Las morisquetas de Mía y Santino intrigaron al abogado, quien dejó el pote de helado sobre la mesa del comedor y los miró como si estuviera en presencia de dos locos
- ¿Todo bien?
- ¡Hite caquita!
- ¿Llegaste?
- Ti, toy gande
- Uf, ¡estás viejísimo!
- Toy dindo – Le saca la lengua
- Yo no dije que fueras feo, sino viejo
- Vo vegio
- ¿Yo?
- Ti, vegio y peo
- ¿Soy feo?
- Ti, boudo
- ¿Y boludo, Santino?
- ¿De dónde sacaste esa palabrita?
- Tío Ete
- No me gusta que digas cosas feas
- Beno, mami
- Voy a servir el helado. Tú pregúntale a Gastón eso que querías saber
- ¿Qué será? – Mía, para evitar cualquier tipo de malentendido o que su ex pudiera reconocer la aprobación de la idea en su rostro, se retiró a la cocina – ¿Qué querés preguntarme?
- ¿Papi dumí comigo?
- ¿Querés que me quede a dormir acá?
- Ti
- No se, hijo
- Mami dití ti
- ¿En serio?
- Si – Respondió la mexicana desde la cocina – Si no tienes nada que hacer, puedes quedarte con él
- Me quedo, campeón, claro que me quedo. Solamente tengo que hacer una llamada
- ¿Édika?
- Dos llamadas, a tu tío Ezequiel y a Eri
- Llama a quien necesites, yo sirvo el heladito mientras, ¿cierto, bebote?
- ¡Hedado pada mí!
- Y para nosotros también, no seas tragón
- Tagón, tagón – Se ríe
- Voy a llamar
- Ve… – Gastón sale al pasillo y le marca a su novia
- ¡Hola, amor!
- Hola, linda, ¿cómo está saliendo la reunión?
- Bien, aunque papá no está contento con tu ausencia
- Que se acostumbre, Érika, no pienso ser parte y lo sabés
- Si, si, ya veré cómo lidiar con él, no te preocupés. ¿Estás en tu casa ya?
- No, con Santino todavía
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"Nadie como vos"
Romantizm"NADIE COMO VOS" cuenta la historia de Mía Scaparone, una chica mexicana que por diferentes razones se radica en la Argentina junto a su prima Manuela. Un trágico accidente se lleva la vida de Manu y su esposo Pablo, dejando al pequeño hijo de ambos...