Capítulo 013

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Distrito Federal, Ciudad de México, México 

La multitud de medios de comunicación atiborraban la entrada a la mansión Scaparone. La noticia del fallecimiento de Álvaro había sido una bomba mediática y como suele suceder en estos casos, todos pujaban por obtener alguna exclusiva por parte de los seres más allegados al difunto. Hernán Scaparone observaba desde la ventana de su habitación y por su mente sólo pasaba un único pensamiento: ¿qué pasaría con ese gran imperio? A sus veintidós años, Hernán no se sentía preparado para asumir el rol que sabía se esperaba que asumiera. Además, esa verdad que su padre le confesara poco antes de morir, había cambiado absolutamente todo, incluso sus prioridades en la vida. Carlos Montero, socio y mejor amigo del fallecido padre, entró sin golpear… 

-          Permiso, campeón

-          Pasa, tío – Se sienta en el borde de la cama

-          ¿Cómo te sientes?

-          No lo se, aún no caigo… ¿Mi madre?

-          Con su amiga Valeria en la sala

-          ¿Se supo algo más?

-          No… – Se sienta junto al muchacho – Van a demorar en hacer las pericias, tienes que ser paciente…

-          Lo se, tío, gracias por hacerte cargo de todo esto

-          Ni lo digas, Hernán, es lo que corresponde…

-          ¿Y ahora qué vamos a hacer, eh?

-          ¿Con qué?

-          Con todo, pues. Con la empresa, los negocios, sus asuntos…

-          Eso no tiene que preocuparte, hijo, en este momento lo que necesitas es procesar lo que sucedió e intentar estar tranquilo

-          No puedo, tío Carlos, ¡me exaspera!

-          ¿Quién o qué te exaspera?

-          ¡Mi madre! – Se pone de pie con evidente frustración – Pretende que asuma un papel para el que no estoy listo

-          Yo la voy a manejar, Hernán, no te apures

-          No lo entiendes, tú no sabes cómo es

-          Por supuesto que lo se, conozco a Úrsula Menéndez desde antes que fuera novia de Álvaro, créeme que se con quién estoy tratando

-          Entonces ayúdame, tío, por favor

-          Claro que te voy a ayudar, campeón, no lo dudes

-          Hace apenas unas horas que perdí a mi padre y ella…

-          Ella no comprende que te duele

-     Me parte al medio, era mi papá… – Las lágrimas brotan, pero Hernán se limpia rápidamente

-          Lo se, hijo, lo se… – Va con él y lo abraza con fuerza

-          ¿Pudiste dar con ella? – Preguntó separándose

-          No, aún no lo logro, debe haber cambiado su número de celular

-          Tenemos que contactarla, Mía tiene que saber

-     Es probable que ya se haya enterado, está en cada noticiero, tu padre era un hombre famoso

"Nadie como vos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora