Capítulo 031

73 4 0
                                    

Camila pasó por Santino poco después de las cuatro de la tarde. Con ella no había problemas, podía subir y entrar al departamento con su propia llave. Sin embargo, por respeto, siempre tocaba el portero eléctrico y de este modo, cuando ingresó al fabuloso piso donde vivía su sobrino, Santi saltó sobre ella y la llenó de besos y abrazos que fueron recibidos con todo gusto y placer 

-          ¡¡Tíaaaaaaaaaaaaaa!! ¿Mamo i a catita papá?

-          Primero pasamos a ver a lolo y después si

-          ¿Mamo ve lolito? ¡¡¡Mami, mamo ve bulo Nitio!!!

-          ¡Qué bien, mi amor! ¿La vas a dar muchos besos de mi parte, cierto?

-          Pometo, mamita ninda

-          ¿Ya tenés todo listo, bebé?

-          Ti, tía, mamá punió en motila

-          ¡¡Santino, ven aquí!! – La voz del visitante mexicano se escuchó claramente

-          ¡¡Ohhhhh, tío Hená vio quiombo!!

-          ¿Quilombo, hijo?

-          ¿Tío quién?

-          Mi hermano Hernán, Cami, llegó de México hace unos días, y tú, Santino, dime qué carambas hiciste

-          Renacuajo loco, ¡ven de una vez!

-          ¿Qué hiciste, enano?

-          Puní quemita en dopa

-          ¿En qué ropa?

-          Boto tío Hená, mami

-          ¿Le pusiste crema dentro del bolso?

-          ¡Ti! – Ríe pícaro

-          ¿Y por qué?

-          Poque e tavetuda

-          ¿No piensas venir a darme la cara, mocosito? – Hernán apareció vestido con unos jeans y con el torso desnudo, ya que su sobrino había ensuciado todas las remeras que tenía guardadas

-          ¡¡Eto pata po coquita!!

-          ¿Por hacerte cosquillas, bribón?

-          ¡Ti! – Sigue riendo

-          Creo que tengo unas playeras de Pablo, Herni, aguarda un momento

-          Gracias, Mía – Repara en Camila – Hola…

-          Eia e tía Tamila, ¿tabé? E mía y amo muto, hata tielo

-          Mucho gusto, yo soy Hernán Scaparone, el hermano menor de Mía

-          Es un placer conocerte – Estrechan las manos

-          Lo mismo digo – Mira al nene – Y tú, salvaje, vas a lavar toda mi ropa, ¿oíste? – Lo alza y le hace cosquillas

-          Coquita, no… ¡Coquita, nooooooooo!

-          ¡Eso te pasa por travieso!

-          Aquí tienes, chavito – Le da una camisa de mangas cortas

-          Gracias, dinosauria, voy a cambiarme, y a ti, mocosito, te espera una súper venganza

-          No teno mienito to

"Nadie como vos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora