Parte 4

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Los diálogos que se repitan de mis videos de TikTok aparecerán en negrita.
También que sepan que este es el último capitulo que también tiene un vídeo en TikTok. A partir del próximo, los capítulos son exclusivos de Wattpad.

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Él y su sonrisa. Él y su estúpida sonrisa que tanto odiaba. El idiota trataba de disimularla, pero no ponía mucho esfuerzo en eso. No parecía preocuparle que el corazón de Nico vaya tan rápido, al contrario, parecía que le gustaba saberlo. Y aunque al pálido no le gustara admitirlo, una parte de él estaba feliz de que Will sonriera por eso.

  —¿Así que te acelero el corazón? —Su voz cálida estaba levemente amortiguada por la mano que apoyaba en sus labios.
  —¡¿Qué, qué?! ¡No, no, yo...! —Nico intentó negarlo de inmediato, pero comenzó a tartamudear del miedo. O tal vez estaba nervioso. Ya no podía distinguirlo —¡No me mires así!
  —¿Así cómo? —Preguntó Will. Sus ojos celestes, que mostraban diversión y picardía, lo observaban fijamente, bajando de vez en cuando al resto del cuerpo, como si quisiera estar al tanto de cada movimiento del otro —No te estoy mirando de ninguna forma —Era obvio que aguantaba la risa, aunque no era con burla.
  —¡Si! Me estas mirando... así —"Así". De esa forma en que hacía que sus piernas temblaran.
  —No sé de que estas hablando —Respondió el rubio.
  —¡Si lo sabes, estás...! —Nico ya no tenía palabras que soltar. Su garganta había decidido que ninguna palabra coherente saldría de ella —Te odio.

A Will se le escapó una pequeña carcajada.

  —Mmmm, yo no estaría tan seguro de eso.

Ese simple sonido y esas simples palabras hicieron que el mundo de Nico se viniera abajo.

Le dijo que lo odiaba. Una palabra que para el pálido llevaba tanto peso como un te amo. Su "te odio" tenía consigo tanto significado... Y él se había reído... pero tampoco sabía que era algo así de importante, así que no lo podía culpar.

El rostro de Nico se volvió serio y con un deje de decepción. Al instante el rubio se retractó de sus palabras, sintiéndose fatal.

  —Te odio... —Dijo el pálido sin atreverse a mirar al mayor. Si ya la había empezado a cagar, pues que lo haga bien —Y odio esto.
  —¿A qué te refieres con que no te gusta... "esto"? —Preguntó Will con cautela. Después de unos segundos, el otro respondió:
  —No me gusta que me hagas sentir así... Me siento enfermo y... lleno de terror —El médico abrió los ojos en grande.
  —Nico, yo-
  —¡No me toques! —El chico apartó de un golpe la mano que le estaba ofreciendo Will. Sin saber cómo reaccionar, terminó por mostrarle la lengua y dándose la vuelta.

Escuchó como el rubio murmuró entre risas: "¿En serio? ¿Mostrarme la lengua?"
Nico lo ignoró y apuró el paso.

Fue demasiado por un día.
Como un idiota se había dejado sobornar por una hechicera y, por culpa de eso, todo se había salido de control.
Su corazon se aceleró más que nunca y se inundó de un terror que jamás había experimentado. Era como saber que estabas a punto de morir... Y tenerle miedo a la muerte.
Hizo y dijo estupideces. Nunca había huido tantas veces del mismo ser en un mismo dia. Incluyendo Percy.

El lugar que necesitaba ahora mismo era uno tranquilo en el que no lo encontraran.
El risco del bosque.

...

Jessica llegó corriendo hasta Will.

  —Will... —comenzó intentando recuperar el aire —Will, ¿No habras visto a Nico por casualidad? —Se la veía algo nerviosa.
  —De hecho, si —El chico asintió —Acaba de irse... ¿Por que lo preguntas? —Él sabía por que preguntaba, pero queria escuchar su version.
  —No, por nada —Ella sonrió —Es que lo extraño—Siempre fue horrible para las mentiras. El rubio levanto las cejas, claramente sin creerle.
  —Si, ajá. ¿Que le hicieron?
  —¿Nosotres? Nada, no por favor —Negó inmediatamente —¿Cómo le vamos a hacer algo a Nico?
  —Si, claro, y yo soy el hijo de Lady Gaga.
  —Pidele un autógrafo, entonces —Jessi le guiñó el ojo y soltó una risita —Entonces... ¿Por donde se fue?
  —Por ahí —Señaló Will después de un suspiro.
  —Gracias, Will. Te debo una —Jessica casi le hace una reverencia. Al parecer estaba muy conciente de que había hecho cosas malas —Ahora, si me disculpas —Salió corriendo en la dirección en la que antes se fue Nico gritando su nombre.

Will la observó marcharse, viendo desde lejos como se encontraba con Lou Ellen, intercambiaban un par de palabras y luego volvían a separarse. Al parecer, la hija de Hécate tambien tenía que ver con la travesura.
Él, por su parte, decidio ir a esperar a la cabaña trece. Dudaba encontrarse al pálido allí, pero estaba seguro de que iba a llegar en algun momento. No podía quedarse con los brazos cruzados respecto a todo lo que había pasado. Si su teoría era cierta, el hechizo que tenía el pálido, era uno de la verdad o del amor.

Ellos se gustaban.
Es decir, él y Nico.

Después de esos tres días en la enfermería, ambos habían desarrollado obvios sentimientos por el otro, aunque nunca lo mencionaran.
Según sabía Will, para el otro era un tema complicado, pero nunca pensó que se llegaría a sentir enfermo por eso.
Debían hablarlo cuanto antes.
Esperar mas y hacer como si no pasara nada, solo empeoraría todo.

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