Capítulo 080

115 2 2
                                    

Sabiendo que su papá iría a cenar con él, y que además su mejor amigo Esteban también compartiría la comida en su casa, Santino mejoró notablemente su estado de ánimo. El asunto de la cama mojada había pasado a un segundo plano y en ese momento se encontraba abriendo uno de los regalos que su tío Hernán le trajera.

- ¿Qué ez?

- Ábrelo de una vez, enano, así te fijas

- Eztá biem – Quita el envoltorio, descubriendo una caja de plastilinas de todos los colores – ¡Son mushaz!

- ¿Te gustan, campeón?

- ¡Shi, tío, gashiaz! – Hernán se da cuenta que Esteban miraba fascinado y pensó que uno de los presentes para su sobrino, bien podía cambiar de destinatario

- De nada, loquito... – Agarra otro de los paquetes – Este es para ti, Esteban, espero que te guste...

- ¿Para mí?

- Claro, mi hermana me dijo que estabas aquí, así que te traje un regalito para que tú y Santino pudieran compartir todos los obsequios

- ¿De veddad?

- Verdad de la buena, eres un niño encantador y muy bueno, te mereces todos los regalos

- ¡Gacias!

- ¿Qué ez, Teby? ¡¡A veeeeeeeeee!!

- Abrilo, jefecito

- Bueno... – Con paciencia, al contrario de lo que sucedía con su amigo Santino, Esteban sacaba el papel con todo cuidado de no romperlo

- Romper el envoltorio trae suerte, campeón

- ¿Dompo todo, tío?

- ¡Todo! Dale que quiero ver qué es

- ¡Zi, dompé tudo y midemoz! – El pequeño Ansaldi complace el pedido

- ¡Es un autazo!

- ¡Qué dindo! – Los dos infantes quedaron maravillados con el juguete

- ¡¡Gacias, Hednán!! – Teby abraza al mexicano

- Degalo pada mí, pada Teby... ¿Y Padoma?

- Tu hermanita ya recibió los suyos, mi corazón

- ¿Zi, mami?

- Claro...

- ¿Dónde están?

- Los guardamos, Esteban

- ¿No ved sho?

- Te los mostramos si quieres, hijito, pero es ropita de bebé, no te va a gustar

- Quiedo ved, mamá, mi hemanita ez mi amod

- ¡Y mío también, es mi prima hedmosa! – La mexicana por poco y se echa a llorar con tanta ternura por parte de esos dos enanitos

- Siendo así, vamos a ver la ropita de Paloma – Mía intenta ponerse de pie, pero algo la detiene

- ¿Qué pasa, cielo?

- Mi vientre, Lu...

- ¿Te sentís mal, duele algo?

- No, no, tranquilo, sólo sucede que se está moviendo más de lo usual

"Nadie como vos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora