la carretera que ya no era transitada, había apenas dos chicos patinando, agradecía que MinHyun no haya llegado, alguien tocó mi hombro dándome un pequeño susto.


—Perdón, soy yo.—era MinHyun.


—No te preocupes.—dije.


—¿Y qué? ¿Empezamos la reta?.—preguntó.


—Claro.—mascullé con una sonrisa, empezamos a dar vueltas, piruetas y todo lo que se nos ocurría para demostrar, no me había dado cuenta que ya estaba atardeciendo.


—Wow, haz mejorado Jun, acepto que tú ganaste esta vez.—dijo MinHyun algo agitado.


—Gracias, me alegro oír eso.—agradecí.


—Bueno, ya es algo tarde y yo necesito volver a casa, ¿quieres que caminemos hasta tu departamento?.—


—No gracias, creo que me quedaré un poco más.—


—Esta bien, pero no te vayas tarde.—


—Claro, gracias por esta tarde MinHyun.—


—Igualmente JunHong.—se despidió con un abrazo para retirarse con su patineta. Proseguí en practicar algunos trucos que aún me costaban práctica, pasaba el tiempo y no me dí cuenta que quedé solo, preferí regresar, tal vez ya era algo tarde, cogí mi patineta cuando unas luces me apuntaron, estaba de espaldas así que volteé donde provenía las luces. Era de un coche, con mi mano me tapé un poco los ojos ya que las potentes luces del carro eran muy fuertes para mis ojos, pero lo más extraño de esto, es que esta carretera esta prohibida su utilización para autos. El auto arrancó con toda velocidad hacia mí, no podía reaccionar, mis piernas no se movían estaba petrificado ante la velocidad que venía el carro hacia mí, era imposible escapar, estaba muy cerca de mí el automóvil, cerré los ojos a esperar el impacto, sentí que alguien me empujaba causando que me tirara al suelo, raspándome las rodillas, alejándome del impacto del carro. Volteé a ver a la persona que me salvó, mientras el auto daba la vuelta para volver tras de mí, una tenue luz iluminaba por mis espaldas, volteé rápidamente mi vista, normalmente no podría ver a nadie con la oscuridad del lugar, el sol ya se había metido y solo la poca luz de la luna iluminaba el sitio pero ella, esa chica tenía su luz propia, me entregó su delicada mano, sin dudas, sin ninguna desconfianza le entregué mi mano, ella me levantó del suelo, su mirada era tan profunda y como un estruendo que me hacía temblar. La chica tapó mis ojos con su frágil mano, al descubrirlo me encontraba de nuevo en mi departamento, ella me entregó una dulce sonrisa, me daba un poco de nervios estar cerca de ella y su sonrisa era tan hipnotizante.


—Gracias.—agradecí pero aún tenía dudas sobre la extraña chica.


—No agradezcas, me alegro que te encuentres bien.—su dulce y baja voz era tan diferente y única. La chica empezó agitar sus manos, emitía una tenue y delicada luz, un lindo collar empezaba a formarse, ella volteó a verme con su tierna sonrisa, se acercó a mí, no me causó miedo y menos para alejarme de ella, al contrario, me daba un poco de paz y de tranquilidad. Se agachó y curó mis heridas de mis rodillas por arte de magia, quitándome el ardor, se paró para quedar frente a mí. Me entregó un sorpresivo abrazo, al cual se lo acepté, mis brazos rodearon su delgado y suave cuerpo, sentía su delicadeza, colgó el collar en mi cuello.


—¿Para mí?.—pregunté.


—Cuídate JunHong, me alegro que estés bien.—ella se acercó a mí para depositarme un suave beso en mi mejilla, desapareciendo a su vez.


—¡Hey, Hey!.—grité para impedir su desaparecimiento pero ya era tarde, ella ya no se encontraba. Estaba un poco atónito y confundido, el collar que colgaba de mi cuello me lo quité, quería observarlo más de cerca, una cadena de oro con una placa como dije, también de oro, traía un grabado "SKY" al reverso también tenía otro grabado, unas alas.—¿Qué significa esto?.—me pregunté para mi mismo mientras seguía observando el hermoso objeto que me dio esa extraña pero tierna chica.

Nuestra Ángel |B.A.P|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora